Edmonia, Frida y Amrita: tres mestizas
Aunque sus caminos no se cruzaron, Lewis, Kahlo y Sher-Gil fueron tres artistas pioneras del mestizaje cultural. Tanto sus biograf¨ªas como su obra son un canto a la emancipaci¨®n femenina y a la fuerza del arte
Cuando visit¨¦ la Galer¨ªa Nacional de Arte Moderno de Delhi por primera vez este verano, me llam¨® la atenci¨®n una pintura de un paisaje h¨²ngaro en medio de representaciones de motivos indios de otros artistas del subcontinente, que luego entend¨ª que era de la ic¨®nica artista india Amrita Sher-Gil. Nacida en 1913, de madre h¨²ngara y padre indio, Sher-Gil se movi¨® durante sus escasos 28 a?os entre Europa e India, ahondando y desplegando su identidad mestiza a trav¨¦s de una poderosa y prol¨ªfica obra, a menudo colorida y con una predilecci¨®n por el cuerpo femenino. No pude evitar ver un paralelismo inmediato con Frida Kahlo, el cual, descubr¨ª posteriormente, se ha convertido en un clich¨¦, habiendo quienes se refieren a Amrita como ¡°la Frida india¡±. Sea como fuere, el descubrimiento de Sher-Gil me anim¨® a reflexionar nuevamente sobre el mestizaje cultural, pero tambi¨¦n sobre c¨®mo cambia la historia del arte cuando contamos la vida y la obra de mujeres como Amrita, Frida o, por introducir otro ejemplo de artista mestiza, Edmonia Lewis, la pionera escultora afroindoamericana que emigr¨® a Europa en el siglo XIX, a quien tambi¨¦n descubr¨ª recientemente.
Nacida en 1844, los datos sobre la infancia de Lewis son confusos, pero parece que qued¨® hu¨¦rfana y vivi¨® por un tiempo con sus t¨ªas ojibwes cerca de las cataratas del Ni¨¢gara. Su hermano se enriqueci¨® en California con la fiebre del oro y decidi¨® financiarle sus estudios en las primeras instituciones educativas abolicionistas, abiertas a afroamericanos y mujeres, en Oberlin, Ohio. Fue m¨¢s tarde, en Boston, donde Edmonia comenz¨® a esculpir, mostrando un gran talento. Utilizando el estilo neocl¨¢sico, inmortaliz¨® a los h¨¦roes del movimiento abolicionista, pero tambi¨¦n motivos de su herencia ojibwe. El ¨¦xito de sus esculturas en los c¨ªrculos abolicionistas le permiti¨® financiarse su traslado a Roma. All¨ª buscaba no s¨®lo aprender de los grandes maestros de la escultura cl¨¢sica, sino encontrar un hogar en el que no se le recordara constantemente su color de piel. Continu¨® su carrera con gran ¨¦xito hasta que el estilo neocl¨¢sico dej¨® de estar de moda. Ya no regres¨® a Estados Unidos, salvo temporalmente para exposiciones y encargos espec¨ªficos, algunos de muy alto nivel.
En 1907, el a?o que fallec¨ªa Edmonia en Londres, nac¨ªa Frida Kahlo, de padre alem¨¢n y madre mexicana, en Ciudad de M¨¦xico. La sufrida e intensa vida de Kahlo ¡ªsus problemas de salud a ra¨ªz de la polio y un accidente de autob¨²s a los 18 a?os, su bisexualidad, sus infidelidades en respuesta a las de su esposo, el muralista Diego Rivera¡ª es quiz¨¢ m¨¢s conocida para el p¨²blico gracias a un boom de exposiciones, libros y pel¨ªculas de los ¨²ltimos lustros. Frida cre¨® un estilo y una est¨¦tica muy propios en los que mezclaba sus ra¨ªces ind¨ªgenas con un lenguaje en apariencia surrealista, pero que ella no ve¨ªa como tal.
Tanto sus biograf¨ªas como su obra son un canto a la emancipaci¨®n femenina, al mestizaje y a la fuerza del arte
Cinco a?os m¨¢s joven que Kahlo, Amrita Sher-Gil, hija de un reputado profesor de s¨¢nscrito de origen punyab¨ª y una cantante de ¨®pera h¨²ngara de origen jud¨ªo, creci¨® entre Europa e India, en un ambiente aristocr¨¢tico, culto y cosmopolita. A diferencia de Frida, que no recibi¨® educaci¨®n art¨ªstica formal, Amrita acudi¨® a una escuela de arte florentina a los 13 a?os y a los 16 ingres¨® en la Escuela de Bellas Artes de Par¨ªs. Su dominio de la t¨¦cnica europea le vali¨® la medalla de oro en el Gran Sal¨®n de 1933. Sin embargo, al igual que Frida, Amrita terminar¨ªa encontrando su mayor fuente de inspiraci¨®n en su herencia no europea. Tras viajar un tiempo por el sur de la India, empap¨¢ndose de sus colores y tradiciones pict¨®ricas, termin¨® instal¨¢ndose definitivamente en el pa¨ªs. ¡°S¨®lo puedo pintar en la India. Europa pertenece a Picasso, Matisse, Braque¡ La India me pertenece s¨®lo a m¨ª¡±, dijo en una c¨¦lebre frase. Adopt¨® la indumentaria local, con su predilecci¨®n por las telas de colores fuertes, la joyer¨ªa y el maquillaje pesados, y, como Frida, la convirti¨® en una se?a de identidad y estilo. Un trayecto hasta cierto punto invertido al de Edmonia, que se identific¨® plenamente con el lenguaje de la Europa cl¨¢sica con el que dio forma a cuerpos no europeos.
Kahlo y Sher-Gil eran abiertamente bisexuales y mantuvieron numerosas relaciones, incluso despu¨¦s de casarse. Si en el caso de Frida sus numerosos autorretratos constituyen una exploraci¨®n del cuerpo a partir del dolor f¨ªsico, el narcisismo de Sher-Gil es en apariencia m¨¢s esteticista. Se especula tambi¨¦n con la sexualidad de Lewis, aludiendo, adem¨¢s de a su vestimenta andr¨®gina, a un episodio en el que ofreci¨® vino caliente, presuntamente, con afrodisiacos a dos compa?eras de Oberlin. Ninguna de las tres artistas fue madre. Frida sufri¨® varios abortos que inspiraron algunos de sus lienzos m¨¢s tortuosos y es posible que Amrita falleciera de complicaciones posteriores a un aborto.
No se cruzaron entre ellas y no es claro que Amrita y Frida supieran la una de la otra, o de su antecesora Edmonia, pero tanto sus biograf¨ªas como su obra son un canto a la emancipaci¨®n femenina, al mestizaje y a la fuerza del arte que conviene transmitir a las nuevas generaciones.
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