¡®Linden Hills¡¯, de Gloria Naylor: el infierno es un suburbio americano
La escritora estadounidense cambi¨® en los a?os ochenta el rumbo de la literatura afroamericana con esta narraci¨®n que emula el descenso al inframundo de la Divina Comedia en una disfuncional urbanizaci¨®n
Bienvenidos a Linden Hills, el infernal barrio en el que todo el mundo desea vivir. Se encuentra en alg¨²n lugar del condado de Wayne, y lo gobierna la tir¨¢nica familia Needed, comandada por el mal¨¦volo Luther Needed. La relaci¨®n de Luther Needed con el mundo es de lo m¨¢s oscura. Y no ¨²nicamente con el mundo, es decir, con todos esos aspirantes ¡ªnunca demasiado buenos¡ª a futuros vecinos, sino tambi¨¦n con su familia, a la que asfixia sin remedio. Y esto es algo que oculta a simple vista en el epicentro de tan id¨ªlico lugar. ?Id¨ªlico? ?Qu¨¦ puede tener de id¨ªlico un lugar infernal? La apariencia, por supuesto. Todas esas casas con jardines japoneses y piscinas de m¨¢rmol que atraen a fot¨®grafos de la prestigiosa revista Life sin remedio.
Concebida como una reescritura de la Divina Comedia de Dante, Linden Hills es la segunda novela de la ganadora del National Book Award (en 1983, el a?o en el que debut¨®), la mujer que fue teleoperadora ¡ªcomo su madre¡ª antes de ingresar en Yale y cambiar el rumbo de la literatura afroamericana de suburbios, y no ¨²nicamente de suburbios, Gloria Naylor. Convierte, Naylor, en ella, al barrio en personaje, en, de hecho, el personaje principal, un inalcanzable y deseado infierno ¡ªest¨¢ dividido por arcos, arcos que recuerdan a los anillos del cl¨¢sico de Dante, por los que el propio Dante, acompa?ado de Virgilio, debe descender hasta toparse con el mism¨ªsimo diablo¡ª en el que no se cree estar ardiendo porque de ¨¦l se dice lo contrario.
De ¨¦l se dice que s¨®lo el que ¡°ha trabajado mucho, luchado mucho y ahorrado mucho¡± tiene derecho a vivir en ¨¦l. Llegar a Linden Hills significa ¡°alcanzar el ¨¦xito¡±, pero no cualquiera puede alcanzarlo, porque existe un guardi¨¢n ¡ªel diablo, el se?or Needed, cuya familia lleva ejerciendo de filtro desde que se edificaron las primeras casas en la colina, tan cercanas a los bloques en los que viven todos los dem¨¢s, todos aquellos que nunca podr¨¢n cruzar una de sus puertas, que a¨²n resultan m¨¢s obscenas¡ª que s¨®lo permite que personas con ¡°ciertas caracter¨ªsticas¡± vivan all¨ª. Explora, Naylor, los mecanismos de control de toda comunidad, con la acidez de un cl¨¢sico de los suburbios, pero un cl¨¢sico, por una vez, negro.
S¨ª, porque tanto Luther Needed como la mayor¨ªa de los aspirantes a vecinos son afroamericanos. All¨ª pod¨ªan olvidar, escribe Naylor, desde la atalaya de un narrador todopoderoso, que describe, sin juzgar, pero atenta a desv¨ªos no permitidos y evidentes frustraciones ante los muros que levanta el qu¨¦ dir¨¢n, a esos aspirantes, y sus casas y posiciones. Aspirantes encabezados por un par de j¨®venes, Willie el Blanco y Lester el Mierda. El primero es un forastero de los bloques, el segundo, un habitante de Linden Hills. Ambos descienden la colina en busca de trabajo, y acceden cada vez a una casa mejor, porque as¨ª est¨¢ construido Linden Hills, de manera que el ascenso implique un descenso f¨ªsico hasta alcanzar la hondonada donde residen los Needed.
Publicada originalmente en 1985, tan s¨®lo dos a?os despu¨¦s de que Naylor ¡ªque entonces acababa de cumplir los 35¡ª ganase el National Book Award, Linden Hills dio una ambiciosa vuelta de tuerca a un tipo de narrativa, la de lo terrible y disfuncional de la vida en un suburbio acomodado, algo que inaugur¨® John Cheever en los a?os cuarenta y que a¨²n hoy, y pese a este potente y minucioso disparo de Naylor ¡ªuna bomba de relojer¨ªa construida con lo observado: Naylor llev¨®, desde ni?a, un diario en el que anotaba todo aquello que no aparec¨ªa en los libros¡ª, sigue siendo puramente blanca. Son muchas las razones por la que Linden Hills es un hito ¡ªtambi¨¦n formalmente: su prosa es cristalina, musculosa, adictiva¡ª pero la principal tiene que ver con lo monstruoso de perseguir un sue?o que jam¨¢s va a dejarse atrapar porque necesita de tu insatisfacci¨®n, de tu desesperaci¨®n, para existir.
Linden Hills
Traducci¨®n de Julius Shannel
N¨®rdica, 2024
387 p¨¢ginas, 23,95 euros
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