¡®Dos o tres cosas que tengo claras¡¯, de Dorothy Allison: autobiograf¨ªa de la ¡®white trash¡¯

La ni?a Dorothy Allison, leemos en Dos o tres cosas que tengo claras, se aferraba a las historias para escapar de su realidad. ¡°Voy a contaros una historia. Yo cuento historias para demostrar que mi destino era sobrevivir, consciente de que no es verdad. (¡­) No estoy aqu¨ª para hacer feliz a nadie. Estoy aqu¨ª para reivindicar mi vida¡±.

Nacida en Greenville, Carolina del Sur, y consciente de su origen...

La ni?a Dorothy Allison, leemos en Dos o tres cosas que tengo claras, se aferraba a las historias para escapar de su realidad. ¡°Voy a contaros una historia. Yo cuento historias para demostrar que mi destino era sobrevivir, consciente de que no es verdad. (¡­) No estoy aqu¨ª para hacer feliz a nadie. Estoy aqu¨ª para reivindicar mi vida¡±.

Nacida en Greenville, Carolina del Sur, y consciente de su origen white trash, no le duelen prendas para definir su entorno: ¡°Aldeanas es lo que somos y lo que siempre hemos sido. Nos llamaban tambi¨¦n ¡®vulgo¡¯, ¡®cochambre¡¯, ¡®clase trabajadora¡¯, ¡®pobres¡¯, ¡®proletas¡¯, ¡®chusma¡¯, ¡®escoria¡¯ y ¡®gentuza¡¯¡±.

As¨ª empieza Dos o tres cosas que tengo claras, un libro, salpicado de fotograf¨ªas de la autora, en el que Dorothy cuenta la historia de las mujeres Gibson (hermanas, primas, hijas y t¨ªas) y los hombres que las amaron, que a menudo abusaron de ellas y, sin embargo, compartieron sus destinos. Mujeres trabajadoras que nunca saldr¨¢n del lugar en el que han nacido en un contexto que es de todo menos amable con ellas, ¡°mujeres que encajaban golpes hasta no sentir dolor¡±.

Dos o tres cosas que tengo claras es la forma que encuentra la autora de explicar su vida, de hablarnos de su hogar, de su familia, y, sobre todo, de sus secretos familiares, y de la dura y pesada condici¨®n de ser mujer pobre en una ciudad de la que solo puede escapar para sobrevivir. ¡°Yo hui porque de lo contrario habr¨ªa muerto. Nadie me explic¨® que te llevabas tu mundo contigo, que huir se vuelve costumbre, que el secreto para huir es saber por qu¨¦ huyes y hacia d¨®nde te diriges, y dejar atr¨¢s la raz¨®n que te ha hecho huir.¡±

Allison, a lo largo del texto, con una prosa implacable, juega con las repeticiones de la frase que da t¨ªtulo al libro: ¡°Hay dos o tres cosas que tengo claras¡±. Una muletilla que usa para hilar una narraci¨®n cuyo motor principal es su historia familiar de la que no oculta abusos sexuales y violencia, ni dificultades.

Otro de los motores de la obra es la belleza. Tenerla o carecer de ella, es una condena de por vida. ¡°La belleza es un atributo complicado. La belleza es una historia cruel. La belleza son chicas altas que mueren j¨®venes, criaturas fr¨¢giles de rasgos delicados sobre las que los hombres escriben poemas. La belleza, seg¨²n me dijo mi primera novia, es esa cualidad ¨ªntima que a menudo se asocia con disponer de much¨ªsimo tiempo libre. (¡­) Los pobres somos personas sencillas, virtuosas siempre y cuando seamos humildes y trabajadoras, pero sobre todo feas. Casi siempre feas¡±.

Sin embargo, Dorothy no quiere que su historia la esclavice, la condicione, quiere huir de lo que el destino ha decidido para ella. Por eso nos habla de sus novias, de sus amantes, de la primera chica de la que se enamora, de c¨®mo le explica a su hermana que es lesbiana, de c¨®mo aborda la relaci¨®n con su cuerpo y su deseo hacia las otras mujeres¡­

Dos o tres cosas que tengo claras, pensado originariamente como mon¨®logo teatral, es algo m¨¢s que una autobiograf¨ªa, es una muestra de literatura social en la que Allison explora las peque?as historias familiares de una generaci¨®n. Unas historias que pueden llegar a adquirir el estatus de leyenda para las siguientes generaciones.