El caso de los incre¨ªbles artistas menguantes
El CGAC observa el cambio de paradigma que supuso el arte conceptual y su presencia en la colecci¨®n del museo gallego, que le ha dedicado numerosas muestras en sus 30 a?os de historia
Sabemos demasiado sobre los artistas, comisarios, directores de museo, sobre tinglados y fraudes alrededor de tal o cual obra. Los centros de arte son lugares abarrotados de objetos que nos impiden ver lo que realmente queremos ver: nada. No la nada indefinida de la filosof¨ªa, sino esos antilugares compuestos de ausencias, de lo que ya no es. En un mundo sobreexpuesto, buscamos afanosamente ese agujero en el cielo, representado por aquellos artistas que fueron y de los que ahora solo queda un vapor et¨¦reo. La idea tiene m¨¢s que ver con el acto de la lectura que con la acci¨®n de entrar en un ce...
Sabemos demasiado sobre los artistas, comisarios, directores de museo, sobre tinglados y fraudes alrededor de tal o cual obra. Los centros de arte son lugares abarrotados de objetos que nos impiden ver lo que realmente queremos ver: nada. No la nada indefinida de la filosof¨ªa, sino esos antilugares compuestos de ausencias, de lo que ya no es. En un mundo sobreexpuesto, buscamos afanosamente ese agujero en el cielo, representado por aquellos artistas que fueron y de los que ahora solo queda un vapor et¨¦reo. La idea tiene m¨¢s que ver con el acto de la lectura que con la acci¨®n de entrar en un centro de arte.
En Santiago de Compostela, hay una muestra en el Centro Gallego de Arte Contempor¨¢neo que contiene obras de esta ¨ªndole, parecida a un espacio ps¨ªquico, una sacudida de tiempo que transporta un aroma. Se titula Implosi¨®n. Arte conceptual en la colecci¨®n del CGAC, 1965-1975, con aportaciones de colecciones p¨²blicas y privadas, recorre con delicadeza, y casi inocencia, el periodo del alto conceptualismo. El comisario Pedro de Llano firma esta selecci¨®n de trabajos de autores en su mayor¨ªa del entorno anglosaj¨®n, si exceptuamos las pr¨¢cticas experimentales, un poco m¨¢s tard¨ªas, en Espa?a (Madrid, Catalu?a) y el este de Europa (Praga, la desaparecida Yugoslavia, Lituania). No se incluye el espacio geogr¨¢fico latinoamericano, ni el movimiento Fluxus ni tampoco Joseph Beuys, objetos y artistas sobreexpuestos, prefiriendo una selecci¨®n de obras de hombres menguantes, con contados ejemplos de pr¨¢cticas feministas. Si bien hoy ya nadie duda de que las autoras de aquel periodo fueron el verdadero motor de combusti¨®n del arte conceptual, tambi¨¦n es cierto que el cuerpo emancipado de la mujer exhibe una alternativa altamente expresiva al l¨ªmpido ¡°arte de la idea¡±.
Implosi¨®n es un caso de estudio de los testimonios de los viajes magn¨ªficos del artista por las ciudades, los paisajes y oc¨¦anos, donde los actos de caminar y las leyendas se pierden. Asimismo, nos habla del esfuerzo in¨²til, de bailes, desapariciones y renuncias, de paseos por la conciencia, del taller como espacio ps¨ªquico, del lenguaje, un libro, un peri¨®dico o una hoja de dietario. En nuestra ¨¦poca de alt¨ªsima inflaci¨®n art¨ªstica, con sus variados formatos virtuales, el libro de artista est¨¢ extraordinariamente dotado para satisfacer al buen coleccionista y es una forma de democratizar el acceso a la obra. Iremos viendo c¨®mo crece su demanda en galer¨ªas y ferias.
Un artista central es Bas Jan Ader (1942-1975), holand¨¦s que residi¨® en California y para quien el t¨¦rmino implosi¨®n expresaba la violencia y calado de las transformaciones socioculturales. Su proyecto In Search of the Miraculous tuvo lugar 10 a?os despu¨¦s de que Joseph Kosuth presentara obras como Claro, cuadrado, cristal, apoyado (de 1965, incluida en la muestra) o One and Three Chairs. Aquella obra es un agujero en el universo de la creaci¨®n contempor¨¢nea, pero su efecto es bien visible, pues simboliza el fin objetivo que se propone el artista, la b¨²squeda de la nada. ?La mejor tecnolog¨ªa punta? En aquella acci¨®n, Jan Ader se embarc¨® en un velero de cuatro metros de eslora y se lanz¨® a la mar desde el cabo Cod, falleciendo probablemente a la deriva. Los restos de la nave se encontraron meses despu¨¦s en las costas de A Coru?a. La muestra contiene obras m¨¢s tempranas de este autor e informaci¨®n gr¨¢fica que permite imaginar el final de aquella aventura atl¨¢ntica.
Hay m¨¢s ejemplos de fugas y desapariciones realizadas con cuidada disciplina. ?Fueron aquellas actitudes otras ¡°formas¡± de pensar despu¨¦s de la barbarie?, ?de artistas que se preguntan qu¨¦ les retiene en este mundo o si est¨¢n manchados de culpa? Bruce Nauman, Robert Barry, Sol LeWitt, Vito Acconci, William Wegman, Trisha Brown, Dan Graham, Robert Smithson, Hamish Fulton, Nacho Criado, ?ngels Rib¨¦, Nancy Holt, Ji?¨ª Kovanda, David Wojnarowicz, Hanne Darboven o figuras del comisariado como Seth Siegelaub, Lucy Lippard y Kynaston McShine acompa?an a Bas Jan Ader en este viaje. Est¨¢n a a?os luz unos de otros, pero coinciden en ese agujero donde no puede haber nada: el superpoder de la invisibilidad.
¡®Implosi¨®n¡¯. CGAC. Santiago de Compostela. Hasta el 14 de enero de 2024.
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