¡®Historia Oxford de Grecia y el mundo helen¨ªstico¡¯, todos nosotros somos griegos

Todos somos griegos, o al menos eso cre¨ªa Percy B. Shelley cuando defend¨ªa con pasi¨®n desde el Romanticismo que nuestras leyes, nuestra literatura, nuestra religi¨®n, nuestras artes tuvieron sus ra¨ªces en la Grecia antigua. Solo hab¨ªa que sumar un poco de orientalismo, como hicieron Condorcet, Stuart Mill o Spengler, entre muchos otros, para considerar que sin los griegos Europa estar¨ªa poblada de minaretes, m¨¢s pr¨®xima a la barbarie que a la civilizaci¨®n, y que en la batalla de Marat¨®n o en Salamina un pu?ado de soldados salv¨® a la civilizaci¨®n. Eso que llamamos Europa es el fruto, ciertamente, de una encrucijada entre Atenas, Roma y Jerusal¨¦n, aunque no es menos verdad que antes que ellas, desde las rutas de Oriente Pr¨®ximo y desde Egipto, desde la ruta de la seda, desde Persia o Mesopotamia, fuera tan solo pacotilla lo que alcanzaron los emporios y las ciudades griegas ni que fueran sociedades vertebradas por el despotismo y la superstici¨®n. No es menos cierto que las concepciones del mundo egipcias y mesopot¨¢micas fueron las que avivaron entre los griegos su propensi¨®n a preguntarse sobre el porqu¨¦ de las cosas y a estimular su habilidad para crear belleza, la invenci¨®n de las artes y las ciencias, pero no es menos verdad que es herencia de Grecia el que las concibamos tal como las concebimos todav¨ªa hoy.

De lo que no cabe duda es de que siempre volvemos a Grecia, para bien o para mal, en busca del humanismo o para legitimar tozuda e inmoralmente el eurocentrismo, porque en ella se encuentran los or¨ªgenes de nuestra identidad, de nuestra comunidad imaginada, con sus ficta y sus facta, y nada mejor que hacerlo de la mano de mistagogos oxonienses y coregos experimentados como sir ?John Boardman, desde la arqueolog¨ªa y la historia del arte; Jasper Grif?fin, desde la mitolog¨ªa y Hes¨ªodo, u Oswyn Murray, desde la historia y la sociedad; desde una polifon¨ªa arm¨®nica de sabios coreutas como Martin West y Julia Annas al tratar sobre filosof¨ªa, como Simon Hornblower o Robin Lane Fox al acercarnos la historia cl¨¢sica o la cultura helen¨ªstica, como la de Jonathan Barnes al diseccionar la ciencia helen¨ªstica, entre muchas otras timbradas voces conocedoras como nadie del mundo cl¨¢sico.

La virtud de esta complet¨ªsima y ya cl¨¢sica publicaci¨®n reside en el hecho de vencer un mal h¨¢bito de larga duraci¨®n, a saber, el de convertir, y demasiadas veces desde la monodia, la historia tan solo en historia pol¨ªtico-militar

La virtud de esta complet¨ªsima y ya cl¨¢sica Historia Oxford de Grecia y el mundo helen¨ªstico reside en el hecho de vencer un mal h¨¢bito de larga duraci¨®n, a saber, el de convertir, y demasiadas veces desde la monodia, la historia tan solo en historia pol¨ªtico-militar, lo que la Escuela de los Annales denunci¨® hace ya muchos a?os como histoire ¨¦v¨¦nementielle, como historia de los acontecimientos. Es esta una historia cultural y en ella figuran tanto Pericles como Alejandro, Homero, la tragedia ¨¢tica, la filosof¨ªa o la religi¨®n, el acontecimiento y la larga duraci¨®n, el genio individual y la mentalidad colectiva, la racionalidad apol¨ªnea y la irracionalidad dionisiaca. No se descuida tampoco la mitolog¨ªa o la historia del arte griego e incluso se nos teletransporta hasta la vida cotidiana y la sociedad. Es esta una manera sabia de escribir una historia de Grecia, con el aval de la interdisciplinariedad y la voz de repu?tados especialistas, desde m¨²ltiples moradas, desde el saber de fil¨®sofos, historiadores, fil¨®logos, historiadores del arte o arque¨®logos que nos acercan, desde perspectivas diversas, todas las Grecias.

S¨ª, se objetar¨¢ quiz¨¢s que se trata de una obra cl¨¢sica en su planteamiento historiogr¨¢fico al idealizar a Grecia y al mundo helen¨ªstico e imponer una cierta sordina a la deuda de Grecia, de Europa, con Oriente. Una lectura atenta desmentir¨¢ tal reparo y lo que sobre todo le confiere su car¨¢cter de cl¨¢sica no es para nada una escritura de la memoria pasada de moda o ya superada historiogr¨¢ficamente, sino todo lo contrario, que en sus p¨¢ginas aprendemos siempre la necesidad de volver a Grecia, tambi¨¦n en una ¨¦poca en la cual nos acercamos al pasado con una mirada presentista y multicultural.

Podemos tambi¨¦n censurar a Grecia, por el esclavismo, por la discriminaci¨®n de la mujer. Pero el legado de Grecia supera ampliamente sus delitos y faltas, sus vicios

?pica y l¨ªrica, filosof¨ªa y teatro griego, mitolog¨ªa y religi¨®n, arquitectura y arte, todo ello de la mano de relatos de historia y de historiadores griegos, nos revelan por qu¨¦ todos somos griegos. Sus historias y sus ideas nos resultan siempre familiares, tanto da que acompa?emos a Ant¨ªgona en su dilema moral o que los ¨¢tomos sean todav¨ªa hoy el fundamento de la naturaleza. Como dir¨ªa Goethe, seguimos sintiendo a Grecia como nuestra porque Homero fue modelo de Virgilio o Dante y la mitolog¨ªa griega persisti¨® en todo el arte europeo, en Miguel ?ngel o Rubens, en Milton o Keats, porque Grecia invent¨® la democracia y porque sigue siendo criterio de evaluaci¨®n de casi todas las cosas. Grecia siempre nos ayuda a comprender y a comprendernos, a entender y a entendernos, a desvelar lo divino y lo humano, la naturaleza y la convenci¨®n. Por supuesto que podemos tambi¨¦n censurar a Grecia, por el esclavismo, por la discriminaci¨®n de la mujer. Pero el legado de Grecia supera ampliamente sus delitos y faltas, sus vicios, y porque Grecia siempre tiene la ventaja de que su pasado no es nunca un pa¨ªs extra?o. Todos seguimos siendo griegos, sencillamente porque, como dijo el poeta Odisseus Elitis, all¨¢ donde vamos, Grecia va con nosotros. Tal es el poder liberador del pasado de Grecia, de su palabra f¨¦rtil, tal es su poder terap¨¦utico para liberarnos de la tiran¨ªa del presente, todo ello hace de Grecia la escuela de la civilizaci¨®n, por qu¨¦ todos nosotros somos griegos.

Historia Oxford de Grecia y el mundo helen¨ªstico

Jasper Griffin, Oswyn Murray y John Boardman
Traducci¨®n de Jos¨¦ C. Vales
La Esfera de los Libros, 2022
576 p¨¢ginas. 25,90 euros

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