Solemnidad y colegueo en el libro de Obama y Springsteen

En 2016, justo el d¨ªa despu¨¦s de la inesperada victoria de Donald Trump sobre Hillary Clinton, Barack Obama recibi¨® en la Casa Blanca a Jann Wenner, el fundador de la revista Rolling Stone. Era una entrevista previamente concertada que el presidente no quiso cancelar. El periodista estaba m¨¢s que consternado. Obama, por el contrario, se mostraba relajado, por no decir imp¨¢vido.

Dos posibles explicaciones. Obama llevaba ocho a?os en la c¨²spide y sab¨ªa de la dificultad de mover la maquinaria pol¨ªtica-legislativa-ejecutiva de Washington, aunque ni ¨¦l ni nadie fueran capaces de imaginar las tensiones que aplicar¨ªa su sucesor. Otra opci¨®n: Barack ya estaba pensando en el siguiente tramo de su carrera. Como todos los anteriores presidentes, se dedicar¨ªa a hacer caja. Suena feo, pero es as¨ª: cada ex defiende su trayectoria pol¨ªtica y su visi¨®n del futuro en conferencias extremadamente bien pagadas.

Obama ten¨ªa una novedad en la manga: iba a convertirse en proveedor de contenidos audiovisuales. En compa?¨ªa de su esposa, Michelle, fund¨® la empresa Higher Ground, que produce documentales, pel¨ªculas, podcasts, series. Renegades. Born in the USA fue inicialmente un podcast para Spotify, ahora transformado en un libro de pasta dura, producto claramente enfocado al mercado de los regalos navide?os.

?C¨®mo se convierten poco m¨¢s de seis horas de charla en un tomo de dimensiones respetables? Con el m¨¦todo caj¨®n de sastre. Se a?aden letras, entradas, carteles, manuscritos, listas de Billboard, fotos profesionales y familiares, incluso extensos borradores de discursos redactados por Cody Keenan para uso del presidente.

Hasta el t¨ªtulo parece pensado con mentalidad de clickbait: la ¨²ltima descripci¨®n que uno aplicar¨ªa a Obama o Springsteen ser¨ªa la de ¡°renegado¡±. Caramba, son dos patriotas sin tacha aparente. Ambos han publicado reveladoras autobiograf¨ªas, con lo que el principal gancho reside precisamente en su encuentro. Se trata de un torneo desigual: Barack es un maestro de la ret¨®rica, algo que ¡ªfuera del escenario¡ª Bruce no domina. De hecho, Springsteen parece intimidado y su partenaire le lanza balones para que intente tirar a puerta.

Cierto que Bruce es un buen narrador de an¨¦cdotas y aqu¨ª se luce contando algunos de sus apuros. Con los bolsillos vac¨ªos, necesita viajar desde Nueva Jersey a Manhattan y en el t¨²nel Lincoln descubre que le falta exactamente un centavo para poder pagar el peaje. Tambi¨¦n demuestra recursos a la hora de evitar ser reclutado por el US Army, con posible parada en Vietnam.

En Renegados. Born in the USA solo se habla de Vietnam para lamentar el hipot¨¦tico maltrato recibido por los veteranos que regresaron de la guerra; las principales v¨ªctimas del conflicto, los vietnamitas o los camboyanos, no merecen una menci¨®n. Se trata del punto ciego de los dos protagonistas: el foco est¨¢ puesto sobre Estados Unidos y no hay inter¨¦s por el resto del mundo. Aunque no falten las excusas: Obama naci¨® en Haw¨¢i, archipi¨¦lago conseguido durante la expansi¨®n imperial de Estados Unidos en el siglo XIX.

En alg¨²n momento, Springsteen calcula que dos terceras partes de sus seguidores viven fuera de Estados Unidos. Dado que todo su repertorio est¨¢ dedicado a personajes y situaciones genuinamente estadounidenses, eso deber¨ªa plantear al menos una reflexi¨®n sobre el soft power, la herencia de Hollywood en el imaginario global, la hegemon¨ªa cultural del pa¨ªs. Solo Obama se atreve a sugerir que ah¨ª afuera se envidia la democracia de Estados Unidos, ¡°la ¨²nica naci¨®n sobre la Tierra formada por personas que han venido de todos los sitios¡±. Resulta hasta conmovedor en su simpleza.

Afinan algo m¨¢s al tratar el problema racial, aqu¨ª limitado a los afroamericanos (los latinos, ahora principal minor¨ªa en Estados Unidos, s¨®lo son citados de pasada). Un pecado que Bruce esquiv¨® de forma natural: desde el principio, la E Street Band cont¨® con m¨²sicos negros.

Buscan paralelismos en sus vidas y no hay muchos: el pol¨ªtico creci¨® con un padre ausente, y el m¨²sico, con uno distante

El libro oscila entre la solemnidad y el colegueo. Buscan paralelismos, y no hay muchos: Barack creci¨® con un padre ausente, y Bruce, con uno distante (ahora disculpado como v¨ªctima de una esquizofrenia no diagnosticada). Uno estudi¨® y conoci¨® lugares ex¨®ticos; el otro ten¨ªa un radio de acci¨®n tan peque?o que solo necesit¨® aprender a conducir a los 24 a?os. El inter¨¦s de Obama por la pol¨ªtica le lleg¨® por v¨ªa materna, mientras el de Springsteen fue de mecha lenta y seguramente impulsado por su manager y mentor, Jon Landau.

Por cierto, uno de los primeros actos comprometidos de Bruce fue su participaci¨®n en No Nukes, un concierto contra la energ¨ªa nuclear, que ahora se edita en audio y v¨ªdeo. Acostumbrados al m¨²sico sobrio que ahora encarna la Conciencia Social del Partido Dem¨®crata, asombra chocarse con semejante hurac¨¢n, un Springsteen desaforado cabalgando sobre la versi¨®n superior de una banda de bar.

Lo interesante es que ese Springsteen todav¨ªa no masivo pero ya triunfal estaba roto por dentro, hasta el punto de recurrir a un psicoanalista de urgencias (por consejo, claro, de Jon Landau) durante una estancia en Los ?ngeles. El ahogo, seg¨²n explica, derivaba del gratificante estilo de vida n¨®mada del rock y una necesidad no reconocida de echar ra¨ªces y fundar una familia que evitara los errores de sus padres.

Se sienten afortunados, aseguran, de contar con mujeres fuertes y comprensivas. Respecto a los hijos, los sacrificios son menores. Patti Scialfa convence a Bruce para que abandone sus h¨¢bitos noct¨ªvagos de rockero y se comprometa a madrugar para preparar el desayuno. Michelle decide proclamar las 18.30 como hora sagrada, reservada a la cena familiar, aunque el mundo est¨¦ a punto de estallar.

¡®Renegados. Born in the USA¡¯. Barack Obama, Bruce Springsteen. Penguin Random House, 2021. 316 p¨¢ginas.

¡®The Legendary 1979 No Nukes Concerts¡¯. Bruce Springsteen y The E Street Band. Sony Music, 2021.

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