¡®Un nombre para tu isla¡¯, de Katya Adaui: dentro de la ficci¨®n tambi¨¦n existe la mentira
Los cuentos de la escritora peruana demuestran una facilidad pasmosa para crear im¨¢genes y para retratar la conciencia de aquel que se siente privilegiado y no puede evitar caer en la frustraci¨®n
El otro d¨ªa, charlando con un amigo en un bar, nos quej¨¢bamos de las ganas de no hacerse comprender que ¨²ltimamente obstaculiza la lectura de algunos libros. Alguien escribe un texto, dicen, fundamental, pero no se entiende nada. ?Qu¨¦ querr¨¢ decir?, nos preguntamos. Al despedirnos pens¨¦: ojal¨¢ encontrarnos con algo que se entienda bien sin dejar de pon¨¦rnoslo dif¨ªcil. Estoy cansada de tragarme el sapo y dar por bueno un libro en aras de una ret¨®rica intelectualoide y cansina.
Y as¨ª empiezo a leer Un nombre para tu isla, el ¨²ltimo libro de relatos de ...
El otro d¨ªa, charlando con un amigo en un bar, nos quej¨¢bamos de las ganas de no hacerse comprender que ¨²ltimamente obstaculiza la lectura de algunos libros. Alguien escribe un texto, dicen, fundamental, pero no se entiende nada. ?Qu¨¦ querr¨¢ decir?, nos preguntamos. Al despedirnos pens¨¦: ojal¨¢ encontrarnos con algo que se entienda bien sin dejar de pon¨¦rnoslo dif¨ªcil. Estoy cansada de tragarme el sapo y dar por bueno un libro en aras de una ret¨®rica intelectualoide y cansina.
Y as¨ª empiezo a leer Un nombre para tu isla, el ¨²ltimo libro de relatos de la escritora Katya Adaui (Per¨², 47 a?os), y subrayo casi todo lo que en ellos se dice sin parar. Voy sin expectativas y me descubro feliz.
Pongo un ejemplo, y podr¨ªa poner muchos, de lo importante que es sopesar d¨®nde poner el acento a la hora de verbalizar la hip¨®tesis en un cuento: ¡°Cuando estoy triste lloro en la ducha. L¨¢grimas breves, intermitentes, las puedo beber sin que nadie se d¨¦ cuenta, camufladas. Si entran y me sorprenden, ?qu¨¦ es mar y qu¨¦ es r¨ªo? Tanta molestia hoy por el agua, tuve agua de sobra, dulce, salada, de coco, de lluvia, hiperhidrataci¨®n¡±. Y otro: ¡°Todo se trata de d¨®nde pones la luz, d¨®nde la dejas caer. Y si hay luz, hay sombra. Si hay sombra es porque hay luz¡±. Ah, y este otro, por qu¨¦ no: ¡°No creo en los dep¨®sitos: archivar es jubilar. Cuando por fin recoges las cosas, ya no las deseas, el encantamiento de su influencia prescribi¨®. Polvo han sido y en dictadura se convertir¨¢n¡±. A medida que avanzo, siento no haber le¨ªdo sus obras anteriores, pero qu¨¦ narices. As¨ª se siente ¡ªm¨¢s o menos¡ª cuando est¨¢s ante una escritura que descubres que te acompa?ar¨¢ un trozo de tu vida como lectora. Las plegarias no siempre se ven atendidas.
El volumen se organiza en siete cuentos, y de cada uno de ellos sorprende la habilidad para el relato de Adaui. Los temas son muy variados: desde c¨®mo a veces lo que cre¨ªas que iba a ir bien se tuerce de forma estrepitosa, irse a vivir al recuerdo de alguien (nunca sale bien); una vueltita de tuerca a lo de la maternidad (?bien!) o darse cuenta de las cosas que importan. El motor de estas historias son las relaciones humanas, una propuesta habitual, ?no? Pues no tanto si tenemos en cuenta que de forma reciente vivimos bajo los preceptos de la enajenaci¨®n colectiva, la p¨¦rdida de foco y la hipertrofia de la realidad moral.
En los cuentos de Katya Adaui siempre es de noche. Pero con su escritura hace que se imponga el d¨ªa: los personajes tienen libertad para explorar sus distintos yoes en el tiempo. Por traer aqu¨ª una escena que he disfrutado, en uno de ellos se celebra la alegr¨ªa de haber sido besada por primera vez, compar¨¢ndolo con el goce de bailar.
La autora demuestra una facilidad pasmosa para crear im¨¢genes, para defender que dentro de la ficci¨®n tambi¨¦n existe la mentira y para retratar la conciencia de aquel que se siente privilegiado y no puede evitar caer en la frustraci¨®n. Qu¨¦ generosa Katya Adaui y qu¨¦ f¨¢cil (o dif¨ªcil) nos lo ha puesto. Le voy a poner un mensaje a mi amigo, a ver si compra y se lee este libro.
Un nombre para tu isla
P¨¢ginas de Espuma, 2025
120 p¨¢ginas. 16 euros