¡®La paz de las colmenas¡¯, una pionera impugnaci¨®n del patriarcado
Con una mezcla de diario, ensayo y ficci¨®n, Alice Rivaz se adelant¨® en 1947 a la toma de conciencia de las contradicciones, vulnerabilidades y aspiraciones de ser mujer
En La paz de las colmenas, el nombre de la autora se encubre con otro nombre ¡ªJeanne¡ª y el peso de lo autobiogr¨¢fico quiz¨¢ no consiste tanto en la m¨ªmesis entre las peripecias narradas y los acontecimientos de la vida de Alice Rivaz (1901-1998) como en la disecci¨®n de una manera consciente de ser mujer y en el uso del diario como soporte narrativo. Hay un v¨ªnculo precioso entre esta historia y ...
En La paz de las colmenas, el nombre de la autora se encubre con otro nombre ¡ªJeanne¡ª y el peso de lo autobiogr¨¢fico quiz¨¢ no consiste tanto en la m¨ªmesis entre las peripecias narradas y los acontecimientos de la vida de Alice Rivaz (1901-1998) como en la disecci¨®n de una manera consciente de ser mujer y en el uso del diario como soporte narrativo. Hay un v¨ªnculo precioso entre esta historia y El cuaderno prohibido (1952), de Alba de C¨¦spedes: la escritura femenina se une org¨¢nicamente a la toma de conciencia respecto a las contradicciones, vulnerabilidades, aspiraciones de ser mujer. Contra la Historia. Las estrecheces de la vida ¨ªntima y las limitaciones de la vida p¨²blica. Mientras escribo ¡°me doy cuenta de¡¡±, la escritura acota una zona de peligro para hombres que desatienden la inteligencia femenina y nos tratan condescendientemente. Como a costillas. O admin¨ªculos subalternos que, despu¨¦s de trabajar fuera de casa para sacar adelante la econom¨ªa familiar, sirven a toda velocidad la sopa y saben estar bellas respondiendo a la expectativa del espejito masculino.
Los cuidados del cuerpo y del espacio dom¨¦stico tiranizan a las mujeres y precisamente les roban ese tiempo de escritura que podr¨ªa servir para construir identidad, g¨¦nero, conciencia. Alegr¨ªa. Grandes libros. Lo cuenta Tillie Olsen en Silencios. La escritura es herramienta epistemol¨®gica y los hombres saben que, si una mujer escribe, se pone en peligro la comodidad y la paz conyugal. Por eso, la escritura femenina se tabuiza, la mujer se esconde para escribir y, cuando es descubierta, es ridiculizada. La transferencia de esta conducta ¨ªntima al espacio p¨²blico ser¨ªa digna de investigaci¨®n.
La visi¨®n de la pareja es demoledora en una historia con mimbres de novela sentimental, pero que atenta contra su versi¨®n edulcorada
El enfoque autobiogr¨¢fico del diario, obligatoriamente secreto, apunta hacia dos temas pendientes en el proceso de emancipaci¨®n de las mujeres: el amor como centro de la vida y la conciliaci¨®n. El amor como centro de la vida lleva a Jeanne a observar a los hombres con recelo y a enfrentar la complejidad de las entretelas femeninas con el pensamiento en blanco de los hombres en lo que se refiere a la cotidianidad, lo peque?o, lo er¨®tico no invasivo. La visi¨®n de la pareja es demoledora en una historia que se construye sobre los mimbres de la novela sentimental, pero atentando contra su versi¨®n edulcorada. Solo se puede confiar en el amor de progenitores o descendientes a los que Jeanne tambi¨¦n ha renunciado. Sin embargo, hay un aprendizaje cultural inapelable: no solo podemos responsabilizar de nuestra melancol¨ªa e insatisfacci¨®n rom¨¢nticas a los hombres que amamos y no nos entienden ¡ªtienen la cabeza en otra parte mucho m¨¢s importante que nosotras¡ª, sino a un concepto del amor destructivo para la mujer que hemos hecho perversamente nuestro.
Mientras escribe, Jeanne perfila una oposici¨®n entre los sexos que la acerca a otras mujeres. Dibuja eso que ahora llamamos sororidad. Precozmente, Rivaz plantea situaciones, sentimientos, conductas para los que ahora s¨ª tenemos un nombre, aunque sea en ingl¨¦s, como el mansplaining de Rebecca Solnit. El nombre nos defiende y aporta argumentos para un combate. Porque este libro, que funde inteligentemente el diario con el ensayo y la novela sentimental ¡ªincluyendo alguno de sus extremos melodram¨¢ticos¡ª, se vertebra en torno a un fluctuante concepto de combate: la escritura subraya la violencia de un mundo construido por los hombres a las puertas de la Segunda Guerra Mundial y plantea la alternativa de una pac¨ªfica realidad perge?ada por las mujeres. Esa alternativa tambi¨¦n implica cierto nivel de violencia: ¡°S¨ª, los hombres deber¨ªan andarse con cuidado. Deber¨ªan acordarse m¨¢s a menudo de las abejas, de la paz de las colmenas. Del precio que se paga por la paz de las colmenas¡¡±.
Se sugiere instaurar un mundo en el que no se trata de que las mujeres perpet¨²en valores masculinos que ensanchan todas las brechas de la desigualdad
Se sugiere instaurar un mundo en el que no se trata de que las mujeres imposten y perpet¨²en valores masculinos que, desde el principio de los tiempos, llevan ensanchando todas las brechas de la desigualdad. Esa ser¨ªa una de las razones por las que la expresi¨®n ¡°feminismo liberal¡± es un ox¨ªmoron. Pero otra es la pionera posibilidad que le zumba en la cabeza a Jeanne/Alice: operar con otros valores que sirvan para alcanzar una igualdad que merezca ese nombre. Rivaz impugna el patriarcado desde la posici¨®n de una mecan¨®grafa en crisis matrimonial, consciente de que la belleza del cuerpo femenino se degrada con el tiempo. Impugna el patriarcado desde la alegr¨ªa de encontrarse con otras mujeres en el puesto de trabajo y desde una moderna revalorizaci¨®n de las tareas dom¨¦sticas que ella interpreta desde una perspectiva menos alienante que la acci¨®n de teclear, revisar, corregir ¡ªaqu¨ª inexcusablemente me viene a la memoria Remedios Zafra¡ª documentos ajenos: las tareas dom¨¦sticas repercuten en el bienestar f¨ªsico de las personas, se siente que el trabajo realizado sirve, se reduce el efecto de alienaci¨®n y eso ser¨ªa gratificante siempre y cuando esas tareas no se feminicen obligatoriamente y se conviertan en una multiplicaci¨®n del trabajo que lleva a percibir el mantenimiento de una casa como una sucesi¨®n agotadora de movimientos s¨ªsificos.
Rivaz habla de crisis y transformaciones: cuerpo, papel de las mujeres en la sociedad, concepto de amor y pareja, trabajo, la realidad toda por efecto de la guerra. Alice Rivaz fue funcionaria en la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo. Escritora. Music¨®loga. Periodista. La paz de las colmenas (1947) es anterior a El segundo sexo (1949), de Simone de Beauvoir. Ya casi acabando este primer cuarto del siglo XXI, en el que parece que estamos de vuelta de todo en materia de feminismo, nos deja con la boca abierta. Y hace falta. Vuelve a hacer falta.
La paz de las colmenas?
Pr¨®logo de Mona Chollet
Traducci¨®n de Regina L¨®pez Mu?oz Errata Naturae, 2023
152 p¨¢ginas. 18 euros
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