¡®La tos¡¯, de Alberto Otto: una novela sobre c¨®mo ser normal no siempre es una opci¨®n

Har¨¢ un tiempo, ejerc¨ª de librera durante casi cuatro a?os en una conocida librer¨ªa del centro de Madrid, y una de mis responsabilidades era mirar por el bien de la secci¨®n de literatura espa?ola. Dicho as¨ª, queda pomposo y moderno, pero era un negociado complejo y el p¨²blico muy recto. El orden era claro: primero lecturas can¨®nicas y pilares de la tradici¨®n espa?ola a partir del XVIII, luego tendencias y corrientes dentro de la misma y finalmente novedades y rarezas. En este ¨²ltimo apartado, se encontraban aquellos t¨ªtulos que no los distribu¨ªan ninguno de los dos grandes grupos o las distribuidoras medianas. En este ¨²ltimo apartado estaba Un chalet en la Gran V¨ªa, de Alberto Otto, as¨ª como Agua y jab¨®n, de Marta D. Riezu, que, m¨¢s tarde (ya en Anagrama), gozar¨ªa de una acogida m¨¢s amplia. En este ¨²ltimo apartado, repito, estaba el libro en Terranova de narraciones breves, fulgores, del escritor madrile?o Alberto Otto. Lo curioso del caso es que cada semana yo vend¨ªa varios ejemplares de su libro y casi siempre lo ten¨ªa agotado. Era 2019.

Cinco a?os despu¨¦s, y en otras circunstancias, me encuentro con La tos, la primera novela de Otto, y siento emoci¨®n al sumergirme entre sus p¨¢ginas, ya que deseo comprobar hacia d¨®nde ha reorientado el autor aqu¨ª aquellas tropel¨ªas madrile?as, tan Ram¨®n G¨®mez de la Serna, de su anterior libro. La historia es m¨¢s o menos sencilla: un matrimonio, un hijo, muerte de la mujer, aparici¨®n del personaje de la abuela; crecimiento anormal de ese chico, que es quien cuenta la historia, en un entorno marcado por el temor al mundo y una tos que sigue al padre all¨¢ donde va. Tambi¨¦n una casa en la que viven dos hermanas y a la que el muchacho se va a vivir en un momento dado y un empleo como bibliotecario, ya de adulto, que le es indiferente.

En este punto, me sorprende encontrarme con un narrador equisciente, esto es, que escucha, pero no juzga (ya sab¨¦is, como la tendencia que se ha viralizado estos d¨ªas en internet), y que rompe con los binomios que estructuran la realidad: el bien y el mal, lo claro y lo oscuro; lo limpio y lo sucio. As¨ª, la escritura de Alberto Otto es una cosa y tambi¨¦n su contraria, dando a entender que lo opuesto de algo en literatura es solo ausencia o, m¨¢s bien, silencio, y que el punto medio es lo que est¨¢ entre eso que nos es af¨ªn y aquello que lo contradice. En esa paradoja se sit¨²a el narrador de este artilugio, que, seg¨²n parece, comparte la mirada del estado de las cosas con el personaje del chaval.

El texto de Alberto Otto es sinuoso y detallista, a veces irregular quiz¨¢, pero se desliza con empat¨ªa ante su lector y se lee como un ligero tratado espiritual sobre la senectud y aquellas cosas cuya existencia ¡ªqueramos o no¡ª es caduca en nuestras vidas, ya sean objetos o personas. Tambi¨¦n se lee como una queja contra la normalidad, ya que ser normal no es algo que sucede, es algo terrible que construye en el tiempo. Y es esa experiencia de la normalidad lo que aplana y minimiza nuestras carencias fundacionales y rituales, lo que nos obliga a rellenar con un discurso vac¨ªo los espacios.

La tos

Alberto Otto
Caballo de Troya, 2024
208 p¨¢ginas
15,90 euros