La nueva independencia (art¨ªstica) de Centroam¨¦rica
Numerosos nuevos espacios culturales abren sus puertas para una generaci¨®n de creadores que enfrentan la pasividad institucional
En el lapso de dos semanas tiene lugar en Costa Rica una exposici¨®n de Emma Segura en una sala repleta de p¨²blico que asiste a la inyecci¨®n de hormonas de Damian Podrido, una persona trans, musicalizada por Nnn, y poetizada con las palabras de AnCe, una inauguraci¨®n en Nicaragua con obras de Federico Alvarado, Ricardo Huezo y Marcos Agudelo con la performance musical de Somoto Blues Band (con los m¨ªticos Alfredo Caballero y Ra¨²l Quintanilla ocultos con m¨¢scaras), o un taller de autodefensa para mujeres y ni?as en el marco de la primera retrospectiva de Regina Jos¨¦ Galindo en su ciudad, Antigua, en Guatemala, en La Nueva F¨¢brica. La agenda art¨ªstica se cubre de equis en Centroam¨¦rica, a pesar de la debilidad cultural institucional, educativa y presupuestaria. Desde el 2018, la regi¨®n est¨¢ viviendo una eclosi¨®n de nuevos espacios independientes que concentran el empuje de una generaci¨®n de artistas que necesitan conectar y conectarse.
En Tegucigalpa Jose C¨¢ceres acaba de abrir Solamente, lugar de exhibici¨®n que, en palabras de su fundador, busca ¡°transformarse en una comunidad basada en la afectividad y el reconocimiento mutuo, en la hospitalidad y solidaridad.¡± C¨¢ceres ha regresado de Suiza, donde realiz¨® sus estudios curatoriales, a poner en marcha su sue?o olvidando Europa, ¡°no como despecho, sino como desaprendizaje¡±, en un contexto que carece de este tipo de iniciativas m¨¢s all¨¢ de la labor de LL Proyectos o el Centro Cultural de Espa?a. La crisis sanitaria ha propiciado oportunidades, como ocurri¨® con Cero_uno, que abri¨® su sala en un edificio abandonado tras la quiebra de varios comercios el a?o pasado, y espoleado el ingenio, como afirma Natalia Dom¨ªnguez, directora de Ensayo y Error, del Salvador: ¡°La pandemia vino a enriquecer porque encontramos nuevos formatos para crear m¨¢s alianzas¡±. Su impulso surge como respuesta a la precariedad de proyectos formativos, y se centra en promover eventos ef¨ªmeros y, como ella define, ¡°curadur¨ªas con m¨¦todos horizontales¡±. Instancias colectivas que ofrecen posibilidades a los artistas locales, como ocurre en La F¨¢brica, un galp¨®n dedicado a encuentros, exposiciones y talleres administrado por el artista Ronald Mor¨¢n con la ayuda del artista Antonio Romero, quien lamenta la falta de inter¨¦s de la empresa privada y de colaboraci¨®n entre vecinos: ¡°El gran sue?o moraz¨¢nico no ha tenido eco en la regi¨®n, cada pa¨ªs funciona como un peque?o territorio que no quiere o no puede aliarse con el resto. La realidad de los pa¨ªses centroamericanos es la urgencia, el d¨ªa a d¨ªa, y por eso es dif¨ªcil pensar en proyectos de largo plazo o de articulaci¨®n regional.¡± Lo dice desde Salvador, pa¨ªs en el que los artistas recibieron una subvenci¨®n (Bandesal) para pailar las desastrosas consecuencias de la covid.
En otros lugares, como en Nicaragua, nadie recibi¨® nada. La situaci¨®n es all¨ª extrema tras las protestas del 2018, que asfixiaron las libertades individuales y colectivas. Lo sabe bien Emilia Yang Rappaccioli, directora de AMA y No Olvida, Museo de la Memoria contra la Impunidad, creado tras el conflicto como lucha contra la opresi¨®n gubernamental: ¡°La cifra de v¨ªctimas es m¨¢s de trescientos, cuya existencia es rechazada por el gobierno. Adem¨¢s, neg¨® a las familias de las v¨ªctimas el derecho al duelo, ya que entierros, vigilias y misas est¨¢n criminalizadas.¡± Ella habla ahora desde el exilio, y en la distancia celebra la aparici¨®n de nuevos espacios en la regi¨®n: ¡°Hay una gran necesidad de poner en marcha estrategias y acciones con enfoque de derechos humanos, g¨¦nero, ¨¦tnico, racial y sexual que permitan una mayor inclusi¨®n y diversidad de vivencias¡±. Bajo esa ¨®ptica Jilma Estrada origin¨® en Managua Espacio Disponible, posible gracias al perfil de los impulsores: ¡°Tenemos la oportunidad de trabajar fuera de las din¨¢micas burocr¨¢ticas de las instituciones culturales de cooperaci¨®n internacional o las pol¨ªticas¡±. Poco a poco va formando espectadores, algo dif¨ªcil en Nicaragua, donde, seg¨²n afirma, ¡°la calidad de la ense?anza de arte es bastante b¨¢sica, lo que dificulta la generaci¨®n de un p¨²blico consumidor del mismo¡±.
El epicentro art¨ªstico en la ¡°cintura¡± de Am¨¦rica ha pasado de Costa Rica a Guatemala. All¨ª no s¨®lo abren instancias desde lo independiente (como Espacio C/, Perjura Proyecto, Osmosis, Las Revueltas o el Museo del Mundo), sino galer¨ªas comerciales. Rebelde nace por iniciativa de Jimena de Tezanos, interesada en ¡°crear un puente cultural para poder generar intercambios entre artistas contempor¨¢neos guatemaltecos y artistas e instituciones de otras partes de Latinoam¨¦rica¡±. Las galer¨ªas, en su opini¨®n, est¨¢n cubriendo huecos, convirti¨¦ndose en centros culturales, con un programa educativo. Las formas de financiaci¨®n obligan a repensar el modelo de negocio. Satis.FACTORY, en San Jos¨¦, logra mantenerse gracias al alquiler de su espacio para emprendimientos de dise?o en formato pop-up, destinando los metros cuadrados a exposiciones cuando tienen la capacidad de hacerlo: ¡°Hay un cierto renacimiento cultural pospandemia¡±, confirma Erika Martin, su generadora, que encabeza un proyecto flexible pero con las ideas claras, ante la descoordinaci¨®n de los centros oficiales: ¡°un cambio de direcci¨®n, al igual que la ausencia o falta de fondos no son excusas para que una instituci¨®n no tenga identidad o claridad en cuanto a cu¨¢les son sus funciones o deberes principales¡±. Satis.FACTORY engranda la n¨®mina de posibilidades costarricenses, junto con Temporal, La Ruidosa Oficina, Casa.Ma, Pasaje Cristal, La Guaria C¨®smica, Cabeza de Pl¨¢stico o Colectivo Hapa. Centroam¨¦rica, esa ¡°ficci¨®n operativa¡±, como alg¨²n d¨ªa la llam¨® Virginia P¨¦rez-Ratton, funciona a toda m¨¢quina.
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