Gecko Turner, el secreto mejor guardado de la m¨²sica espa?ola

Es su primer ¨¢lbum original desde 2015, pero, en verdad, Somebody from Badajoz (Lovemonk) no se diferencia esencialmente de anteriores discos de Gecko Turner, con su imaginativas reelaboraciones del soul y m¨²sicas afroamericanas y su gestaci¨®n ambulante, en pos de las aportaciones de instrumentistas y cantantes de los m¨¢s diversos or¨ªgenes.

Pero tambi¨¦n siente la nostalgia por los viejos modos de trabajar. ¡°Estoy leyendo biograf¨ªas de productores pop, como Ken Scott o Geoff Emerick, y no puedo m¨¢s que sentir envidia. Se supone que ahora, con los home studios, los m¨²sicos hemos ganado en independencia. Los dos han perdido calidad sonora y, desde luego, la interacci¨®n humana¡±, se?ala Turner. ¡°Un ejemplo: estaba haciendo ¡®End of the World¡¯, que cierra mi disco. Fui a un estudio donde trabajaba un productor que usa esa herramienta tan popular, el autotune. Nunca hab¨ªa pensado en utilizarlo, pero le ped¨ª al chaval que me explicara c¨®mo funciona. Al final, termin¨¦ us¨¢ndolo en partes de mi voz. Y result¨® mejor que lo que yo planeaba: ese aire robotizado queda estupendo en combinaci¨®n con los coros naturales. Aunque no me imagino a Marvin Gaye o Al Green pasados por el autotune¡±.

Una pregunta con el colmillo retorcido: ?se siente Gecko Turner inc¨®modo ante la arrolladora oleada del trap y el reguet¨®n? ¡°Hay dos elementos¡±, responde. ¡°Primero, que la dieta musical de sus oyentes es muy pobre. Me he encontrado con algunos que se asombraban de que hubo un tiempo, y no tan lejano, en que los discos los tocaban gente de carne y hueso. Ellos ven m¨¢s guay hacerlo todo con un teclado y un ordenador. Lo segundo es que sus propios ¨ªdolos est¨¢n mejor informados. En los discos de C. Tangana y Rosal¨ªa ves que han escuchado mucha m¨²sica y que aprecian el valor de los instrumentistas. Ambos pueden utilizar un palo como los tangos, que es la gran aportaci¨®n extreme?a al flamenco. Ahora mismo, lo mejor que puedes escuchar en Extremadura son cantaores como Alejandro Vega, La Ca¨ªta, Celia Romero. Los dos primeros est¨¢n emparentados con los Porrina de Badajoz, pero Celia es paya y gan¨® la L¨¢mpara Minera de La Uni¨®n [uno de los premios m¨¢s prestigiosos del flamenco] con 16 a?os. Me da mucho coraje que Extremadura sea identificada musicalmente con Robe Iniesta y que nuestros flamencos no puedan grabar¡±.

Cierto, los sucesivos se¨ªsmos digitales han devastado el ecosistema musical, acabando con los presupuestos para g¨¦neros te¨®ricamente minoritarios. Turner est¨¢ orgulloso de su producci¨®n para lo que ser¨ªa el disco p¨®stumo del cantaor jerezano Fernando Terremoto (1969-2010): ¡°Hicimos preproducci¨®n, que hoy suena a lujazo, pero que consisti¨® en que Fernando vino a mi casa para repasar el repertorio y yo luego fui a Jerez, donde vimos qu¨¦ guitarristas necesitaba cada tema. El grueso de la grabaci¨®n se hizo en el estudio Punta Paloma, en Tarifa. Con alg¨²n a?adido en Madrid: quer¨ªamos a?adir un bandone¨®n en su versi¨®n por buler¨ªas de ¡®Cambalache¡¯, pero no hubo manera. Al final, Antonio Serrano reemplaz¨® al bandone¨®n con su arm¨®nica. Como es un monstruo, lo resolvi¨® en un par de tomas¡±.

