Asia a la vez en todas partes

Es cierto que, cuando uno tiene la cabeza en algo, suele encontrar manifestaciones aparentemente casuales de ello en su entorno. As¨ª me ha sucedido mientras reflexionaba sobre la portentosa novela Tomb of Sand (Tumba de arena) de la escritora india Getanjaali Shree y ve¨ªa la...

Es cierto que, cuando uno tiene la cabeza en algo, suele encontrar manifestaciones aparentemente casuales de ello en su entorno. As¨ª me ha sucedido mientras reflexionaba sobre la portentosa novela Tomb of Sand (Tumba de arena) de la escritora india Getanjaali Shree y ve¨ªa la exitosa serie de comedia negra Beef (Bronca) del director de origen coreano Lee Sung Jin. En el ¨²ltimo episodio de esta truculenta reflexi¨®n sobre la condici¨®n humana, ambientada en California, aparecen dos cuervos conversando sobre el destino de sus protagonistas que, al inicio de la serie, se enzarzan en una bronca de tr¨¢fico: Danny, un joven constructor de origen coreano que se siente un fracasado, y Amy, una empresaria de origen chino-vietnamita, que, aparentemente, ha triunfado en la vida. En la novela de Shree, tambi¨¦n aparecen cuervos conversando. En este relato ¨¦pico sobre la India contempor¨¢nea a trav¨¦s de Ma, una madre y abuela de familia acomodada, que, transgrediendo toda suerte de c¨®digos, se embarca en un viaje para reencontrarse con su primer esposo en Pakist¨¢n, los cuervos no s¨®lo conversan; uno reaparece m¨¢s tarde en el papel de gu¨ªa y mensajero. La simbolog¨ªa del cuervo es m¨²ltiple y abarca todas las culturas donde esta ave existe, no s¨®lo las asi¨¢ticas: desde gu¨ªa hasta animal prof¨¦tico, tambi¨¦n es s¨ªmbolo de la muerte y, a la vez, del renacimiento y la vida.

He querido ver en la presencia m¨¢gica de los cuervos en estas dos obras la oportunidad para iniciar una reflexi¨®n sobre un particular imaginario asi¨¢tico, cada vez m¨¢s presente en nuestras librer¨ªas y pantallas. Referirse a Asia como un todo es, desde luego, un acto reduccionista. Mas, con todas las precauciones, merece la pena fijarse por un momento en lo que podr¨ªan ser algunas caracter¨ªsticas de este imaginario que se expande. Estar¨ªa, por ejemplo, el desdoblamiento de los personajes y sus historias. Pensemos en los milenarios dioses hind¨²es, pero tambi¨¦n en los monstruos del universo Pok¨¦mon en ¨¦poca contempor¨¢nea. No hay consenso sobre el n¨²mero de dioses hind¨²es ¡ªse dice que algunas escrituras mencionan 33 y otras reivindican hasta 330 millones¡ª pero, m¨¢s que de dioses distintos, se tratar¨ªa de versiones de unos mismos dioses. Un ejemplo cl¨¢sico es Parvati que se convierte en la feroz Kali cuando tiene que pelear y en la maternal Annapurna cuando tiene que alimentar a otros. Algo parecido sucede con los monstruos del universo Pok¨¦mon, algunos de los cuales pueden ¡®evolucionar¡¯, adquiriendo semblanzas y rasgos de car¨¢cter distintos. Esta plasticidad en la concepci¨®n de dioses y personajes se refleja tambi¨¦n en el fraccionamiento de las historias que pueden alcanzar cualidades rizom¨¢ticas. Esto es, la trama principal se disuelve en tramas menores o una trama menor muta en principal, algo que refleja bien la novela de Shree. En la misma l¨ªnea estar¨ªan la multiplicidad y superposici¨®n de espacios y tiempos, tan evidente en la oscarizada pel¨ªcula Todo a la vez en todas partes, pero que tambi¨¦n maneja Shree en su novela cuando suspende el relato principal para dedicarle tiempo a algo que parece marginal, incluso un objeto, como una puerta o unas zapatillas de deporte. La subjetivaci¨®n de objetos inertes, confiri¨¦ndoles intenci¨®n y capacidad de acci¨®n, es algo, por otra parte, habitual en tradiciones asi¨¢ticas como la japonesa, donde los Tsukumogami son objetos cotidianos que al cumplir cien a?os cobran vida.

Los clich¨¦s asi¨¢ticos formar¨¢n parte del futuro imaginario global como el Par¨ªs ocupado, la mafia italiana o el sue?o americano

Si estos son algunos de los rasgos fant¨¢sticos del imaginario literario y cinematogr¨¢fico asi¨¢tico, llaman la atenci¨®n, adem¨¢s, determinados elementos realistas recurrentes. En el caso de India, la sangrienta Partici¨®n que la separ¨® de Pakist¨¢n y Bangladesh en 1947. Un trauma colectivo que recorre el norte del pa¨ªs, enfrentando y empa?ando las vidas de millones de familias hind¨²es y musulmanas y que subyace a decenas de novelas y pel¨ªculas, entre ellas, la obra de Shree. En el este del continente asi¨¢tico, encontramos, por otro lado, el resentimiento hist¨®rico entre coreanos y japoneses que recogen el cine y la literatura de ambos pa¨ªses y que pervive incluso al otro lado del Pac¨ªfico, en Estados Unidos, como ilustra tangencialmente Beef. Entre otras realidades m¨¢s estructurales, no por ello menos traum¨¢ticas, est¨¢n el peso de la familia y sus consecuencias especialmente opresivas para las mujeres. As¨ª, podemos identificar al personaje de Ma en otras realizaciones indias recientes como la pel¨ªcula Gulmohar, estrenada en 2023: mujeres de edad avanzada que, habiendo renunciado a s¨ª mismas toda la vida, se emancipan hacia el final, apareciendo m¨¢s j¨®venes de esp¨ªritu que sus hijas. Del mismo modo, la relaci¨®n de Danny con sus padres, que viven en Corea y esperan que les consiga una casa en Estados Unidos, encarna esa din¨¢mica familiar tradicional asociada a Oriente en la que los hijos deben proveer a sus padres mayores.

Tropos, traumas o clich¨¦s, formar¨¢n cada vez m¨¢s parte de un imaginario literario y cinematogr¨¢fico global dominante, junto a ¡ªo en lugar de¡ª otros que nos resultan m¨¢s conocidos, como el Par¨ªs ocupado, la mafia italiana o el sue?o americano.

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