Henry Wessel, una mirada m¨¢s all¨¢ del pensamiento
El Centro Jos¨¦ Guerrero dedica una retrospectiva al fot¨®grafo estadounidense, que durante los a?os setenta document¨® el latido de ?merica a trav¨¦s de su luz
En enero de 1969, Henry Wessel (Taeneck, Nueva Jersey, 1942-San Francisco, 2018) lleg¨® a Los ?ngeles escapando del crudo invierno gris del estado de Nueva York. Era su primer viaje al Oeste, nada m¨¢s descender del avi¨®n comenz¨® a fotografiar. El d¨ªa era n¨ªtido y luminoso y la luz adquir¨ªa tal presencia f¨ªsica que parec¨ªa que uno pod¨ªa apoyarse en ella. ¡°Los ojos abiertos, receptivos, percibiendo, y, en cierto modo, conectando. Es emocionante estar fuera de la mente propia, y que la mirada llegue m¨¢s lejos que los pensamientos¡±, recordaba el artista d¨¦cadas m¨¢s tarde.
As¨ª, buena parte de...
En enero de 1969, Henry Wessel (Taeneck, Nueva Jersey, 1942-San Francisco, 2018) lleg¨® a Los ?ngeles escapando del crudo invierno gris del estado de Nueva York. Era su primer viaje al Oeste, nada m¨¢s descender del avi¨®n comenz¨® a fotografiar. El d¨ªa era n¨ªtido y luminoso y la luz adquir¨ªa tal presencia f¨ªsica que parec¨ªa que uno pod¨ªa apoyarse en ella. ¡°Los ojos abiertos, receptivos, percibiendo, y, en cierto modo, conectando. Es emocionante estar fuera de la mente propia, y que la mirada llegue m¨¢s lejos que los pensamientos¡±, recordaba el artista d¨¦cadas m¨¢s tarde.
As¨ª, buena parte de la vida del fot¨®grafo transcurri¨® con su Leica en la mano, intentando trasladar la luz del sol a sus fotograf¨ªas ¡ªuna luz tan generosamente descriptiva en las zonas de claridad como en las sombras¡ª, con el fin de dotar a las im¨¢genes de ¡°una cualidad f¨ªsica cercana a la materialidad del mundo¡±. La experiencia de fotografiar fue algo siempre placentero para este autor, a quien Lee Friedlander se refer¨ªa como el ¡°Photo Buda¡±, y cuyas observaciones sutiles y directas, trascend¨ªan la an¨¦cdota para capturar el paisaje social de la Am¨¦rica de los setenta. ¡°Pensar es m¨¢s interesante que saber, pero menos interesante que mirar¡±, sol¨ªa recordar citando a Goethe. La obra del fot¨®grafo ver puede verse en el Centro Jos¨¦ Guerrero de Granada bajo el t¨ªtulo M¨¢s all¨¢ del estilo documental.
Wessel lleg¨® a la fotograf¨ªa siguiendo la estela de aquella generaci¨®n de la posguerra entre quienes se encontraban Diane Arbus, Lee Friedlander y Garry Winogrand, protagonistas de New Documents, la hist¨®rica muestra comisariada en 1967 por John Szarkowski en el MoMA, considerada como un manifiesto de la nueva fotograf¨ªa documental. Con Friedlander y Winogrand ¡°compartir¨ªa la inquietud por no positivar nada que no fuera trivial, ordinario o familiar¡±, destaca Jean- Christophe Blaser, comisario de exposici¨®n junto con Nathalie Pariente. Cinco a?os m¨¢s tarde, en 1972, Wessel ver¨ªa su obra colgada en el museo neoyorquino. Con tan solo treinta a?os celebraba su primera exhibici¨®n individual, y su prestigi¨® como fot¨®grafo quedar¨ªa consolidado en 1975, cuando fue invitado a formar parte de New Topographics: Photographs of a Man Altered- Landscape, una muestra que revolucionaria el g¨¦nero paisaj¨ªstico. ¡°Se trataba de una exposici¨®n muy conceptual. Romp¨ªa con la tendencia de los fot¨®grafos americanos a celebrar los espacios naturales para centrarse en un tipo de paisaje sin ning¨²n tipo de atractivo aparente, que mostraba suburbios y zonas industriales¡±, se?ala Blaser. Robert Adams, Lewis Baltz, Nicholas Nixon, Stephen Shore y Bernd & Hilla Becher se encontraban entre los participantes. ¡°Todos persegu¨ªan aspectos impersonales en su obra, pero aun as¨ª se apreciaban las diferencias de estilo. Shore se diferenciaba en su uso del color y Wessel se distanciaba de la fotograf¨ªa negra y contrastada de la ¨¦poca. Destacan sus cielos, blancos, sin nubes y muy neutrales, una visi¨®n que comparte con los Becher¡±, a?ade el comisario.
