¡®La discreta enamorada¡¯: una mujer toda ella oleaje

?Qui¨¦n es m¨¢s autor de una obra, su compositor o su int¨¦rprete? Bajo la direcci¨®n reveladora de Sergiu Celibidache, cualquier partitura c¨¦lebre sonaba como si la escuch¨¢ramos por vez primera. Tambi¨¦n los buenos actores son art¨ªfices en cierta medida de la pieza que est¨¢n interpretando. No da igual que La discreta enamorada, una de las comedias urbanas que conforman el canon de Lope de Vega, la ponga en pie el elenco azul o el elenco naranja de la Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, ambos escogidos por Llu¨ªs Homar, su director. El azul lleva m¨¢s tiempo de rodaje y cuenta con un sexteto central con m¨¢s tablas (grosso modo): hizo cuatro funciones en el Teatro del Soho (M¨¢laga), dos en Coru?a, 17 en el Romea, de Barcelona, y una m¨¢s en Almer¨ªa y en Alcal¨¢ de Henares, donde ya los actores cabalgaban sus personajes a placer. Nora Hern¨¢ndez, su protagonista, es tan autora de su inspirada Fenisa como lo es Lope, pues le imprime fulgor a cada palabra y donaire a cada movimiento suyo: es toda ella oleaje. Tambi¨¦n est¨¢n muy logrados el Lucindo de Marc Servera, fant¨¢stico gal¨¢n, la infatuada Belisa de Montse D¨ªez o el ¨¢vido Capit¨¢n de Llu¨ªs Homar, tan c¨®micos ambos (estos dos ¨²ltimos son los ¨²nicos papeles interpretados por el mismo actor en ambos repartos).

La discreta enamorada es una comedia intimista de enredos sobre la inteligencia y el arrojo con los que la joven Fenisa toma la iniciativa en la conquista del hombre que le hace til¨ªn. De ah¨ª que Lucindo la llame con el t¨ªtulo que Lope le pone a su obra. El F¨¦nix, que sol¨ªa escribir piezas para grandes repartos, en esta de hacia 1606 prefiri¨® ce?irse a seis protagonistas, dos secundarios y varios personajes de bulto. Para representarla, Homar ha tomado una decisi¨®n ins¨®lita: repartir tres elencos diferentes, de modo que tengan un protagonismo similar cada uno de los 14 int¨¦rpretes de la nueva promoci¨®n de la Joven CNTC, de procedencias variopintas y con experiencia teatral dis¨ªmil.

El reparto azul tiene fulgor. Al naranja (Homar prefiere esta denominaci¨®n para evitar la idea de que hay un elenco principal), que se ha estrenado en el Festival de Almagro, habr¨¢ que valorarlo con exactitud cuando lleve un rodaje equivalente al de sus compa?eros: por el momento, la Fenisa de Cristina Mar¨ªn-Mir¨® tiene encanto, apostura y velocidad de resoluci¨®n, pero tambi¨¦n tiene potencial de crecimiento durante el tercer acto. Este montaje, que abrir¨¢ la temporada madrile?a de la CNTC en septiembre (con el reparto verde: luego rotar¨¢n los tres), podr¨ªa haberle dado a la inauguraci¨®n del Festival de Almagro el realce que tal acontecimiento merece, de haberse programado en esa fecha.

Interpretados por actores diferentes, con distinta vestimenta, los personajes parecen otros y su actividad tiene otro color: no dice lo mismo la Fenisa con pantal¨®n de talle alto ce?ido de la Hern¨¢ndez que la Fenisa con la parte superior de sus piernas al aire de la Mar¨ªn-Mir¨®. Con este abanico de posibilidades, el p¨²blico podr¨¢ constatar hasta qu¨¦ punto cambia un montaje al cambiar quienes lo defienden. La idea (tomada del teatro l¨ªrico, donde es com¨²n doblar reparto para descansar las voces) ser¨¢ buena si el tiempo de ensayos puede multiplicarse tambi¨¦n. Durante la escritura de La discreta enamorada, Lope se inspir¨® en Menandro y Terencio, pero, sobre todo, en un relato del Decamer¨®n de Boccaccio, cuyo esp¨ªritu planea sobre este montaje alegre, fresco y metateatral, que recupera con acertado gui?o la figura de la apuntadora para situarla a la vista del espectador (y tambi¨¦n al resto del equipo t¨¦cnico).

¡®La discreta enamorada¡¯. Texto: Lope. Direcci¨®n: Llu¨ªs Homar. Almagro, hasta el 23 de julio. Luego en Madrid, Las Palmas, Toledo, Murcia, Ourense, Sevilla, Vitoria, Logro?o, Elche, C¨¢ceres.

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