¡®Mientras todo arde¡¯: Activistas y pasotas ante el apocalipsis clim¨¢tico

Leyendo esta densa novela una entiende de pronto que Greta Thunberg solo pod¨ªa ser sueca. Y es que en este pa¨ªs n¨®rdico la conciencia de los estragos que el calentamiento global est¨¢ causando ha calado hace tiempo profundamente. No hay duda de que el autor de este inquietante libro, el periodista Jens Liljestrand, pretende concienciar a sus lectores de que la situaci¨®n es todav¨ªa m¨¢s grave de la que describen los medios de comunicaci¨®n, implacables notarios de un desastre anunciado que no acaba de movilizar a las masas. Por eso nos introduce en una Suecia devastada por los incendios, incapaz de hacer frente a un caos colosal, donde grupos de ecoactivistas destruyen todo lo que encuentran a su paso responsabilizando al capitalismo de la cat¨¢strofe.

Es su manera, algo vengativa, de convencer a la poblaci¨®n de que el planeta puede prescindir de la especie humana, y est¨¢ dispuesto a hacerlo en un plazo quiz¨¢s m¨¢s breve del previsto, Liljestrand traza con habilidad el perfil de sus personajes, la mayor¨ªa de los cuales (como los humanos reales) vive al margen de la crisis clim¨¢tica. Incluso los que est¨¢n m¨¢s al corriente de la situaci¨®n, como el joven Andr¨¦, que contempla desde el velero de su padre el mar B¨¢ltico recordando que a una parte de sus aguas profundas no les llega ya el ox¨ªgeno.

Liljestrand nos presenta una galer¨ªa muy actual de personas y actitudes: ricos veraneantes del archipi¨¦lago de Estocolmo que cuidan como oro en pa?o los viejos barcos Pettersson, junto a los que alardean de pilotar costosos artilugios que consumen un litro de gasolina por cada 150 metros. J¨®venes desesperados que subliman sus frustraciones personales liderando la destrucci¨®n; influencers pendientes de Instagram y TikTok donde colocan publicidad entre mensajes optimistas y solo piensan en s¨ª mismos y en su cuenta bancaria; intelectuales con mucha verborrea ecologista y poca pr¨¢ctica de austeridad medioambiental y adolescentes que contemplan el mundo con la esperanza de que a¨²n sea posible ralentizar el calentamiento y retrasar as¨ª el final de la especie humana.

Liljestrand nos presenta una galer¨ªa muy actual de personas y actitudes: ricos veraneantes, ecoactivistas, intelectuales con mucha verborrea y hasta ¡®influencers¡¯

La novela, que se alarga hasta casi las 600 p¨¢ginas, tiene la virtud, adem¨¢s, de componer un retrato en segundo plano de esa Suecia rica y con elevada autoestima enfrentada de pronto a sus debilidades y a la creciente inquietud por la violencia desatada en los barrios de inmigrantes. Hay que lamentar, eso s¨ª, algunas rebuscadas met¨¢foras en un texto pulcramente escrito y muy aceptablemente traducido.

Ya advert¨ªa Borges contra la originalidad en las met¨¢foras, pero Liljestrand, que ha sido cr¨ªtico literario, se atreve con algunas que resultan artificiosas. Mientras todo arde puede leerse tambi¨¦n como un cuento moral en el que el autor juzga a cada personaje en funci¨®n de su actitud ante el apocalipsis que nos presenta.

Por fortuna, sin embargo, todos tienen sus claroscuros, incluida la vieja y ego¨ªsta estrella del tenis sueco agasajada en todo el mundo, que no para de viajar y en la que una podr¨ªa ver a un Bj?rn Borg, dadas las cotas de celebridad que el libro le atribuye. Para evitar equ¨ªvocos, el autor se toma la molestia de aclarar que este Anders Hell que nos presenta es otro tenista muchos menos premiado. Para que nada falte, en medio de un caos digno de las pel¨ªculas de Mad Max, Liljestrand introduce una trama de intriga bien urdida, aunque improbable, que se resuelve en las ¨²ltimas p¨¢ginas, justamente cuando la normalidad parece haber regresado al mundo que refleja la novela, y nuestra familia protagonista se embarca, pese a todo, rumbo a Tailandia como ten¨ªa proyectado.

Mientras todo arde

Jens Liljestrand
Traducci¨®n de Ivette Miravitllas
Ediciones Destino, 2023
592 p¨¢ginas. 21,90 euros

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.