Ben Lerner: ¡°El hombre blanco vive con el terror de que se descubra que es d¨¦bil¡±

De peque?o, Ben Lerner se present¨® en el dormitorio de sus padres con los genitales cubiertos de chicle. Siendo reputados psic¨®logos cl¨ªnicos, ambos supieron reaccionar con humor y empat¨ªa, mientras proced¨ªan a retirar la goma de mascar que le cubr¨ªa la uretra con una mezcla de vaselina, aceite de oliva y mantequilla de cacahuete. Pero su progenitora, por deformaci¨®n profesional, no pudo evitar preocuparse. Tal vez ese incidente nocturno no era un chiste, sino un intento inconsciente de no convertirse en ni?o y luego ...

De peque?o, Ben Lerner se present¨® en el dormitorio de sus padres con los genitales cubiertos de chicle. Siendo reputados psic¨®logos cl¨ªnicos, ambos supieron reaccionar con humor y empat¨ªa, mientras proced¨ªan a retirar la goma de mascar que le cubr¨ªa la uretra con una mezcla de vaselina, aceite de oliva y mantequilla de cacahuete. Pero su progenitora, por deformaci¨®n profesional, no pudo evitar preocuparse. Tal vez ese incidente nocturno no era un chiste, sino un intento inconsciente de no convertirse en ni?o y luego en un adulto var¨®n. ¡°En uno de los Hombres¡±, afirma la doble literaria de su madre, Jane Gordon, en El instituto Topeka (Literatura Random House). As¨ª, con una hache may¨²scula entre ir¨®nica y temerosa, denomina a los acosadores que, desde que sus libros de psicolog¨ªa se convirtieron en inesperados superventas escritos desde una perspectiva feminista, la llaman cada noche para insultarla y desearle que alguien la viole en un callej¨®n oscuro. Jane sospecha que su hijo ha estado escuchando esas voces an¨®nimas y que su psique se ha visto lastimada por su nefasta influencia.

La escena llega a media novela, pero resulta clave para entender las m¨²ltiples aspiraciones que encierra esta novela de una complejidad y una ambici¨®n infrecuentes, con la que Lerner fue finalista al premio Pulitzer en 2020. ¡°Quer¨ªa trazar una prehistoria pol¨ªtica del presente y luego crear una correspondencia con una dimensi¨®n m¨¢s personal. La encontr¨¦ en los noventa, esa d¨¦cada en la que triunfaron Bill Clinton y el liberalismo de los baby boomers, la ilusi¨®n de una sociedad posracial donde los ni?os blancos escuchaban hip hop y el fin de la historia que teoriz¨® Francis Fukuyama¡±, resume Lerner desde un garaje convertido en oficina en su casa de Brooklyn, donde vive con su mujer, una etn¨®grafa especializada en la inmigraci¨®n latina, y sus dos hijas, Luc¨ªa y Marcela. ¡°Todas esas fantas¨ªas de la ¨¦lite blanca, convencida de que todos nuestros problemas se hab¨ªan terminado, se vinieron abajo y prefiguran la situaci¨®n actual¡±, apunta el autor, que se dio a conocer en 2011 con Saliendo de la estaci¨®n de Atocha, una autoficci¨®n inspirada en el a?o que pas¨® en Madrid gracias a una beca Fulbright, deambulando por las salas del Prado, intentado escribir un poema ¨¦pico sobre la Guerra Civil y esforz¨¢ndose en comprender la tormenta pol¨ªtica que sucedi¨® a los atentados del 11-M.

El instituto Topeka es muchas cosas a la vez. Por encima de todo, relata las dificultades de Adam Gordon, alter ego de Lerner en el libro, a la hora de convertirse en un hombre de bien en una cultura m¨¢s retr¨®grada y mis¨®gina de lo que aparenta. Igual que Adam, el autor naci¨® hace 42 a?os en la ciudad de Kansas que da t¨ªtulo al libro, a la que sus padres se mudaron en los setenta para terminar sus estudios en una prestigiosa fundaci¨®n psiqui¨¢trica. Pero su libro tambi¨¦n refleja las tribulaciones de una familia que procura mantenerse unida cuando salen a la luz abusos e infidelidades, y esa protohistoria del presente a la que alude Lerner, que disecciona con especial atenci¨®n los primeros s¨ªntomas de una furia masculina que terminar¨¢ de estallar a?os despu¨¦s con la invenci¨®n de las redes sociales, el auge de la Nueva Derecha y la crisis del hombre blanco como tel¨®n de fondo.

