Kerri Chandler, el ¡®house¡¯ al alcance de todos
Tras editar su primer disco en 14 a?os y un recopilatorio en memoria de su padre, el maestro de la electr¨®nica, con tres d¨¦cadas de carrera a sus espaldas, act¨²a este s¨¢bado en el S¨®nar de Barcelona
La antesala de coger un vuelo es, a menudo, un momento tedioso e in¨²til. Hace un par de a?os, quienes esperaban en las inc¨®modas sillas del Aeropuerto de Malta tuvieron la inesperada compa?¨ªa del contundente sonido de una canci¨®n melodiosa y robusta tocada a piano. Un tipo corpulento con gorra y vestido de negro se hab¨ªa animado a golpear con fuerza uno de esos teclados que, a veces, colocan en centros comerciales y otros espacios en tr¨¢nsito. El video se propag¨® como la p¨®lvora por TikTok. No es para menos: al piano estaba uno de los padres de la m¨²sica house, Kerri Chandler (East Orange, Nueva Jersey, 1969), en el olimpo del g¨¦nero junto a Theo Parrish, Derrick Carter o Frankie Knuckles.
¡°Ese piano sonaba muy mal¡±, dice, entre risas, el protagonista del v¨ªdeo vertical en cuesti¨®n, quien a sus 54 a?os y despu¨¦s de tres d¨¦cadas produciendo y girando por el mundo, todav¨ªa sigue en su misi¨®n casi prof¨¦tica de ¡°buscar hacer la vida de la gente un poco mejor¡±. Uno no necesita haber ido nunca a un club de m¨²sica electr¨®nica para apreciar la belleza y emoci¨®n que hay en las canciones de Chandler. ¡®Rain¡¯, editado en 1998, es su tema m¨¢s popular. Se trata de una envolvente canci¨®n de casi ocho minutos que sumerge al oyente en un estado de feliz melancol¨ªa. A partir del primer minuto, el groove del bajo se hace m¨¢s presente y ya es imposible no dejarse llevar. Mente y cuerpo mecidos por una letra ambigua que no sabemos si habla del amor o es una reflexi¨®n sobre la imposibilidad del mismo. Est¨¢s bailando, pero puede que hasta se te haya ca¨ªdo una l¨¢grima. ¡°Entiendo que no es habitual encontrar canciones de baile con un contenido profundo y emocional, pero toda mi m¨²sica es as¨ª. Detr¨¢s de cada canci¨®n hay una historia verdadera detr¨¢s, algo con lo que ten¨ªa que lidiar. Es como ir a terapia¡±, cuenta.
Hijo de Joseph, respetado DJ de los a?os 70 y 80 en la escena de Nueva Jersey, de quien hered¨® una impresionante colecci¨®n de m¨²sica (de The Dells a Roy Ayers, pasando por Quincy Jones o Coltrane), Chandler empez¨® a poner discos en un club a los 13 a?os con el nombre de DJ Little Man. A esa edad compr¨® su primer equipo y comenz¨® a producir. Se estren¨® en 1991, con el EP Super Lover/Get It Off, donde ya mostr¨® una innata capacidad para lograr sonidos potentes y n¨ªtidos. Por descontado, hab¨ªa una historia verdadera detr¨¢s: el asesinato y violaci¨®n de su novia de entonces en el club del que era residente. ¡°Mi padre me llevaba a sus sesiones al club. El mejor consejo que me dio fue tener siempre el equipo limpio e inmaculado. Y lo sigo a rajatabla. Tambi¨¦n me pidi¨® que no me drogara nunca. Y tambi¨¦n lo cumplo. Me lo dijo un d¨ªa, mientras ¨¦l estaba colocado, que las drogas lo destruyen todo¡±, confiesa al tel¨¦fono desde ?msterdam. Fallecido en 2016, le rinde homenaje en Dad Giveaway, recopilatorio de 73 temas (uno por cada a?o que su padre cumplir¨ªa) y que puede descargarse gratis en Bandcamp, un formato de escucha muy diferente al de los or¨ªgenes del house.
¡°Mi padre me pidi¨® que no me drogara nunca. Me dijo un d¨ªa, mientras ¨¦l estaba colocado, que las drogas lo destruyen todo¡±
Hagamos historia. A principios de 1977, un joven Frankie Knuckles se traslad¨® desde Nueva York a Chicago, la cuna del g¨¦nero, para aceptar el puesto de DJ en un nuevo club, The Warehouse. ¡°Unos 2.000 hedonistas, la mayor¨ªa gays y negros, bailaban desde la medianoche del s¨¢bado al mediod¨ªa del domingo¡±, seg¨²n relata Simon Reynolds en el libro Energy Flash (1998). Knuckles empez¨® a experimentar y a editar cortes de m¨²sica disco en una grabadora de cinta, adaptando y combinando el material sin tratar. M¨¢s adelante, Knuckles utilizar¨ªa una caja de ritmos en directo para reforzar las mezclas. Pronto evolucionar¨ªa hacia el sonido del house, es decir, un contundente bombo cuatro por cuatro, con seductoras percusiones y loops de bajos profundos, y luego, en lo que deriv¨® como deep house, melodiosas voces.
Precisamente, el espect¨¢culo que Chandler ofrecer¨¢ en el S¨®nar intenta reflejar ¡°c¨®mo se hace este sonido¡±. Para ello, traer¨¢ su colecci¨®n de cintas de carrete abierto de house, funk y disco al escenario, experiencia que describe como ¡°hacer malabares con cuchillos¡±. Siempre le ha gustado hacer m¨²sica con las manos, tocando f¨ªsicamente los objetos. ¡°Los CD siempre me parecieron objetos desechables¡±, confesar¨¢. Con el apoyo de propietarios de discotecas e ingenieros, en 2023 public¨® su ¨²ltimo disco, Spaces & Places, el primero en 14 a?os, grabado en veinticuatro locales nocturnos emblem¨¢ticos: del Ministry of Sound de Londres, al Rex de Par¨ªs, el Watergate de Berl¨ªn y el Razzmatazz de Barcelona.
Cuando le preguntamos si preferir¨ªa pinchar en una cabina separado de la gente, como Larry Heard y otros pioneros del g¨¦nero ¡ªuna vez se enfad¨® much¨ªsimo con alguien del p¨²blico cuando en una sesi¨®n en Par¨ªs le pidieron que pusiera un tema de David Guetta¡ª, responde que mucho mejor junto a la gente, a pie de pista. ¡°Antes de una sesi¨®n, me gusta pasear por la ciudad, por las calles, saludar a la entrada del club y verlos bailar¡±, a?ade, recordando que en la esencia de la m¨²sica house hay siempre un enfoque colectivo, ese hablar de la buena noche (o ma?ana) vivida, y no del DJ. Una buena lecci¨®n para tiempos narcisistas.
Kerri Chandler?
Kaoz Theory
Kerri Chandler?
Autoeditado
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