Veinte treinta
Lo pronuncian de esa forma, como si fueran las medidas de una estanter¨ªa o el ancho y el alto de una nevera
No s¨¦ si todo empez¨® con la ¡°agenda veinte treinta¡± de la ONU, o sea, la ¡°agenda dos mil treinta¡± que se habr¨ªa dicho antes. Como en ingl¨¦s se lee twenty thirty, la palurdez habitual de algunos espa?oles con micr¨®fono ya est¨¢ redundando en la copia.
Ahora se extiende en el lenguaje p¨²blico la costumbre de pronunciar los a?os como si fueran dos cifras separadas: ¡°Esto lo dejamos para el presupuesto veinte veinticinco¡±. As¨ª nos sentimos m¨¢s internacionales, m¨¢s del primer-primer mundo, intentamos que los incautos nos vean como profesionales formados en el extranjero que manejamos unas formas que no son las de aqu¨ª. Cuando oigo en la radio que alguien anuncia ¡°nuestro horizonte de entrada en beneficios es el a?o veinte veintis¨¦is¡±, ya s¨¦ que es un impostor. Y tambi¨¦n que por tanto no entrar¨¢ en beneficios en el a?o veinte veintis¨¦is.
Lo pronuncian de esa forma, como si fueran las medidas de una estanter¨ªa, el ancho y el alto de una nevera o las l¨ªneas de banda y de fondo de un campo de f¨²tbol, casos todos ellos donde la formulaci¨®n se refiere a dos longitudes distintas y no a una sola propiedad de medida.
La moda ha arraigado entre consultores, entre profesores de escuelas de negocios, entre pol¨ªticos con apariencia de ilustrados y tambi¨¦n entre periodistas que intentan asemejarse a todos ellos a la vez. Pero no lo he o¨ªdo en el supermercado, ni en el bar, ni tampoco me dese¨® nadie en Nochevieja ¡°?feliz veinte veinticuatro!¡±.
El presente a?o se puede decir en ingl¨¦s two thousand and twenty-four y tambi¨¦n twenty twenty-four. O sea, los anglosajones disponen de las posibilidades equivalentes a ¡°dos mil y veinticuatro¡± y ¡°veinte veinticuatro¡±, si bien la variedad estadounidense suprime la conjunci¨®n and (y). Ahora bien, esa doble denominaci¨®n es reciente, porque las menciones a los a?os anteriores a 2000 s¨®lo se pronuncian con las dos cifras separadas; 1997: nineteen ninety-seven (diecinueve noventa y siete) y no one thousand nine-hundred and ninety-seven (mil novecientos y noventa y siete). No obstante, se dan algunas excepciones, como ocurre con 1900, cuya enunciaci¨®n equivaldr¨ªa a decir ¡°diecinueve cien¡± (y no ¡°diecinueve cero cero¡±).
En ingl¨¦s ten¨ªa sentido que se consolidase para los a?os la opci¨®n corta. Entre nineteen ninety-seven y su alternativa one thousand nine-hundred and ninety-seven, sale a cuenta elegir aquella porque es menos engorrosa. Pero en espa?ol no se gana nada con ¡°veinte treinta¡± frente a ¡°dos mil treinta¡±. Y sin embargo, ah¨ª va.
En esta imitaci¨®n nos pasa lo mismo que con el signo ampersand (&.), inventado en el siglo I antes de Cristo por el taqu¨ªgrafo de los discursos de Cicer¨®n para abreviar en un solo trazo la omnipresente conjunci¨®n latina et. En la lengua inglesa se aprovech¨® como reducci¨®n de and, pero en castellano desapareci¨® porque tal signo requer¨ªa mayor esfuerzo caligr¨¢fico que la simple conjunci¨®n ¡°y¡±, su equivalente. Sin embargo, ahora lo vemos por doquier en marcas y compa?¨ªas espa?olas como signo de nuestra acomplejada modernidad.
La Agenda 2030 incluye unos objetivos de desarrollo sostenible para el planeta. Perfecto. Ojal¨¢ se logren. Pero el desarrollo sostenible empieza en espa?ol con un enunciado dif¨ªcil de sostener. Quiz¨¢s pase de moda pronto y ni siquiera llegue al a?o veinte veintisiete.
Puedes seguir a Babelia en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestro bolet¨ªn semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.