Vacaciones con ni?os: planes, juegos y retos para ense?arles lo que no aprenden en clase
Dos especialistas explican qu¨¦ necesitan, de beb¨¦s a preadolescentes, para que el tiempo en familia sea tan educativo como inolvidable
Descansar y desconcertar son los dos deseos t¨ªpicos para las vacaciones... hasta que la familia crece y conectar, hacer planes, aprovechar el tiempo con los hijos, es una de las prioridades que los padres anhelan con m¨¢s fuerza. Las vacaciones de verano se presentan entonces como una ocasi¨®n para estrechar lazos y, de paso, potenciar habilidades, capacidades y conductas infantiles; ense?arles cosas que no est¨¢n en los libros de texto y crear recuerdos de los que duran toda la vida. Pero pasar m¨¢s tiempo con ellos no es sufi...
Descansar y desconcertar son los dos deseos t¨ªpicos para las vacaciones... hasta que la familia crece y conectar, hacer planes, aprovechar el tiempo con los hijos, es una de las prioridades que los padres anhelan con m¨¢s fuerza. Las vacaciones de verano se presentan entonces como una ocasi¨®n para estrechar lazos y, de paso, potenciar habilidades, capacidades y conductas infantiles; ense?arles cosas que no est¨¢n en los libros de texto y crear recuerdos de los que duran toda la vida. Pero pasar m¨¢s tiempo con ellos no es suficiente, hace falta un plan.
Hasta los 6 a?os, se trata de desarrollar los sentidos y el movimiento, luego los ni?os prefieren actividades que impliquen interacci¨®n.
Los expertos aconsejan trazarlo, sobre todo, en funci¨®n de la edad de cada ni?o, y sin perder de vista el contexto vacacional (lo ideal, dicen, es buscar un punto medio entre las jornadas cargadas de actividades y aquellas en las que se deja que los ni?os vayan a su aire). Mar¨ªa Bustamante, directora de Psicolog¨ªa Infantojuvenil de Instituto Centta, se?ala que durante la primera infancia (de 0 a 6 a?os) hay que potenciar los juegos que implican actividad f¨ªsica y los dirigidos a construir, atrapar, luchar, desarrollar los sentidos y coordinar los movimientos. ¡°En torno a los 7 a?os, generalmente resultan m¨¢s atractivas las actividades de interacci¨®n, sobre todo aquellas que pongan a prueba el desarrollo cognitivo: imaginar, descubrir, detectar mensajes o formar palabras, hacer cadenas con la ¨²ltima letra, relacionar temas, juegos de l¨®gica, la lectura, la investigaci¨®n¡¡±.
Pero el empe?o de los padres en exprimir cada minuto que dedican a sus hijos puede pasarles factura a ambos. No se trata de montar un cole paralelo en la playa ni tampoco de obsesionarse con la relaci¨®n habilidades infantiles-juego (no olvides que es un derecho fundamental); el fin ¨²ltimo es que padres y ni?os disfruten y se diviertan. Se puede conseguir, por ejemplo, con las siguientes propuestas de dos especialistas en la materia, pensadas para beb¨¦s, ni?os y preadolescentes.
Los palpables beneficios de dominar la arena
La playa es un entorno ¡°apto para todos los p¨²blicos¡±, pero probablemente son los m¨¢s peque?os los que m¨¢s se benefician de este medio: para los ni?os de 0 a 18 meses, la orilla es un universo sensorial, por eso es el momento perfecto para conocer las pasiones que levanta la arena. ¡°A esta edad exploran y reconocen todo lo que hay a su alrededor, especialmente mediante los sentidos del tacto y el gusto (?ojo, todo se lo llevan a la boca!), y la arena es el lugar ideal para manipular diferentes texturas y objetos en compa?¨ªa de sus padres¡±, dice Jes¨²s Jarque, profesor de orientaci¨®n educativa en un colegio de Castilla La Mancha. El pedagogo aconseja aprovechar la que est¨¢ h¨²meda para animarle a gatear o a empezar a andar (cogido de la mano); ¡°camuflar¡± juguetes en la arena seca y esperar a que los encuentre; dejarle chapotear en el agua que llega a la orilla¡ Con todas estas actividades, los peque?os van integrando diferentes sensaciones relacionadas con el tacto.
¡°Un juego muy divertido y efectivo consiste en llenar un cubo de agua y rodearlo de objetos (de conchas, por ejemplo), anim¨¢ndole a que los coja y los meta dentro, escenificando antes c¨®mo hacerlo para que el ni?o nos imite. Tambi¨¦n es estupendo para su psicomotricidad aplastar con las manos y los pies torres de arena hechas por los padres¡±, a?ade el profesor. Muy importante: a estas edades los ni?os no tienen conciencia del peligro, as¨ª que necesitan vigilancia y supervisi¨®n continua.