¡°El virus ha evidenciado que ya no compartimos la misma realidad con los dem¨¢s. Hay quien cree en la vacuna y quien opina que es una conspiraci¨®n jud¨ªa¡±

Barack Obama situ¨® la novela en la lista de sus lecturas favoritas del a?o y, hace unos meses, vimos a Kamala Harris compr¨¢ndola en una librer¨ªa de Rhode Island. ¡°En realidad, mi libro habla de c¨®mo los propios Obama y Harris forman parte de un barco que se hunde: el del discurso pol¨ªtico, que ya ha perdido todo contacto con la realidad¡±, responde Lerner, no especialmente halagado. ¡°Todo ese discurso est¨¢ en bancarrota. Nos encontramos en un momento terror¨ªfico, en el que ya no compartimos la misma realidad con los dem¨¢s. El virus no ha hecho m¨¢s que evidenciarlo: hay quien cree en la vacuna y quien opina que es una conspiraci¨®n jud¨ªa urdida por George Soros. La derecha aprovecha esta situaci¨®n para llevarnos hacia posiciones reaccionarias. ?C¨®mo podemos crear un nuevo lenguaje en com¨²n que sea capaz de responder a eso?¡±.

Por su elocuencia, queda claro, en pocos minutos de conversaci¨®n, que Lerner fue estrella del equipo de debate de su instituto, como relata en este libro escrito en clave de autoficci¨®n, que repasa tambi¨¦n sus escarceos con el rap freestyle y la poes¨ªa experimental, y revisa el supuesto optimismo a prueba de bomba de los noventa. En la descripci¨®n que hace Lerner, fue una d¨¦cada mucho m¨¢s oscura de lo que reza la versi¨®n oficial. ¡°Lo simboliza muy bien la masacre de Columbine¡±, dice el autor, que decidi¨® trasponerla en una subtrama de su novela. ¡°Fue el mejor ejemplo de un nuevo nihilismo de clase media, precursor de ese resentimiento blanco que, con el tiempo, se ha convertido en fuerza pol¨ªtica¡±. La flagrante inseguridad de sus distintos protagonistas varones, frente a la fuerza que desprende la voz literaria de su madre en la ficci¨®n ¡ªque merecer¨ªa un libro para ella sola¡ª, tiene un trasfondo cr¨ªtico. ¡°La identidad del hombre blanco heterosexual, del sujeto m¨¢s privilegiado, est¨¢ sujeta al terror de que los dem¨¢s descubran que es un ser d¨¦bil. Por eso tiene tanto peligro: para demostrar que no es as¨ª, recurre a comportamientos extremos, a la violencia sexual o a la de las armas¡±. Lerner tambi¨¦n denuncia la hipocres¨ªa de la sociedad en la que se hizo mayor, que se cre¨ªa muy abierta y progresista, pero en la que lat¨ªan el racismo y la homofobia, e insin¨²a que tal vez la situaci¨®n no haya cambiado tanto. ¡°Hay que ir con cuidado en no confundir la apropiaci¨®n y la comercializaci¨®n de la cultura negra o LGTBIQ con el progreso¡±, advierte.

Su libro est¨¢ lleno de momentos en los que el lenguaje se quiebra. Sucede cuando Adam sufre un ataque de ansiedad en un recital de poes¨ªa despu¨¦s de que su novia rompa con ¨¦l por correo electr¨®nico, cuando su madre relata un trauma infantil y cuando, en el ¨²ltimo acto de libro, irrumpe el ¡°tribalismo agramatical¡± de un nuevo presidente que se vanagloria de agarrar a las mujeres por los genitales y elogia las curvas de su propia hija. ¡°Hablo de momentos en que el lenguaje se hunde y la identidad se disuelve, que son terror¨ªficos, pero tambi¨¦n esperanzadores, porque es entonces cuando todos los cambios se vuelven posibles. Es lo que vivimos hoy. Da mucho miedo ver a racistas asaltando el Capitolio y que nadie logre detenerlos, pero tambi¨¦n demuestra que el lenguaje pol¨ªtico y el propio poder pueden cambiar¡±. ?Ha perdido su novela relevancia ahora que Donald Trump est¨¢ fuera de juego? ¡°No creo que lo est¨¦. El aire parece m¨¢s limpio, porque ha salido de la Casa Blanca y tambi¨¦n de Twitter, pero el Partido Republicano no ha regresado a una posici¨®n m¨¢s centrista, sino al rev¨¦s. En cierta manera, Trump me da m¨¢s miedo ahora que antes. Tendremos que reaccionar con un nuevo movimiento y con otro lenguaje pol¨ªtico, porque a estas alturas es un poco na¨ªf seguir teniendo fe en las instituciones¡±. Feliz a?o nuevo.

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