M¨¢s all¨¢ de lo documental re¨²ne obra que va desde finales de los sesenta hasta los ochenta, y supone una oportunidad para matizar el concepto de fotograf¨ªa documental consolidado en los a?os setenta. ¡°Hemos visualizado la muestra como un diccionario de las ideas presentes en la obra de Wessel¡±, subraya Blaser. As¨ª, a las 57 fotograf¨ªas del autor se suman otras de distintos fot¨®grafos con quienes mantuvo un di¨¢logo estrecho y contextualizan su obra. Entre ellos encontramos a Adams, Nixon, Arbus, Friedlander, Bern & Hilla Becher, Ed Ruscha, y Walker Evans.
City Beach, (1976), expresa muy bien la relaci¨®n de Wessel con la luz. ¡°La intensa luz de California se convierte en materia prima en su obra¡±, destaca Pariente. ¡°El fot¨®grafo hace uso de ella para destruir las formas, as¨ª los ba?istas del fondo desaparecen. Es un gesto muy libre, comparable a la forma en la que Shore utiliza el color. En Mid West, (1977) se muestra la intersecci¨®n de una carretera, un paisaje adusto y vac¨ªo, donde el limpio cielo es atravesado por un cable del que cuelgan tres sem¨¢foros. ¡°Se podr¨ªa establecer un paralelismo con los m¨®viles de Calder¡±, apunta Blaser. ¡°La sobriedad recuerda y parece responder al arte minimalista, cuyo objetivo era despertar la consciencia del espacio en el espectador. La d¨¦cada de los setenta se caracteriz¨® como una ¨¦poca de gran intercambio entre los artistas. Muchos se mostraban muy interesados por la fotograf¨ªa, buscando alejarse de la subjetividad y el expresionismo del arte de la posguerra. Persegu¨ªan algo m¨¢s neutral e informal, y la fotograf¨ªa ofrec¨ªa un buen campo para ello. En Wessel encontramos mucha influencia de la escultura y del Land Art. Se palpa en esos ¨¢rboles desnudos y de sencillos vol¨²menes. Un modus operandi que se hace eco del proyecto de los Becher, quienes utilizaron la fotograf¨ªa para crear escultura¡±.
La muestra ha permitido ahondar en los v¨ªnculos establecidos por Wessel con el proceso de creaci¨®n literaria, en particular con el poeta modernista William Carlos Williams, que se alej¨® del lirismo de Shakespeare, para adoptar un ingl¨¦s vern¨¢culo y comprensible para todos. ¡°Los finales de los sesenta y principios de los setenta se distinguen por los movimientos contestatarios. La fotograf¨ªa documental cobra entonces mucha importancia, ya que es un momento en que los artistas buscan establecer un lenguaje lo m¨¢s cercano posible a lo que est¨¢n viviendo¡±, se?ala Pariente. ¡°As¨ª tanto la fotograf¨ªa como la literatura persigue nuevas formas, un lenguaje vern¨¢culo y especifico del territorio americano, sin el filtro de los sentimientos, de la memoria y de la poes¨ªa. Lo que cuenta es el objeto, y contenido po¨¦tico en s¨ª de dicho objeto. Tiene mucho que ver con el distanciamiento del lirismo emprendido por Ansel Adams, pero cuarenta a?os m¨¢s tarde. Wessel era tambi¨¦n un ferviente admirador de la novela negra, un g¨¦nero dirigido al lector de a pie, a quien llegaba en publicaciones baratas, como las revistas pulp, al alcance de todos los bolsillos. Hab¨ªa algo muy democr¨¢tico, una noci¨®n de igualdad que resonaba en la novela policiaca, as¨ª como en otras disciplinas art¨ªsticas¡±.
Santa Barbara, California (1977) muestra a un hombre contemplando el vuelo de unos p¨¢jaros. El fot¨®grafo se hab¨ªa acercado a la escena mientras las aves picoteaban entre las plantas, pero disparar¨¢ en el momento en que estas retoman el vuelo. ¡°La imagen esconde el flujo del tiempo¡±, destaca Pariente. ¡°Lo que m¨¢s impacta de Wessel es su capacidad de maravillarse. Lo hace cuando descubre la fotograf¨ªa, cuando descubre la luz de California, y de forma habitual en sus paseos cuando alcanza a contemplar la poes¨ªa interna del mundo. Se trata de una obra altamente receptiva que encierra en s¨ª cierto idealismo y en este sentido se aleja de lo documental¡±.
¡®Henry Wessel, M¨¢s all¨¢ del estilo documental¡¯. Centro Jos¨¦ Guerrero. Granada. Hasta el 29 de mayo.
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