Castillos, yincanas y la b¨²squeda del tesoro (con ellos al mando)
A partir de los 3 a?os, aplastar arena puede seguir siendo divertido, pero lo normal es que el juego se haya sofisticado. Es tiempo de hacer torres y castillos, construir un dique frente a las olas o cavar agujeros profundos. Pero ¡°a partir de esta franja de edad, lo m¨¢s importante es que sean los ni?os quienes tengan el protagonismo del juego, as¨ª que el papel de los padres debe ser el de observadores y animadores¡±, comenta Jarque. Y a?ade que la tradicional construcci¨®n de un castillo, con todas las anexiones imaginables, es uno de los retos que m¨¢s beneficios aporta en el contexto playero. ¡°Jugar en la arena supone una clase pr¨¢ctica de f¨ªsica, ingenier¨ªa, fontaner¨ªa, etc¨¦tera. Adem¨¢s, potencia la motricidad fina y familiariza con las nociones cuantitativas de cantidad, peso, fuerza y resistencia; con la percepci¨®n y orientaci¨®n espacial; con la creatividad de dise?os; con la resoluci¨®n de problemas y con la b¨²squeda de alternativas y el trabajo en equipo¡±, explica el pedagogo. No deber¨ªa sorprender a nadie que siga siendo una actividad recomendada hasta alrededor de los 9 a?os.
Entre los 3 y los 4 a?os tambi¨¦n es una buena edad para iniciarse en los circuitos de saltos, gateos, equilibrios, andar de espaldas... Estos pueden organizarse en la playa, en el campo o en el patio de la casa. Estos juegos suponen un excelente entrenamiento para la psicomotricidad, fomentan la participaci¨®n de varios ni?os (y adultos) y permiten a los padres hacer su aportaci¨®n personal por la v¨ªa de la imaginaci¨®n: ¡°El hecho de dise?ar y montar el circuito ya es en s¨ª misma una actividad estimulante y creativa¡±, indica Jarque.
Es importante reconocer los logros de cada ni?o y el esfuerzo, e insistir en la idea de que no se trata de ganar un premioMar¨ªa Bustamante, directora de Psicolog¨ªa Infantojuvenil de Instituto Centta
Para ni?os un poco mayores, se puede a?adir un componente competitivo en forma de yincana: ¡°Todas las actividades relacionadas con los retos f¨ªsicos, emocionales y cognitivos son apropiadas de los 4 a?os en adelante, pero es importante que las dificultades que implique la actividad est¨¦n en sinton¨ªa con las capacidades de los ni?os¡±, dice Mar¨ªa Bustamante, quien aconseja dosificar los esfuerzos f¨ªsicos y l¨®gicos. Hay que tener en cuenta la edad, las capacidades y habilidades de los participantes para evitar sentimientos de frustraci¨®n o de rid¨ªculo, as¨ª como la sobrexigencia. ¡°Es importante reconocer los logros de cada ni?o y el esfuerzo, e insistir en la idea de que no se trata de ganar un premio, sino de pasarlo bien todos juntos, para que tengan ganas de repetir la experiencia¡±. Vale la pena hacer que los retos sean dignos de ser recordados.
Aunque si hay algo que engancha a los ni?os son los retos aventureros de encontrar tesoros o resolver misterios, excelentes juegos para amenizar los paseos por el campo, el bosque, la monta?a o el parque del barrio. Jarque explica que este tipo de enfoque, adem¨¢s de motivarles, potencia dos habilidades claves: la percepci¨®n, pues deben manejar la intenci¨®n de encontrar el objeto perdido, y la atenci¨®n selectiva, porque deben estar atentos para identificar el camino correcto entre los diferentes est¨ªmulos. Mar¨ªa Bustamante a?ade que a los ni?os les gusta mucho demostrar sus capacidades, tanto f¨ªsicas como cognitivas, por lo que est¨¢ bien dise?ar retos como ver qui¨¦n encuentra un tipo de piedra, qui¨¦n descubre una corriente de agua, qui¨¦n averigua d¨®nde est¨¢ el norte o encadena palabras relacionadas con objetos que le salen al paso o encuentra el camino de vuelta o identifica determinados minerales o plantas.
¡®Got Talent¡¯ y ¡®MasterChef¡¯ caseros, un vivero veraniego de talento
A partir de los 5 o 6 a?os, hacer una versi¨®n casera de programas de televisi¨®n basados en la demostraci¨®n de habilidades sirve para m¨¢s que pasar el rato despu¨¦s de cenar, como explica la especialista en psicolog¨ªa educativa Silvia ?lava: ¡°Es una buena v¨ªa para aprender a trabajar en equipo, practicar el juego simb¨®lico y, si todos los miembros colaboran y se implican, puede servir para favorecer y reforzar el clima de confianza, el sentimiento de pertenencia y fomentar la idea de que todos somos importantes y aportamos a la familia¡±.
