¡®Filosof¨ªa de la religi¨®n¡¯, el matadero del mundo

?Otro libro sobre Dios? Seg¨²n se mire, ni siquiera es un libro sobre la religi¨®n, pese a que, como ya apunt¨® Emil Cioran, mientras m¨¢s se alejan los hombres de Dios, m¨¢s avanzan en el conocimiento de las religiones. Liberada del nacionalcatolicismo, es un hecho que desde hace d¨¦cadas aumenta en Espa?a ese inter¨¦s. ?Por qu¨¦? La proclamaci¨®n es de Feuerbach: ¡°Si el hombre no tuviera que morir, no habr¨ªa religi¨®n¡±.

Cuando la Ilustraci¨®n y la modernidad empezaron a hacerse preguntas con libert...

?Otro libro sobre Dios? Seg¨²n se mire, ni siquiera es un libro sobre la religi¨®n, pese a que, como ya apunt¨® Emil Cioran, mientras m¨¢s se alejan los hombres de Dios, m¨¢s avanzan en el conocimiento de las religiones. Liberada del nacionalcatolicismo, es un hecho que desde hace d¨¦cadas aumenta en Espa?a ese inter¨¦s. ?Por qu¨¦? La proclamaci¨®n es de Feuerbach: ¡°Si el hombre no tuviera que morir, no habr¨ªa religi¨®n¡±.

Cuando la Ilustraci¨®n y la modernidad empezaron a hacerse preguntas con libertad, la teolog¨ªa fue vencida por la filosof¨ªa. Hegel lo expres¨® con contundencia: ¡°Hay que echar a los te¨®logos de todas partes a latigazos¡±. Suya es la reflexi¨®n que desemboca en calificar la religi¨®n como ¡°el matadero del mundo¡±, porque cada una de las confesiones se dec¨ªa ¡°la ¨²nica verdadera¡±, crey¨¦ndose con derecho a matar a quienes lo negasen.

Antes que Hegel hab¨ªan filosofado teol¨®gicamente Kant y Hume. Son la gran tr¨ªada de una especialidad que es hoy asignatura en varias universidades espa?olas, la primera vez en la UNED, donde Manuel Fraij¨® Nieto (Guadalc¨¢zar, C¨®rdoba, 1941) fue decano de la Facultad de Filosof¨ªa y profesor de esa asignatura, es decir, un pionero. Estudi¨® en Alemania con los grandes te¨®logos y fil¨®sofos de la religi¨®n modernos y ahora publica Filosof¨ªa de la religi¨®n. Historia, contenidos, perspectivas. Es un libro de libros. Adem¨¢s de incluir la historia de esta disciplina, con sus precursores y las figuras m¨¢s destacadas, se adentra en los factores que provocan la irrupci¨®n de los fil¨®sofos en ese debate. Hab¨ªa cansancio de lo divino y anhelo de lo humano. Los dioses no tienen religi¨®n, hab¨ªa llegado la hora de que los humanos tomasen la palabra.

Volvamos a Dios, Yahveh, Al¨¢ y a tantas otras divinidades como tradiciones religiosas hay en el mundo (unas 10.000 religiones, el doble que lenguas). La gran cuesti¨®n es por qu¨¦ existe el mal, la enfermedad, los terremotos, las pandemias, las guerras. Se sigue matando en nombre de alguno de esos dioses, pero, aun en los peores escenarios, la filosof¨ªa, es decir, el reino de la raz¨®n, no para de avanzar, derribando principios que ahora parecen incre¨ªbles. Fraij¨® pone como ejemplo el conflicto entre ciencia y religi¨®n, que durante la Edad Media y el Renacimiento se situaba sobre todo en el ¨¢mbito de la medicina. Se debat¨ªa si deb¨ªa curarse a los enfermos. Si la enfermedad era, como se cre¨ªa, un castigo divino, ?hab¨ªa derecho a enmendar la plana a Dios? Nada de vacunas contra la viruela. ¡°Dios protege a quien quiere¡±, era la escapatoria teol¨®gica. Si hab¨ªa creado un mundo con epidemias, no era l¨ªcito rectificar sus planes. Si dispuso de los rayos para castigar a quien quisiera, qui¨¦n era Franklin para ponerle obst¨¢culos inventando el pararrayos. Los te¨®logos, disciplinados, siempre ten¨ªan respuestas. La epidemia de c¨®lera de 1832 fue tomada como un castigo divino por la revoluci¨®n de 1830.

Se dec¨ªa que quien conoce el cristianismo conoce todas las religiones. Fraij¨®, estudiando a fondo la moderna ciencia de las religiones, replica que quien conoce solo una religi¨®n no conoce ninguna. Ernest Renan a?ade que cuando mejor se conoce una religi¨®n es cuando se la abandona. Toda religi¨®n posterior es una herej¨ªa de la anterior. Todas nacieron como sectas. El cristianismo es una herej¨ªa del juda¨ªsmo; el budismo lo es del hinduismo; el islam, del juda¨ªsmo y el cristianismo. Todas heredan elementos esenciales de las anteriores. Ninguno de los grandes fundadores espirituales de Oriente y Occidente ¡ªConfucio, Buda, Zaratustra, Mois¨¦s, Jes¨²s¡ª sab¨ªa de los dem¨¢s, pero todos predican pr¨¢cticamente lo mismo.

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