¡®La plenitud del vac¨ªo¡¯, el amor en la vejez

Juan Antonio Masoliver R¨®denas (Barcelona, 1939) es poeta de larga y s¨®lida trayectoria pese a estar ausente de los recuentos generacionales al uso. De ello advirti¨®, hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna (¡°ni por edad ni por el car¨¢cter de su obra¡±, subray¨®) en el pr¨®logo a su Poes¨ªa reunida (1999). Conocido, ante todo, como ensayista y cr¨ªtico de narrativa, aparte de su labor c...

Juan Antonio Masoliver R¨®denas (Barcelona, 1939) es poeta de larga y s¨®lida trayectoria pese a estar ausente de los recuentos generacionales al uso. De ello advirti¨®, hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna (¡°ni por edad ni por el car¨¢cter de su obra¡±, subray¨®) en el pr¨®logo a su Poes¨ªa reunida (1999). Conocido, ante todo, como ensayista y cr¨ªtico de narrativa, aparte de su labor como catedr¨¢tico de literatura espa?ola e hispanoamericana en la Westminster University de Londres, Masoliver R¨®denas es coet¨¢neo de los ¡°senior¡± de la leva nov¨ªsima. Sin embargo, su poes¨ªa, desde el principio, estuvo lejos del enfoque culturalista para acercarse m¨¢s a la tradici¨®n asentada en po¨¦ticas m¨¢s expl¨ªcitas y vivenciales.

La plenitud del vac¨ªo, t¨ªtulo que parece prolongar el de su poemario anterior, La negaci¨®n de la luz (2017), es un libro que canta al amor en el umbral de la vejez: el amor sensual, la complicidad, carnal y emocional, con la amada, todo ello te?ido con el tono sombr¨ªo que aporta la certeza de la muerte, algo de lo que el poeta solo se salva en la memoria de la felicidad y en el miedo a su extinci¨®n: ¡°Y ahora soy el viejo / que busca en las ventanas / las tetas perdidas para siempre¡±.

La lucidez tiene en la iron¨ªa un punto de crueldad, de autocastigo, una mezcla de fervor y descreimiento hacia el propio poema

Es la de Masoliver R¨®denas una poes¨ªa de palabra austera y precisa, contundente, en la que, sin embargo, asoman la ternura, la debilidad, el estremecimiento ante las verdades (quiz¨¢ las ¨²nicas verdades) de la vida: la amistad, el sexo, los v¨ªnculos familiares (el padre y la madre muertos), la decrepitud, las p¨¦rdidas. La lucidez tiene en la iron¨ªa un punto de crueldad, de autocastigo, una mezcla de fervor y descreimiento hacia el propio poema como v¨ªa de perduraci¨®n (¡°Hoy he escrito un poema / y lo he borrado / para no dejar testimonio / del dolor que pesa / sobre cada uno de nosotros¡±).

M¨¢s all¨¢ de ese hilo conductor, que recorre su poes¨ªa desde sus primeros libros, La plenitud del vac¨ªo tiene paradas emocionantes en la memoria. La casa de Bad¨ªa, las calles de Masnou, el mar de Altea, la playa de Ocata¡­ Y sutiles homenajes, fervorosas muestras de amistad, a quienes, al menos en parte, dieron sentido a la existencia: de Gimferrer a Pitol, de S¨¢nchez Robayna a Marti de Riquer, entre otros. Un poeta al margen que ara?a, con tierna amargura, en la centralidad de la vida.

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.