¡°La dieta musical de hoy es muy pobre. Hay gente que se asombra de que antes los discos los tocara gente de carne y hueso¡±

Momentos para atesorar, suspira Gecko. Pueden surgir en las circunstancias m¨¢s inesperadas. De repente, est¨¢s embarcado en una gira alimenticia y te descubres pose¨ªdo por la m¨²sica que est¨¢s tocando. Lo comprob¨® haciendo g¨®spel como instrumentista de acompa?amiento. Ya saben que los festivales de g¨®spel se concentran en Espa?a durante las Navidades y¡­ ¡°Durante la covid, los artistas estadounidenses no pod¨ªan volar a Europa. Al hombre que lleva mis conciertos se le ocurri¨® montar un grupo para que los festivales pudieran programar algo y no se rompiera la tradici¨®n. Organiz¨® The Gospel Messengers en torno a John Lee Sanders, un estupendo m¨²sico sure?o que vive en Almer¨ªa. Y fue apasionante, como experiencia musical y como aventura. Ibas de una ciudad a otra sin saber qu¨¦ regulaciones te esperaban y con el miedo de que todo se ir¨ªa al carajo si uno de nosotros se contagiaba. Pero el dios de los m¨²sicos se apiad¨® de nosotros¡±.

Y all¨ª estaba Gecko, que precisamente hab¨ªa sido acusado de irreligioso por una columna que escribi¨® para Hoy, diario de Vocento en Badajoz. ¡°En realidad, era una glosa de una canci¨®n bell¨ªsima de Gilberto Gil, ¡®Se eu quiser falar com Deus¡¯, donde dice: ¡°Si quiero hablar con Dios / tengo que tener las manos vac¨ªas / tener el alma y el cuerpo desnudos¡±. Cuando la gente lee irreverencias en textos que no tienen nada, apaga y v¨¢monos. En la redacci¨®n tambi¨¦n se quejaron de que me met¨ªa mucho con el Real Madrid. Y yo no soy futbolero, as¨ª que debi¨® ser por alguna menci¨®n a Florentino P¨¦rez¡±.

El m¨²sico sigue trabajando con un sello exquisito, Lovemonk (su lema: ¡°Discos buenos¡±). Fundado por dos madrile?os, Borja Torres y Bruno Mu?oz, lo exiguo de su producci¨®n se compensa con el evidente mimo que aplican a cada uno de sus lanzamientos, tanto en CD como en vinilo. Y su fidelidad: Lovemonk comenz¨® con el primer ¨¢lbum de Turner, el deslumbrante Guapapasea (2003), y no se han separado. ¡°Hay una complicidad. Ellos argumentan conmigo todos los detalles de lo que les llevo. Y s¨ª, a veces tienen raz¨®n y yo estoy equivocado. Soy mucho de aprovechar ocurrencias que oigo, tengo amigas que tienen una verdadera inventiva verbal, as¨ª salen neologismos como sibariteo. Ellos se r¨ªen, pero aceptan t¨ªtulos que saben que se les van a atragantar a los locutores. Aparte, Borja y Bruno est¨¢n bien conectados y tienen amigos en medio mundo. Si yo quiero hacer un v¨ªdeo en M¨¦xico, resulta que conocen all¨ª a un realizador que lo har¨¢ bonito y barato. Lo mismo con los fot¨®grafos o los remezcladores. Hay un underground mundial de gente con buen gusto, que se implican en mis locuras, sin exigir nada parecido a su cach¨¦ actual¡±, relata.

Resumiendo, que hay m¨¢s gente buena de lo que creemos. ¡°Sin lugar a dudas. Yo lo compruebo en cada disco. En el nuevo sale ¡®De balde¡¯. Es un poema de amor de Carlos Lencero, gran escritor y uno de los mejores letristas del flamenco moderno. Ven¨ªa de Badajoz, como yo, y muri¨® en 2006. Su hija, Luna, me pas¨® el texto. Todo un regalo y me tir¨¦ a?os buscando una envoltura afrobrasile?a para unos versos que son flamencos hasta la m¨¦dula. Es el tipo de labor que me mantuvo cuerdo durante la pandemia¡±.

Somebody from Badajoz?

Gecko Turner
Love Monk

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