La memoria, la llave maestra de nuestra identidad
En ¡®La memoria y la vida¡¯, el profesor Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Vargas argumenta que la memoria no sirve para crear copias de la realidad, sino para dotar a los individuos del conocimiento necesario sobre s¨ª mismos y el mundo que les rodea
No deja de sorprender el empe?o que ha puesto la sociedad en los ¨²ltimos tiempos por desacreditar la memoria e insistir en que, dado que la restituci¨®n de cualquier realidad pasada es imposible, la desconfianza que debe merecernos el mero intento de volver a ella es absoluta. Todos sabemos adem¨¢s por propia experiencia que cada vez que alguien cuenta la misma an¨¦cdota personal introduce cambios: no somos capaces de evocar el mismo acontecimiento del pasado con exactitud en diferentes ocasiones. Es un hecho que ha contribuido a la enorme confusi¨®n reinante en relaci¨®n a la fiabilidad de la memoria, hasta considerarla la mayor de las mentiras ¡ªasunto preferente entre los escritores¡ª, porque presume de pasar por verdad sin serlo. Y por fin disponemos de un ensayo, firmado por un profesor de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (no es Yale, ni Sussex), Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Vargas, reconocido experto por sus estudios sobre la memoria a lo largo de su dilatada trayectoria profesional. Un libro extraordinario, titulado La memoria y la vida. Somos lo que recordamos, que ser¨¢ de enorme utilidad para lectores de los m¨¢s diversos intereses y disciplinas. Por varias razones. Por el rigor acad¨¦mico capaz de incorporar la noticia de los avances m¨¢s recientes, y por la claridad conceptual y expositiva que permite dar a la obra un alcance poco frecuente en este tipo de ensayos. Pero lo mejor de todo es c¨®mo su autor se va abriendo paso en cada cap¨ªtulo, con qu¨¦ delicadeza se abordan los temas, las incursiones que hace en su propia biograf¨ªa y muy especialmente es de agradecer el esfuerzo por acudir a la literatura en apoyo de sus reflexiones y an¨¢lisis: la cantidad de referencias que incluye el texto lo convierte en un recorrido reflexivo por el mundo de la creaci¨®n en relaci¨®n a la experiencia del pasado. El ramillete de citas y los pasajes elegidos constituyen un plus de significado que enriquece el ensayo, invit¨¢ndonos adem¨¢s a lecturas alternativas y complementarias.
La memoria, nos dice Ruiz-Vargas, no es un ¨®rgano (como lo es el ri?¨®n o la ves¨ªcula) sino una funci¨®n del cerebro humano (tambi¨¦n presente en los animales que disponen de un cerebro m¨¢s evolucionado), una funci¨®n que no est¨¢ dise?ada para registrar copias isomorfas de la realidad, sino para dotar a los individuos del conocimiento necesario sobre s¨ª mismos y sobre el mundo que les rodea a fin de guiar su conducta con independencia de la complejidad de la situaci¨®n. Dicho de otro modo, si vivi¨¦semos en un mundo invariable, no necesitar¨ªamos sistemas de memoria tan desarrollados como los que tenemos, distingui¨¦ndose en la actualidad tres sistemas fundamentales: la memoria autobiogr¨¢fica, la memoria sem¨¢ntica y la memoria procedimental. No es funci¨®n de la memoria, por tanto, restaurar realidades sino vivencias, y eso explica que tantas veces se convierta en un campo de batalla, cuando no se considera la diferencia entre un hecho y la experiencia del mismo. De las tres memorias, es la memoria autobiogr¨¢fica el foco de esta obra: no solo porque es un logro evolutivo exclusivamente humano, sino porque de ella depende nuestra conciencia de ser lo que somos. De modo que, frente a las ideas deslegitimadoras de su muy relativa utilidad al ser una herramienta mental supuestamente repetitiva y acognoscente, el profesor Ruiz-Vargas defiende la tesis contraria: gracias a la memoria autobiogr¨¢fica la vida del ser humano dispone de un sentido y un prop¨®sito, es decir se constituye en una existencia singular.
Son muchos los t¨®picos y malentendidos a los que sale al paso la obra a lo largo de los diez cap¨ªtulos en los que se organiza: desde la importancia decisiva de la memoria en la forja del Yo hasta su relaci¨®n con la verdad, las razones de su fragilidad, especialmente durante la infancia, el peso de la sensibilidad y de las emociones en los procesos de registro y conservaci¨®n de las experiencias, o bien el equilibrio entre p¨¦rdidas y ganancias que define la delicada relaci¨®n entre la memoria y el cerebro durante el envejecimiento. Tal vez este ¨²ltimo cap¨ªtulo, ¡®Mirando hacia atr¨¢s sin ira¡¯, es donde se sube la apuesta, al descubrirnos las enormes posibilidades favorables que se abren para la memoria con el envejecimiento natural del cerebro (el producido por efecto del tiempo, no el patol¨®gico, cuyos efectos no se contemplan en el libro). Porque si bien e inevitablemente se ralentiza, a partir de los sesenta-setenta a?os, la velocidad del procesamiento de la informaci¨®n y se pone en evidencia un mayor ¨ªndice de olvidos y bloqueos, la enorme plasticidad del cerebro humano encuentra la manera de compensar el declive que sufre (los l¨®bulos frontales ven reducido su tama?o produci¨¦ndose una cierta atrofia de los mismos). De manera que el cerebro aprende a reconfigurar sus conexiones neuronales adquiriendo entonces una mayor solidez mental (lo que anta?o se conoci¨® como sabidur¨ªa) y pudiendo alcanzar el individuo, en el oto?o de su vida, un sentimiento de plenitud y seguridad intelectual y emocional in¨¦dito en etapas anteriores. Lo escribi¨® Borges (y lo recuerda Ruiz-Vargas en su libro): ¡°La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) puede ser el tiempo de nuestra dicha¡±. ?Y por qu¨¦ no? Aunque mis cap¨ªtulos preferidos son los centrales, del 4 al 8, donde se abordan las relaciones de la memoria con el tiempo subjetivo, la formaci¨®n de los primeros recuerdos, el deslinde del olvido, y, en definitiva, todo aquello que pone en contacto las capacidades de la memoria con el hecho de vivir.
Si alguna de nuestras facultades es sujeto y objeto de una reflexi¨®n apasionante debido a la complejidad de su funcionamiento esta es la memoria, la llave maestra de nuestra identidad, la ¨²nica capaz de operar directamente en el enorme edificio mental del ser. El libro de Ruiz-Vargas nos lleva de la mano para que podamos comprenderla mejor. Y comprenderla es comprendernos y comprender algo mejor los mimbres de la convivencia.
La memoria y la vida. Somos lo que recordamos
Debate, 2023
661 p¨¢ginas, 23,90 euros
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