Robert Plant y Alison Krauss: la pareja perfecta que dignifica la m¨²sica de ra¨ªces
Los m¨²sicos regresan como d¨²o con nuevo disco despu¨¦s del gran ¨¦xito de su colaboraci¨®n en 2007
Pocas parejas musicales dieron tanto que hablar como ellos: Robert Plant y Alison Krauss. ?l, cantante de Led Zeppelin y dios bendito del rock de los setenta, cuando el rock era una religi¨®n. Ella, cantante y violinista de Union Station y estrella del bluegrass, g¨¦nero musical que forma parte de la identidad estadounidense como el ca?¨®n del Colorado de su paisaje. Ambos se juntaron en 2007, grabaron un disco y se convirtieron en la sensaci¨®n mu...
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Pocas parejas musicales dieron tanto que hablar como ellos: Robert Plant y Alison Krauss. ?l, cantante de Led Zeppelin y dios bendito del rock de los setenta, cuando el rock era una religi¨®n. Ella, cantante y violinista de Union Station y estrella del bluegrass, g¨¦nero musical que forma parte de la identidad estadounidense como el ca?¨®n del Colorado de su paisaje. Ambos se juntaron en 2007, grabaron un disco y se convirtieron en la sensaci¨®n musical del a?o, un d¨²o inaudito que acapar¨® portadas, reconocimientos desde todos los frentes y tantos ¨¦xitos en forma de premios que daba v¨¦rtigo mirar la lista. Sin embargo, tras un a?o de gira mundial repleta de aplausos, se separaron. No se volvi¨® a saber nada del t¨¢ndem Plant & Krauss, la pareja que dignific¨® la m¨²sica de ra¨ªces norteamericana con un toque maestro. Se separaron, pero solo fue un hasta luego. Nunca un adi¨®s definitivo. Porque la pareja perfecta ha vuelto.
¡°Siempre habl¨¢bamos de querer recuperar nuestra colaboraci¨®n, pero nunca concretamos una fecha. No tenemos agendas f¨¢ciles, pero tambi¨¦n es verdad que no quer¨ªamos hacerlo por obligaci¨®n. Ten¨ªa que ser natural. Cuando est¨¢s ocupado, est¨¢s ocupado. Tampoco ha sido problema esperar tanto¡±, explica Robert Plant (West Bromwich, 73 a?os) en conversaci¨®n por videollamada. El m¨²sico brit¨¢nico habla sentado junto a Alison Krauss (Decatur, 50 a?os). Ambos se conectan desde Nashville, cuna del country, lugar donde han grabado Raise the Roof, su nuevo ¨¢lbum, publicado en noviembre, que se col¨® en varias listas de lo mejor del a?o pasado para la prensa musical anglosajona. ¡°Nashville es el gran centro musical. Si tienes una idea, es un lugar perfecto para expandirla. Solo hace falta que levantes el tel¨¦fono, y, r¨¢pidamente, aparecer¨¢ gente preparada para ejecutar esa idea y adem¨¢s a?adir una nueva visi¨®n. M¨²sicos de sesi¨®n, compositores, arreglistas¡ Aqu¨ª, todo gira en torno a la m¨²sica¡±, se?ala Plant. A lo que Krauss interviene para a?adir: ¡°El anterior disco se grab¨® casi todo en Los ?ngeles, pero este nos pareci¨® bien hacerlo aqu¨ª. Pertenecemos a esta ciudad. Todos estamos conectados a ella. Incluso T-Bone Burnett vive en ella¡±.
T-Bone Burnett es el prestigioso productor del ¨¢lbum. Fue guitarrista de Bob Dylan y estuvo a los mandos del sonido de Roy Orbison, Elvis Costello, Diana Krall y Elton John en su asociaci¨®n con Leon Russell. Fue el elegido para producir y encargarse de Raising Sand, el anterior y alabado trabajo de Plant y Krauss, que gan¨® seis Premios Grammy en 2008, incluyendo ?lbum del A?o y Grabaci¨®n del A?o. Ahora vuelve a repetir con la pareja, despu¨¦s de haber hecho equipo tambi¨¦n con la cantante de bluegrass en la banda sonora de la pel¨ªcula Cold Mountain. ¡°Es una persona natural. Se trabaja muy bien con ¨¦l¡±, cuenta Krauss. ¡°Adem¨¢s, es alguien muy respetado en todas partes. Le respetan en el rock and roll, el country, el folk, el formato ac¨²stico¡, incluso en el cine. Cuando est¨¢s con ¨¦l, percibes esa naturalidad para entender la m¨²sica. Sugiere siempre cosas f¨¢ciles de entender, que encajan en la canci¨®n, haci¨¦ndola crecer con naturalidad. Es muy cuidadoso con todo, se fija en los detalles y es muy bonito tenerle cerca¡±.
