La muerte dormida de los ni?os de la guerra
¡®S¨ªndrome de gel¡¯ consigue poner al espectador ante el doble rasero que Europa aplica a los refugiados
El teatro puede ser un poderoso ant¨ªdoto contra la indiferencia. Lo es S¨ªndrome de gel, obra escrita a cuatro manos por el poeta y periodista palestino Mohamad Bitari y la psic¨®loga, dramaturga y directora teatral catalana Cl¨¤udia Ced¨® que muestra con dureza una de las consecuencias emocionales de la crisis migratoria: el s¨ªndrome de la resignaci¨®n, una enfermedad que lleva a ni?os refugiados procedentes del Este y de Siria a una letargia en respuesta al trauma del desarraigo y el miedo a la deportaci¨®n.
El montaje, dirigido con absoluto acierto por Xicu Mas¨®, sacude porque te saca de una peligrosa zona de confort. Una cosa es seguir en directo el drama de la guerra a trav¨¦s de los medios, con indignaci¨®n y rabia, y otra tomar conciencia de la desesperaci¨®n de quienes padecen sus consecuencias en carne viva y llegan en busca de ayuda a nuestra privilegiada sociedad.
Como ya hizo con El metge de Lampedusa, Mas¨® aborda otra vez la crisis migratoria, centrando ahora su mirada en el estudio de la doctora Elisa?beth Hultcrantz sobre el s¨ªndrome de la resignaci¨®n, observado ya en Suecia en los a?os noventa del siglo XX.
La acci¨®n nos sit¨²a en un hospital de Malm? al que llega una familia huida de la guerra de Irak integrada por Eman Hajji y sus hijas Baran y Ginar. Han recibido por carta la negaci¨®n del permiso de residencia y Baran, que ha traducido la carta a su madre, que solo habla ¨¢rabe, se ha puesto enferma: no habla, no juega, no hace nada. Empieza un nuevo calvario.
Mas¨®, Ced¨® y Bitari construyen una met¨¢fora sobre la angustia de los que viven atenazados por el miedo de ser deportados. La obra transcurre en una Suecia que, con el crecimiento de la ultraderecha, va liquidando la sociedad del bienestar con nuevas pol¨ªticas para frenar la llegada de refugiados.
A partir del libro de la doctora Hultcrantz, usado como fondo documental, los autores construyen una obra cargada de poes¨ªa, emoci¨®n y verdad. De hecho llega a meterse en la mente de esos cuerpos que han dicho basta ante la violencia del desarraigo y se desconectan del mundo en una especie de muerte dormida que a todos nos interpela. ?Y si fueran ni?os suecos? ?Por qu¨¦ no ayudamos a todos los refugiados con la misma solidaridad que, por fortuna, ahora reciben los que huyen de Ucrania?
La actriz Asma Ismail lo dice todo con su mirada y su voz, reflejo de la rabia de una madre. Aunque habla en ¨¢rabe. Otro personaje traduce sus mon¨®logos, Lamya al Abed, una joven con nacionalidad sueca reci¨¦n operada que ha conocido a esta familia en el hospital y va descubriendo en los diarios que le dej¨® su padre el drama de los refugiados. En una actuaci¨®n que va a m¨¢s, Manar Taljo se mete en la piel de este personaje, clave como narradora, que nos pone frente al espejo de la indiferencia. Hay poes¨ªa en los di¨¢logos so?ados de Giran y Baran, interpretados con contenci¨®n por Roc Mart¨ªnez y Jana Punsola. El trabajo de equipo en esta obra coral es notable: en las caracterizaciones priman la sobriedad y la naturalidad, con rayos de humor que alivian la desaz¨®n.
S¨ªlvia Albert Sopale encarna a la psiquiatra Margaret L?ckberg y Carles Mart¨ªnez da vida al conformista doctor Christopher R?ckstr?m, que prefiere mirar a otro lado cuando asoman el racismo y la injusticia en el hospital que dirige. Sus di¨¢logos son divertidos, aunque bajo el humor asoman los efectos de la indiferencia. Hay aplomo y fino sentido teatral en sus actuaciones y en las de Muntsa Alca?iz ¡ªborda el papel de la doctora Agatha Bloom, jubilada que lleva a?os tratando el s¨ªndrome del desarraigo¡ª y Judith Farr¨¦s como Linda Mattson, trabajadora social harta de luchar contra las autoridades.
El espacio esc¨¦nico dise?ado e iluminado por Laura Clos ambienta y facilita el r¨¢pido cambio de escenas ¡ª?sala del hospital, despacho, habitaci¨®n, apartamento familiar¡ª de un relato que Mas¨® dirige con ritmo ¨¢gil y bien ajustado, sobrio en las formas, pero visceral en su grito contra la violencia.
¡®S¨ªndrome de gel¡¯. Texto: Mohamad Bitari y Cl¨¤udia Ced¨® Direcci¨®n: Xicu Mas¨®. Teatre Lliure Barcelona. Hasta el 24 de abril.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.