Los claroscuros del Siglo de las Luces: la Ilustraci¨®n no solo fue raz¨®n y modernidad
¡®La herencia de la Ilustraci¨®n. Ambivalencias de la modernidad¡¯, de Antoine Lilti, recoge las principales teor¨ªas cr¨ªticas que se plantean sobre esta etapa, reconociendo que constituye ¡°una tradici¨®n de la que no escapamos¡±
La Ilustraci¨®n tiene excelente prensa. El siglo XVIII ha pasado a la historia como una etapa luminosa en la que la superstici¨®n religiosa y el absolutismo pol¨ªtico empezaron a ser barridos por la fuerza de la raz¨®n. En ese Siglo de las Luces se pondr¨ªan las bases de las democracias modernas, y se comenzar¨ªa a construir lo que entendemos por modernidad. Y, sin embargo, esta buena imagen se ha ido agrietando en los ¨²ltimos tiempos. En su libro La herencia de la Ilustraci¨®n, el profesor Antoine Lilti, gran experto de ese periodo en Francia, recoge las principales teor¨ªas cr¨ªticas que se plantean sobre esta etapa, reconociendo que constituye ¡°una tradici¨®n de la que no escapamos, ya sea para reivindicarla o para oponernos a ella¡±.
Lilti, que empieza por subrayar hasta qu¨¦ punto la crisis ecol¨®gica pone en tela de juicio la idea misma de progreso, analiza a fondo los estudios poscoloniales que ven en la Ilustraci¨®n una justificaci¨®n ideol¨®gica del colonialismo europeo. Para autores como Dipesh Chakrabarty, se trata del relato fundador de una modernidad europea que deber¨ªa ¡°bajar de su pedestal y asumir su car¨¢cter local¡±, por eso propone ¡°provincializar¡± Europa. Sin negar la validez de esas posiciones, Lilti considera que no tenemos por qu¨¦ renunciar ¡°al legado¡± de esa etapa crucial, sino ¡°asumirlo como una herencia local y plural. No un credo racionalista universal que debamos defender contra sus enemigos, sino la intuici¨®n inaugural de la relaci¨®n cr¨ªtica de una sociedad consigo misma¡±.
En su libro, Lilti pasa tambi¨¦n revista a la vida de los m¨¢s famosos forjadores del Siglo de las Luces para dejar claro que rara vez estuvieron a la altura de su osad¨ªa ideol¨®gica. Optaron en muchos casos por publicar sus obras con seud¨®nimo (Voltaire utiliz¨® decenas de ellos) para eludir la censura y las responsabilidades derivadas de esa exposici¨®n p¨²blica, y pese a los ideales expresados en sus escritos ¡ªque desembocar¨ªan en la Revoluci¨®n Francesa¡ª vivieron en la m¨¢s absoluta comodidad burguesa, perfectamente integrados en las sociedades del Antiguo R¨¦gimen. Voltaire, por ejemplo, ¡°encarna los l¨ªmites de la Ilustraci¨®n, que se han denunciado a menudo: un innegable conservadurismo social y pol¨ªtico, un marcado gusto por los d¨¦spotas ilustrados, posiciones dudosas sobre la jerarqu¨ªa de las razas y cierta superficialidad¡±. De Diderot, art¨ªfice de La Enciclopedia, nos dice: ¡°Pensador cr¨ªtico, siempre r¨¢pido para expresar su indignaci¨®n, pero tambi¨¦n escritor bien integrado en el peque?o mundo de la ¨¦lite parisina. Autor de textos audaces que, rele¨ªdos hoy en d¨ªa, parecen anunciar la Revoluci¨®n, renunci¨® a publicarlos, mientras trabajaba a veces como censor oficioso de Antoine de Sartine, teniente general de la polic¨ªa¡±.
Lilti reconoce que en Francia, la Ilustraci¨®n se desarroll¨® c¨®modamente a la sombra de la sociedad del Antiguo R¨¦gimen. ¡°Sus protagonistas estaban firmemente arraigados en las instituciones culturales de la monarqu¨ªa y asociados a las pr¨¢cticas sociales de las ¨¦lites¡±. El propio D¡¯Alembert, autor del ¡®Discurso Preliminar de la Enciclopedia¡¯, en 1751, fue miembro de la Academia de Ciencias y de la mayor¨ªa de las academias europeas, adem¨¢s de secretario permanente de la Academia Francesa y asiduo invitado en los salones de la nobleza ilustrada. Otra idea que aporta el libro de Lilti es que el impulso secularizador en Europa surgi¨® precisamente de los pensadores cristianos, tal y como reivindica una corriente anal¨ªtica que est¨¢ cobrando cada vez m¨¢s fuerza y que subraya las fuentes religiosas de la Ilustraci¨®n asegurando que mantiene un nexo inadvertido o reprimido con las creencias antiguas. Y si hablamos del legado de ese siglo XVIII en el plano econ¨®mico, aunque el capitalismo financiero global que domina hoy el mundo es una negaci¨®n de los valores de la Ilustraci¨®n, debemos reconocer que es tambi¨¦n su heredero.
La herencia de la Ilustraci¨®n
Traducci¨®n de Cristopher Morales Bonilla
Gedisa, 2023
480 p¨¢ginas. 38,90 euros
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