¡®Polar¡¯: alguien est¨¢ diciendo ¡®c¨®meme¡¯
Rulo Pardo testea los desencuentros del hombre con la naturaleza y consigo mismo en esta comedia ligera pero acibarada que se representa en los Teatros del Canal
En la Peque?a Edad de Hielo iniciada en 1315, el clima cambi¨® bruscamente, las lluvias torrenciales arrasaron las cosechas y la Gran Hambruna acab¨® con la vida de mill¨®n y medio de europeos del Norte. Muchos padres abandonaron a parte de su prole en los bosques, como se cuenta en Hansel y Gretel. En 1347, la poblaci¨®n fam¨¦lica fue presa f¨¢cil de la peste negra, procedente de Asia: 25 millones de personas perecieron en cuatro a?os. Europa ven¨ªa de un periodo de temperaturas benignas denominado ?ptimo Clim¨¢tico, en el cual se construyeron las catedrales: con el fr¨ªo polar, los claustros hubieron de tabicarse y los espacios di¨¢fanos de los templos se dividieron mediante forjados intermedios y falsos techos, para mantener cierto calor.
Este per¨ªodo, caracterizado por una aguda volatilidad clim¨¢tica, dur¨® hasta mitad del siglo XIX. A lo largo de esos 500 a?os hubo adem¨¢s una actividad volc¨¢nica de una intensidad y un fragor como no se ha vuelto a conocer. La erupci¨®n del Grimsv?tn, en Islandia, en junio de 1783, cubri¨® Europa de una niebla asfixiante, ocult¨® el sol y sec¨® los cereales. Los g¨¦lidos inviernos siguientes provocaron en Francia la en¨¦sima hambruna, que propici¨® el estallido revolucionario de 1789. En 1816 no hubo verano en todo el hemisferio norte, debido a la erupci¨®n del Tambora, en Indonesia. Poco despu¨¦s, el aumento de la actividad solar y la producci¨®n de gases de efecto invernadero, inducida por la Revoluci¨®n Industrial, pusieron fin a esa ¨¦poca inclemente.
La fragilidad clim¨¢tica hist¨®rica, de la que somos perfectamente inconscientes, es el tema subterr¨¢neo de esta obra
Esta fragilidad clim¨¢tica hist¨®rica de la que los nacidos en el benigno periodo actual somos perfectamente inconscientes, es el tema subterr¨¢neo de Polar, comedia en tres episodios entrelazados, estrenada el jueves en los Teatros del Canal, en Madrid. El primer episodio se desarrolla en el interior de un apartamento, donde la naturaleza se asoma a trav¨¦s del vergel de la terraza. En el segundo cap¨ªtulo, una tromba de agua propicia un encuentro ¨¢spero entre el due?o de un bar rural y una joven, que entra en su establecimiento como un jilguerillo en una trampa. El episodio conclusivo escenifica el roce entre dos seres m¨¢s dispares todav¨ªa, que confluyen fuera de su h¨¢bitat, en un paraje agreste.
Rulo Pardo, autor de Polar, es un humorista serio, amigo de que por debajo de sus chistes verbales fluya una corriente continua incomodadora. La s¨¢tira es su medio ambiente predilecto. El primero de los episodios mencionados se desarrolla a voces (se trata de una conversaci¨®n de pareja, anecd¨®tica en su mayor parte pero picada en todo momento), con un tono emocional excesivo, porque as¨ª lo marca su autor y director, hasta desembocar en un final sorprendente, surreal y grangui?olesco.
El episodio segundo le da cuerpo a la obra. Esos topetazos de carnero, frente contra frente, con los que se van tanteando dos desconocidos de sexo opuesto, car¨¢cter antag¨®nico y edades disparejas, son tanto m¨¢s vigorosos, humor¨ªsticos e impredecibles cuanto m¨¢s avanza la escena. Resultan desopilantes los comentarios gestuales que el personaje interpretado por Cristina Gallego hace ante el accionar abrupto del barman encarnado por Chema Adeva. En el desenlace, brilla la asertividad del mam¨ªfero no humano, interpretado con agudo sentido del humor por Natalia Hern¨¢ndez, ante el desamparo del voluntarioso ecologista de ¨²ltima hora al que Secun de la Rosa presta su aliento. Polar, en definitiva, es una invitaci¨®n amable y ligera a volver a poner los pies en la tierra, para repensar el lugar del ser humano en el mundo.
¡®Polar¡¯. Texto y direcci¨®n: Rulo Pardo. Teatros del Canal, Madrid. Hasta el 19 de junio.
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