En la cuneta del sue?o americano
¡®Bastarda¡¯, el m¨ªtico ¡®memoir¡¯ de Dorothy Allison que Anjelica Huston llev¨® al cine en los noventa, es un brillante y crud¨ªsimo descenso a los infiernos del abuso infantil
Dorothy Allison tiene hoy 73 a?os y vive con su mujer en California. Cuando public¨® su primer libro, fue comparada a la vez con Flannery O¡¯Connor, William Faulkner y Harper Lee. De ¨¦l se dijo que describ¨ªa un g¨®tico sure?o post g¨®tico sure?o o, mejor, un g¨®tico sure?o sin filtros, que en realidad inauguraba, de alguna forma, aquello que hoy conocemos como grit lit. Su primer libro, este Bastarda que lleg¨® a figurar entre los finalistas del National Book Award en 1992, era un poderoso a la vez que inc¨®modo memoir en el que ella misma, convertida en la dura Ruth Anne, la hija de una adolescente de 15 a?os, se abre camino a golpes de todo tipo en la Norteam¨¦rica de los a?os cincuenta, nada id¨ªlica para aquellos a los que el Sue?o Americano hab¨ªa dejado en la cuneta.
En realidad, Ruth Anne, o Dorothy, no es la que se abre camino. Ella simplemente trata de sobrevivir a cada decisi¨®n que su madre, una camarera que quiere dejar de estar sola, toma. Despu¨¦s de todo, ella tiene el mando. Al principio, terca, no hace otra cosa que ir, a?o tras a?o, al Palacio de Justicia de Greenville, en Carolina del Norte, el lugar en el que viven, para pedir que su hija deje de ser ileg¨ªtima. Pero, a?o tras a?o, el funcionario se r¨ªe en su cara y vuelve a expedirle una partida de nacimiento id¨¦ntica a la que tra¨ªa consigo. En esta lucha por encontrar un padre, y el deseo, una vez lo tiene ¡ªal resultar terror¨ªfico, un aut¨¦ntico monstruo¡ª, de dejar de tenerlo, se mueve el memoir, que tiene mucho de intenso descenso a los infiernos.
Que ?por qu¨¦? Porque Pap¨¢ Glen decide en un momento dado que puede usarla como le venga en gana, sexualmente hablando. Glen no es el primer padre que Ruth Anne, m¨¢s conocida en casa como Bone, tiene, sino el segundo. La casa en la que vive Bone es un matriarcado de implacables mujeres Boatwright, y de temidos y temibles hombres Boatwright, unos y otros, ¡°feos como un pie¡±, seg¨²n ellos mismos. Y aunque no se f¨ªan de Glen, un tipo menudo, y en ning¨²n sentido ¨²nico, sino m¨¢s bien vulgar y rid¨ªculo, pero engre¨ªdo e inseguro, tampoco dir¨ªan que empez¨® a restregarse contra Bone a las puertas del hospital en el que Anney, la madre, daba a luz ¡ªfatalmente¡ª a su tercer hijo. La cosa ocurre en el coche, mientras esperan, y es s¨®lo el principio de la pesadilla.
El a?o 1996, Anjelica Huston debut¨® como directora con, precisamente, una adaptaci¨®n de Bastarda protagonizada por Jena Malone (Donnie Darko, Neon Demon), en el papel de Bone, Jennifer Jason Leigh en el de Anney, y Christina Ricci en el de la hermana peque?a de Bone, Reese, hija de su encantador primer padrastro, Lyle Parsons, un buen chico con mala suerte, que un d¨ªa de tormenta de verano, en el que incluso brillaba el sol, derrap¨® in¨²tilmente con su camioneta, y se mat¨®. Acababa de saludar con la mano a un recolector de cacahuetes, y de dedicarle su mejor sonrisa. ¡°Qu¨¦ muchacho m¨¢s guapo¡±, cuenta Allison que le dijo el recolector al agente de tr¨¢fico. La pel¨ªcula se titul¨® en Espa?a Abuso a la inocencia, y no exagera un ¨¢pice lo que en el libro ocurre.
Narrado con la aparente despreocupaci¨®n maestra con la que Mary Karr narra su infancia en El club de los mentirosos, a golpes de pu?o desnudo y genialidad, la clase de genialidad que ha mordido el polvo y ha decidido que nadie va a obligarla a volver a hacerlo, el infierno de Allison ¡ªsu padrastro abus¨® de ella de los cinco a los 12 a?os¡ª es aqu¨ª algo que va instal¨¢ndose bajo la piel de la protagonista, en medio de todo lo dem¨¢s que vive. Es algo que teme, pero tambi¨¦n algo por lo que se culpa, y la manera en que lo hace, y c¨®mo, late por todas partes. ¡°Esa clase de hombre es un germen, un c¨¢ncer¡±, dijo Huston sobre Glen en su momento, y eso es exactamente lo que parece. Glen parece alguien que aniquila la vida, o la ensombrece, a su paso.
Y Allison, superdotada para la construcci¨®n de personajes, y escenas, capaz de colocar al lector en el centro mismo de lo que est¨¢ contando, o reviviendo, en forma de adictivo y doloroso pero rudo relato, lo vivido, lo dibuja con hasta su ¨²ltima arista, en un mundo en el que la idea de white trash hab¨ªa empezado a ser m¨¢s que una idea. Ah¨ª est¨¢n la pobreza, la intolerancia, la religi¨®n entendida como torcido bote salvavidas ¡ªo la obsesi¨®n de Bone por el Apocalipsis, y la promesa de r¨ªos de sangre y fuego, la venganza, como casi ¨²nico consuelo¡ª, la fragilidad de cualquier tipo de comunidad, y el desamparo existencial. La idea misma de la perdici¨®n, de una perdici¨®n inevitable, es el motor de la vida ¡ªnarrada con pulso de hierro¡ª de la protagonista y su madre.
¡°?Qui¨¦n hab¨ªa sido mam¨¢, qu¨¦ hab¨ªa deseado ser o hacer antes de que yo naciera?¡±, se pregunta Bone en el libro y no hay respuesta m¨¢s all¨¢ de lo que ocurri¨®, y lo que ocurri¨® fue que ¡°con 14 a?os era una ni?a asustada, con 15 ya era madre, acababa de cumplir los 21 cuando se cas¨® con Glen¡±. Hoy, Allison, que tuvo todo tipo de trabajos antes de poder dedicarse por completo a escribir ¡ªy jam¨¢s pudo decidir si quer¨ªa ser madre porque su padrastro le contagi¨® de ni?a una gonorrea cuyo tratamiento la dej¨® est¨¦ril, aunque hoy lo es, gracias a su mujer¡ª, ayuda a v¨ªctimas de abusos sexuales desde distintas organizaciones, y sigue escribiendo sobre el tema, para que nadie olvide.
Bastarda?
Traducci¨®n de Regina L¨®pez Mu?oz Errata Naturae, 2022
456 p¨¢ginas. 24,50 euros
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