Paco de Luc¨ªa est¨¢ vivo
A pocos meses del d¨¦cimo aniversario de su muerte, el Festival de Montreux recopila grabaciones de sus conciertos en la prestigiosa cita suiza
Se dir¨ªa que la publicaci¨®n de un in¨¦dito de Paco de Luc¨ªa es todo un suceso, porque, cercano ya el d¨¦cimo aniversario de su desaparici¨®n, no se hab¨ªa producido ning¨²n lanzamiento p¨®stumo del gran guitarrista, algo que s¨ª ha sido com¨²n en artistas de su legendaria condici¨®n. Adem¨¢s, la iniciativa no ha partido de su familia ni de su discogr¨¢fica habitual, sino de una instituci¨®n como el ...
Se dir¨ªa que la publicaci¨®n de un in¨¦dito de Paco de Luc¨ªa es todo un suceso, porque, cercano ya el d¨¦cimo aniversario de su desaparici¨®n, no se hab¨ªa producido ning¨²n lanzamiento p¨®stumo del gran guitarrista, algo que s¨ª ha sido com¨²n en artistas de su legendaria condici¨®n. Adem¨¢s, la iniciativa no ha partido de su familia ni de su discogr¨¢fica habitual, sino de una instituci¨®n como el Festival de Jazz de Montreux, que ha reunido grabaciones en vivo de sus distintos conciertos en esta prestigiosa cita suiza.
En los ocho largos temas seleccionados, el maestro se acompa?a de la formaci¨®n con la que gir¨® desde principios de los a?os ochenta: su celebrado sexteto, una banda configurada a la manera del jazz, pero genuinamente flamenca. Con una enorme proyecci¨®n internacional, supuso un giro copernicano en la forma de presentar la guitarra flamenca de concierto, con un formato que se ha convertido en can¨®nico a fuerza de ser imitado.
El grupo se hab¨ªa empezado a constituir a finales de los setenta, cuando el guitarrista se encontraba grabando su disco sobre Manuel de Falla y se cruz¨® en unos estudios madrile?os con algunos de los miembros del grupo Dolores, que terminar¨ªa participando en la grabaci¨®n. En poco tiempo, la banda se fue conformando para debutar discogr¨¢ficamente con Solo quiero caminar (1981), un trabajo que firmaba Paco de Luc¨ªa en solitario, pero en el que ya interven¨ªan Ram¨®n de Algeciras (guitarra), Pepe de Luc¨ªa (cante), Jorge Pardo (saxo y flauta), Carles Benavent (bajo) y el brasile?o Rubem Dantas en la percusi¨®n.
El grupo as¨ª constituido ya hab¨ªa realizado una grabaci¨®n en vivo, Live¡ One Summer Night (1984), cuando se present¨® en el Casino de Montreux ese mismo a?o. En aquella ocasi¨®n, no pudieron faltar los frescos tangos ¡®Solo quiero caminar¡¯, del disco citado. El tema es en s¨ª mismo una exposici¨®n y exhibici¨®n de la fortaleza de una formaci¨®n que atravesaba un momento de esplendor. El sexteto se muestra cohesionado, combina la conjunci¨®n grupal con el lucimiento personal, y ambos se suceden en ocasiones a un ritmo endiablado. Paco manda siempre desde el centro, repartiendo juego como un buen centrocampista, s¨ªmil futbol¨ªstico que acu?¨® Juan Jos¨¦ T¨¦llez, bi¨®grafo del guitarrista.
El disco refleja una inagotable galer¨ªa de recursos guitarr¨ªsticos, de sus picados vertiginosos a sus dulces tr¨¦molos
De esa misma comparecencia, se incluye la rumba ¡®Buana Buana King Kong¡¯, un ejercicio que se antoja l¨²dico, pleno de energ¨ªa, complicidad y de car¨¢cter un tanto ¨¦tnico, con la larga intro de la percusi¨®n y las llamadas casi tribales de Pepe de Luc¨ªa. Otra rumba se esconde en la tercera de las piezas de ese a?o: el corte denominado ¡®Alta mar¡¯ arranca con una impresionante l¨ªnea de bajo de Benavent, compuesta por John McLaughlin, pero pronto el grupo termina cayendo en la conocida melod¨ªa de la rumba ¡®Entre dos aguas¡¯, dibujada de forma creciente por el maestro, que aborda a continuaci¨®n un trepidante di¨¢logo, m¨¢s bien duelo, entre guitarra y flauta.
La misma rumba volver¨¢ a encontrarse en la actuaci¨®n de 2012, bajo el nombre de ¡®V¨¢monos¡¯. La explicaci¨®n de esta nueva denominaci¨®n es simple: se trataba de eludir problemas de derechos de autor y se sol¨ªa utilizar para los bises. En esta postrera versi¨®n, los m¨²sicos acompa?antes ya son otros, pero la composici¨®n no pierde ni un ¨¢pice de su fuerza y se enriquece con las aportaciones principales de Antonio Serrano (arm¨®nica), Alain P¨¦rez (bajo) e Israel Su¨¢rez, Pira?a (percusi¨®n), que junto a los guitarristas Ni?o Josele, Jos¨¦ Mar¨ªa Bandera o Antonio S¨¢nchez se fueron uniendo a la banda hasta su final. Tambi¨¦n en esos a?os hubo parte cantaora, como la que protagonizan La Tana y Montse Cort¨¦s en ¡®Zyryab¡¯, corte que cierra la grabaci¨®n como tema emblem¨¢tico que fue en los ¨²ltimos conciertos.
El tema forma tambi¨¦n parte de la selecci¨®n del concierto de 2012, que se completa con las ¡®Variaciones de Minera¡¯, ¨ªntimo y l¨ªrico ejercicio de guitarra sola. Una excepcional muestra de virtuosismo ¡ªasombrosa a tan solo dos a?os de su muerte¡ªque, junto a la ronde?a (que casi se echa en falta), era habitual en el arranque de sus conciertos. En ellos, sol¨ªa hacer un toque en solitario de entrada, para ir dando entrada, en primer lugar, a la percusi¨®n y abordar con ella estilos r¨ªtmicos. Son ejemplos de ello las alegr¨ªas ¡®La Barrosa¡¯, de su disco Siroco, y las buler¨ªas ¡®El Tesorillo¡¯, dos cortes de la actuaci¨®n de 2006. Las primeras son luminosas, salobres, y representaron un nuevo canon para el estilo.
Los di¨¢logos con la percusi¨®n de Pira?a se repiten en los dos estilos. En ellos se contiene la inagotable y brillante galer¨ªa de recursos guitarr¨ªsticos del maestro: los vertiginosos picados que conviven con dulces tr¨¦molos, la inagotable creaci¨®n de m¨²sicas, di¨¢logos e improvisaciones¡ Todo conserva una enorme viveza y, a pesar del tiempo transcurrido, no deja de asombrar.
Paco de Luc¨ªa?
Montreux Media Ventures / BMG
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