Robert Adams: arte para mejorar el mundo
Una colecci¨®n de ensayos escritos por el fot¨®grafo insiste en la necesidad de un arte que d¨¦ significado a la vida en una sociedad decepcionada
Lleva vagando m¨¢s de cuatro d¨¦cadas por el oeste americano. Ha fotografiado en blanco y negro sus vastas praderas, sus r¨ªos y sus bosques, as¨ª como sus carreteras y poblaciones, dejando testimonio del deterioro de un paisaje cuya belleza se desvanece en manos de una sociedad consumista e industrializada. Robert Adams (Nueva Jersey, Estados Unidos, 1937) persigue la belleza, en la que encuentra la confirmaci¨®n del significado de la vida. "?Qui¨¦n podr¨ªa pasar sin ella?", se pregunta.
Comenz¨® a practicar la fotograf¨ªa con la intenci¨®n de documentar todo aquello que ayudase mantener la esperanza, el misterio y la belleza en el mundo, y mientras en su camino encontraba evidencia de todo lo contrario concluy¨® que esto tambi¨¦n podr¨ªa encajar en su fotograf¨ªa, siempre y cuando fuese veraz y ¨²til. ¡°Es la responsabilidad del artista prestar atenci¨®n al mundo, placentero o no, y ayudarnos a vivir de forma respetable¡±, escribe en Art Can Help, una peque?a colecci¨®n de ensayos que surge como respuesta a los derroteros que est¨¢ tomando el mundo y el prop¨®sito de agitar nuestra consciencia. En ella el autor subraya la capacidad del arte para otorgar sentido a la vida dentro de una sociedad desilusionada. ¡°En una era de armas nucleares, sobrepoblaci¨®n, y calentamiento global, necesitamos m¨¢s que nunca aquello que el arte sol¨ªa proporcionar¡±.
Cuando a los diez a?os Robert Adams (1937) se mud¨® junto a su familia de Nueva Jersey a Wisconsin, el principal paliativo para la a?oranza de su tierra natal fue el accidental descubrimiento de la obra de Edward Hopper. A trav¨¦s de las obras del pintor americano, el fot¨®grafo no solo lleg¨® a comprender la capacidad de la luz para trasformar las cosas, sino tambi¨¦n que ¡°es posible expresar, sin sentimentalismo, el afecto por los lugares que eran hermosos de forma natural. Uno no deb¨ªa avergonzarse de tener coraz¨®n¡±. As¨ª, el autor propugna aquel arte que ¡°nos estimula hac¨ªa la gratitud y el compromiso y es tan personal como una consecuencia c¨ªvica¡±, al tiempo que cr¨ªtica abiertamente la tendencia hacia aquello f¨¢cil y vac¨ªo que distrae y ridiculiza nuestras expectativas, en la que incluye las obras de Jeff Koons y Damien Hirst, ¡°nacidas del cinismo y propias del nihilismo¡±.
Publicado por The Yale University Art Gallery, Art Can Help sintetiza un recorrido por la historia de la fotograf¨ªa a trav¨¦s de breves anotaciones sobre m¨¢s de treinta fotograf¨ªas que incluyen a Julia Margaret Cameron, Edward Curtis, Abelardo Morell, Nicholas Nixon, Garry Winogrand, Dorothea Lange , John Szarkowski y Emmet Gowin, entre otros, as¨ª como algunas de aquellos dotados amateurs que nos recuerdan que ¡°hist¨®ricamente el medio ha estado abierto en especial a los visionarios marginales¡±. M¨¢s de la mitad de los escritos son in¨¦ditos. En ellos resuenan las voces de Virginia Woolf, Czeslaw Milosz o George Herbert apremi¨¢ndonos a aprender a ver. Delatan el pasado del autor como profesor de literatura, quien con tanta sencillez como profundidad nos ense?a no solo a leer la est¨¦tica de las im¨¢genes y a entender los vericuetos del medio fotogr¨¢fico, sino que nos desaf¨ªa como seres humanos.
Su visi¨®n del arte es esencialmente humanista, determinada por un sentido del deber y de forma continuada nos enfrenta a las contradicciones del progreso. De esta manera, en la imagen de Garry Winogrand tomada a trav¨¦s del parabrisas de un coche, en la que un ternero est¨¢ a punto de ser atropellado comenta: ¡±Las fotograf¨ªas nos mantienen vivos invalidando todas las garant¨ªas de los conductistas por las cuales nunca somos culpables¡±.
La belleza es un misterio que encierra una promesa. ¡°Mas que cualquier otra cosa, la belleza es aquello que distingue al arte¡±, escribe Adams. Aun as¨ª, ¡°para muchos artistas, es la voz que surge del torbellino¡±. De la misma forma, el autor nos recuerda que para el artista cualquier cosa adquiere una importancia inconmensurable, recordando al espectador que al abrir los ojos lo bello se encuentra en todas partes.
¡°Somos en gran medida la suma de los lugares por los que hemos andado. Y debido a que el terreno se torna tan contradictorio ¨C pac¨ªfico aqu¨ª terror¨ªfico all¨¢- cuanto m¨¢s andamos menos estamos predispuestos a afirmar qu¨¦ sabemos¡±, escribe Adams en el ep¨ªlogo. Aun as¨ª, es necesario definir el arte. ¡°El arte no es meramente cualquier cosa¡±, destaca el fot¨®grafo recordando una escena del documental El sol del membrillo en la que el pintor Antonio L¨®pez haciendo referencia a la obra en la que trabaja, dice : ¡°Esto ser¨ªa divertido si no fuese tan serio¡±.
Art Can Help. Robert Adams. Yale University Art Gallery. 88 p¨¢ginas. 21 euros.
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