Tres libros sobre reflexiones, obediencias y exageraciones en torno a Catalu?a
Varios t¨ªtulos recientes subrayan la convicci¨®n de que el ¡®proc¨¦s¡¯ es considerado ya todo un fracaso, incluso por la mayor¨ªa de quienes lo impulsaron
Catalu?a, hasta hace bien poco capital de la edici¨®n en lengua castellana, contin¨²a honrando su estirpe, cuando menos como sujeto pasivo y objeto de investigaci¨®n y debate. De entre los muchos libros que durante este invierno han abordado la cuesti¨®n catalana, tres de ellos han convocado mi atenci¨®n por diversas causas, entre las que sobresale la convicci¨®n de que el cacareado proc¨¦s es considerado ya todo un fracaso, incluso por la mayor¨ªa de quienes lo impulsaron. Lo que no quiere decir que el conflicto haya desaparecido, sino que tirios y troyanos buscan soluciones, o salidas, a la situaci¨®n, entre las que la mesa de di¨¢logo entre el Gobierno central y la Generalitat es solo un intento, y no el m¨¢s deseado.
Jaime Malet, perteneciente a la alta burgues¨ªa catalana, en gran medida simpatizante cuando no c¨®mplice del asalto perpetrado a la Constituci¨®n espa?ola, se define a s¨ª mismo como ¡°catal¨¢n de pura cepa, con decenas de apellidos catalanes¡±, lo que ya de por s¨ª es una rareza en el antiguo principado. Pero m¨¢s raro resulta que sea capaz de levantar la voz, como lo hace, contra el desprop¨®sito independentista que han avalado muchos de sus amigos y familiares, en el sentido laxo de estas denominaciones. Presidente desde hace a?os de la C¨¢mara de Comercio de EE UU en Espa?a, en su reciente libro Del Tibidabo al mar describe con singular acierto el sentir de muchos ciudadanos catalanes respecto al descalabro producido en su pa¨ªs por los demediados l¨ªderes pol¨ªticos que lo representan. El volumen incorpora una colecci¨®n de art¨ªculos publicados en La Vanguardia, pero lo m¨¢s interesante son los ensayos in¨¦?ditos en que describe, con singular acierto y una prosa encomiable, el laberinto de la Catalu?a actual y la amenaza del desastre. Entre otras cosas, biling¨¹e como es, se?ala que ¡°utilizar la lengua catalana como causa e instrumento del independentismo¡± est¨¢ generando ¡°uno de los mayores da?os colaterales¡± imaginables para la ciudadan¨ªa y la convivencia. Mientras yo le¨ªa esas frases, escuchaba al tiempo como tel¨®n de fondo unas declaraciones del presidente de la Generalitat seg¨²n las cuales la lengua catalana constituye la base y el coraz¨®n del nacionalismo independentista.
El libro de Mallet est¨¢ construido desde el sentido com¨²n, la honestidad y el conocimiento, cosas que no abundan entre los independentistas que apoyan al Gobierno Frankenstein de S¨¢nchez. Y sirve entre otras cosas para recordarnos que el grado de estupidez reinante es tan descomunal que se lleg¨® a sugerir nombrar un ¡°mediador internacional¡± entre el Gobierno espa?ol y la Generalitat para resolver el contencioso. O la incompetencia resulta tan obvia que la construcci¨®n de la l¨ªnea 9 del metro de Barcelona ha sido m¨¢s cara y ha tardado m¨¢s tiempo en llevarse a cabo que la del segundo canal de Panam¨¢.
Sobre incompetencia y corrupci¨®n versa precisamente la obra de Carlos Qu¨ªlez El contragolpe, un intento encomiable, aunque fallido, de contar el entramado secreto bajo la alfombra del proc¨¦s. A medias reportaje, a medias casi ficci¨®n, el objetivo del autor parece ser la demostraci¨®n de la existencia de una conspiraci¨®n jur¨ªdico-policial al servicio del espa?olismo ¡°unionista¡±. La acusaci¨®n es tan inequ¨ªvoca que ya desde el inicio se pregunta si la Fiscal¨ªa no fue, ¡°como parece, la turbina que movi¨® el motor de una maquinaria judicial, en el fondo y en las formas, de la ideolog¨ªa espa?ola dominante y dominadora en aquel momento¡±. Seg¨²n el autor, el proc¨¦s es la consecuencia de estrategias secretas urdidas en las cloacas del poder con oscuras intenciones. Instalado, aunque no lo reconozca, en la equidistancia entre la defensa del Estado y la Constituci¨®n y los delitos perpetrados por los l¨ªderes independentistas, asegura que ¡°tanto unos (unionistas) como otros (independentistas) juegan todo lo sucio que sea preciso para aminorar la musculatura del enemigo¡±. Y llega a asegurar que la Fiscal¨ªa se entreg¨® a la causa ¡°y no siempre a la estricta legalidad¡±. Como en alg¨²n momento del relato ¨¦l mismo proclama que ¡°la equidistancia pudre el periodismo¡±, deber¨ªa aplicarle el cuento a su propio an¨¢lisis.