¡°Toda esta m¨²sica est¨¢ en peligro¡±, lamenta Alison Krauss. ¡°Los locales, los sellos, los festivales¡ Antes hab¨ªa una escena¡±
Si en Raising Sand el d¨²o revisit¨® a artistas como Gene Clark, The Everly Brothers, Townes Van Zandt o Tom Waits, ahora Raise the Roof contiene nuevas versiones de los mismos The Everly Brothers, as¨ª como nombres importantes de la m¨²sica norte?americana como Merle Haggard, Calexico, Allen Toussaint o Bert Jansch. ¡°Ten¨ªamos muchas opciones sobre la mesa. Prevalecieron aquellas canciones con las que ten¨ªamos empat¨ªa¡±, explica Plant. ¡°Coraz¨®n¡±, dice en espa?ol. ¡°Cada canci¨®n elegida ten¨ªa que transmitir pasi¨®n, emoci¨®n, poder, un cierto drama. Tuvimos que parar en alg¨²n momento porque nos gustaban muchas, ?cierto?¡±. Krauss asiente y suelta entre risas: ¡°?Oh, s¨ª, nos daba para m¨¢s de un disco!¡±.
Al final, les han salido 14 canciones que, como en Raising Sand, vuelven a poner en valor la m¨²sica de ra¨ªces norteamericana, incluida ¡®High and Lonesome¡¯, compuesta por Plant junto a T-Bone Burnett. G¨¦neros como el country, el folk, el g¨®spel, el rhythm and blues o el soul se citan en las voces y el buen hacer de Krauss y Plant. Tambi¨¦n el blues, estilo indispensable del imaginario estado?unidense, solo que en esta ocasi¨®n fij¨¢ndose en una injusta desconocida: Geeshie Wiley, la ¡°enigm¨¢tica¡± cantante y compositora de Luisiana, en palabras de Plant, buceador de los sonidos del blues como ya demostr¨® con Led Zeppelin. Le apasiona y habla de ello sin medir el tiempo: ¡°Esta canci¨®n recuerda que el blues original siempre tuvo algo de m¨¢gico, de legendario. Era como una p¨®cima que tomaban los oyentes para conectar con otras realidades. Geeshie Wiley era una gran creadora, que transmiti¨® muy bien la realidad de la gente negra en el sur estadounidense, pero d¨¢ndole un toque de imaginaci¨®n. Nos han llegado poetas como Robert Johnson y Blind Willie Lemon, pero ella tambi¨¦n lo era¡±.
Durante la charla, el brit¨¢nico demuestra que la selecci¨®n corri¨® m¨¢s por su cuenta que por Krauss. Sin embargo, el t¨¢ndem se entiende a las mil maravillas. ¡°Soy afortunado¡±, dice ¨¦l sobre la oportunidad de cantar con ella otra vez. ¡°Yo soy muy fan de Robert¡±, sostiene ella. A lo que ¨¦l responde en broma que, realmente, tiene que serlo porque es muy dif¨ªcil cantar juntos: ¡°?Me equivoco muchas veces y ella tiene que arreglarlo!¡±. No es lo ¨²nico que parece que necesita ser arreglado. Ya sin iron¨ªa, Krauss agrava el tono de voz para asegurar que la m¨²sica que ellos defienden est¨¢ en v¨ªas de extinci¨®n: ¡°Toda esta m¨²sica est¨¢ en peligro. Los locales, los sellos, los festivales¡ Hab¨ªa una escena m¨¢s grande hace tiempo. Cuando empezamos con Union Station, hab¨ªa esa escena. Ahora vemos que la cosa ha ido menguando. Es una realidad. Hay que a?adir otro problema: la primera generaci¨®n de creadores se fue. Ya no est¨¢n. Eso tambi¨¦n es malo. La m¨²sica se va con ellos¡±. Y Plant remata: ¡°No conozco este circuito como ella. He estado en un pu?ado de festivales, pero si me fijo en mi pa¨ªs (Reino Unido) estamos hablando de una historia de terror¡±.
Una historia que tiene en esta pareja un t¨¢ndem extraordinario, de dos luchadores entusiastas, dos voces a contracorriente de los tiempos, que, en el caso de Robert Plant, va en la direcci¨®n opuesta de lo que todos esperan de ¨¦l y de los inmensos cheques sobre la mesa que cada a?o le ofrecen para reunirse otra vez con Led Zeppelin. ?Sigue descartando la gran reuni¨®n? ¡°?Ya no soy marinero, ahora soy capit¨¢n!¡±, brama Plant con una risa pirata y en un buen espa?ol, como para que quede muy claro.
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