Y es l¨¢stima porque en el libro hay algunas informaciones valiosas, especialmente en lo que se refiere a la corrupci¨®n galopante del nacionalismo pol¨ªtico catal¨¢n y sus progenitores. La familia Pujol y los colaboradores del un d¨ªa muy honorable presidente son caracterizados como una aut¨¦ntica banda criminal, seguramente con acierto. Y a estas alturas tampoco cabe duda de que sectores policiales, dirigidos a veces por el poder pol¨ªtico y otras por su propia avaricia, incurrieron en pr¨¢cticas delictivas a la hora de investigar los atentados contra la democracia. Pero la descalificaci¨®n general que hace de la judicatura, con excepciones puntuales, es un servicio innegable a la causa independentista en su esfuerzo por denigrar al tercero de los poderes de nuestro Estado democr¨¢tico. Por el momento, el m¨¢s firme e independiente defensor del mismo.
En opini¨®n de Qu¨ªlez, el Estado conoc¨ªa y pudo impedir los preparativos de la mascarada referendaria del 1 de octubre. ¡°Lo sab¨ªa y dej¨® que la sangre llegara al r¨ªo¡±, afirma. ¡°Los miles de polic¨ªas y guardias civiles inmersos en los dispositivos del 1-O (¡) hab¨ªan desayunado sangre¡±. Y concluye que, si fue ¡°impresionante y poderosamente efectiva¡± la movilizaci¨®n en el bando del proc¨¦s, ¡°la agitaci¨®n ejecutada por los afiladores de bayonetas del Estado espa?ol no se queda atr¨¢s¡±. A algunos les producir¨¢n irritaci¨®n estas descripciones dignas de un guion sobre la noche de Valpurgis. A m¨ª me parecen una co?a que nos permite valorar el equilibrio intelectual de quien las firma.
Equilibrio que aparenta buscar Catalu?a-Espa?a: ?del conflicto al di¨¢logo pol¨ªtico?, el volumen colectivo promovido por Pere Almeda i Samaranch, director del Centro de Estudios de Temas Contempor¨¢neos de la Generalitat. Intenta, seg¨²n ¨¦l, ¡°reflexionar y analizar el conflicto pol¨ªtico entre Catalu?a y Espa?a¡±, declaraci¨®n que comienza por deteriorar el mismo proyecto. No hay conflicto entre Espa?a y Catalu?a porque Espa?a nunca ha existido como tal separada de Catalu?a. El conflicto es entre un sector de la ciudadan¨ªa catalana y sus representantes pol¨ªticos con el Estado espa?ol. Y no hay tampoco ¡°persecuci¨®n penal del independentismo¡± como Almeda comenta. El gobierno de la comunidad aut¨®noma catalana est¨¢ ¨ªntegramente formado por independentistas que con toda libertad defienden y promueven sus objetivos y firman alianzas con sus presuntos opresores del Gobierno central. Desde semejantes prejuicios es dif¨ªcil plantear un debate constructivo como se pretende, pero en el libro se logra en bastante medida. Sin duda porque las incorrecciones cient¨ªficas del mencionado pr¨®logo se deben no tanto a debilidades intelectuales como a la obediencia debida de quien las firma. El volumen aporta puntos de vista diferentes, sugerentes unos, atrabiliarios otros, pero en general respetuosos con el contrario. Lo m¨¢s interesante me parece el cap¨ªtulo final sobre las posiciones en Europa acerca de los conflictos de soberan¨ªa. Singularmente interesante resulta el art¨ªculo de Michael Keating, catedr¨¢tico en Aberdeen y buen observador de los conflictos de Quebec, Escocia y Catalu?a. Analiza la confusi¨®n existente respecto al derecho de autodeterminaci¨®n, o la necesidad del consentimiento entre ganadores y perdedores en un refer¨¦ndum democr¨¢tico. Sobresale adem¨¢s la necesidad de reconocer la importancia del poder ¡°en un mundo en el que los argumentos sobre la soberan¨ªa llegan a ser abstrusos y casi metaf¨ªsicos¡± frente a la existencia de relaciones sociales econ¨®micas y pol¨ªticas. ¡°Sea cual sea la forma de abordar la organizaci¨®n del Gobierno, siempre crear¨¢ ganadores y perdedores y generar¨¢ otra ronda de confrontaci¨®n pol¨ªtica¡±. Pues ya explica F¨¦lix Ovejero en su l¨²cida aportaci¨®n que ¡°toda frontera es una anomal¨ªa moral¡±. Y ¡°levantar una frontera en una sociedad democr¨¢tica supone privar de derechos de ciudadan¨ªa a unos por decisi¨®n de otros¡±.
Del Tibidabo al mar?
RBA, 2021
208 p¨¢ginas. 18 euros
El contragolpe?
Pen¨ªnsula, 2021
320 p¨¢ginas. 17,90 euros
Catalu?a-Espa?a: ?del conflicto al di¨¢logo pol¨ªtico??
Catarata, 2021
752 p¨¢ginas. 28 euros
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