Tambi¨¦n son un excelente plan alternativo para los d¨ªas de lluvia o para cuando no se puede jugar en el exterior, como los juegos de mesa, ¡°un recurso cognitivo muy potente con el que se ponen en juego las habilidades de los ni?os pero tambi¨¦n las de los adultos. Con ellos se promueve el trabajo en equipo, el respeto, la honestidad, la aceptaci¨®n de reglas y l¨ªmites, la coordinaci¨®n, la memoria, las estrategias resolutivas, la superaci¨®n de la frustraci¨®n, la capacidad de espera...¡±, comenta Bustamante.
Diarios de verano o c¨®mo crear y gestionar recuerdos
Los expertos aconsejan esta opci¨®n, cada vez m¨¢s popular entre los ni?os, a partir de los 7 u 8 a?os. ?lava explica que es una buena manera de practicar la escritura, la capacidad de redacci¨®n, de elaborar un escrito, al tiempo que fomenta la memoria epis¨®dica y graba recuerdos asociados al verano. ¡°Y es una actividad en la que los padres pueden participar de distintas formas: con la redacci¨®n, ayud¨¢ndoles a seleccionar los recuerdos, imprimiendo alguna foto, anim¨¢ndoles a que ilustren el texto con un dibujo de algo que les gust¨® mucho¡¡±.
Esta pr¨¢ctica favorece adem¨¢s la percepci¨®n y la comprensi¨®n emocional, algo que se puede potenciar, por ejemplo, proponi¨¦ndoles que, adem¨¢s de hechos y an¨¦cdotas, recojan en sus diarios las emociones. ¡°De esta forma se trabaja la inteligencia emocional y se les ayuda a ser conscientes de sus sentimientos y las causas y consecuencias de estos. Asimismo, escribir un diario que incluya las cosas buenas de cada d¨ªa les ense?a a focalizarse hacia lo positivo, sin olvidar los m¨²ltiples beneficios que aporta la escritura creativa, una t¨¦cnica que, al margen de la elaboraci¨®n de un diario, es aconsejable ense?ar a los ni?os desde peque?os¡±, dice ?lava.
Y llega el momento de compartir aficiones...
A partir de cierta edad, cualquier plan con los amigos resulta infinitamente m¨¢s atractivo que pasar el tiempo con los padres. Se presenta entre los 10 y los 12 a?os y se llama preadolescencia. Suele ser un momento dif¨ªcil de gestionar, pero los cambios que conlleva no implican que haya que renunciar a compartir los momentos de ocio con los hijos. Eso s¨ª, hay que hacer algunos ajustes y, sobre todo, elegir muy bien la actividad; ahora no se trata tanto de estimular o potenciar determinadas habilidades sino de algo que puede ser mucho m¨¢s dif¨ªcil: hablar con ellos.
¡°Los ni?os-j¨®venes quieren tener su propio espacio, tanto f¨ªsico como identitario, pero siguen necesitando ciertos encuentros con los progenitores a trav¨¦s de actividades que van a mantener abiertas las v¨ªas de comunicaci¨®n, y que permiten compensar, en cierta medida, el alejamiento que se produce en esta etapa¡±, afirma Mar¨ªa Bustamante. La psic¨®loga insiste en la importancia de que los padres mantengan una actitud abierta, respetuosa, c¨®moda, predispuesta al acompa?amiento y, sobre todo, divertida; en definitiva, que se lo pongan lo m¨¢s f¨¢cil posible a sus hijos. Los deportes, tanto la pr¨¢ctica compartida como asistir juntos a eventos relacionados, es una opci¨®n que suele funcionar muy bien, as¨ª como iniciarles en una determinada afici¨®n (la astronom¨ªa, la pesca, la fotograf¨ªa¡).
En este ¨²ltimo caso, Bustamante recomienda que el padre o la madre ya practique la afici¨®n en cuesti¨®n, puesto que es la mejor manera de transmitir a su hijo el entusiasmo y motivarle a compartirla. ¡°El verano es un buen momento para animarles a iniciarse en actividades como la pesca, que requiere unas capacidades emocionales y f¨ªsicas que hacen que no sea f¨¢cil practicarla a cualquier edad y de la que ahora pueden extraer aprendizajes muy ¨²tiles, como el desarrollo de la capacidad de espera, aprender a estar tranquilos y en silencio o hacerse responsables del manejo de material delicado y sensible¡±, comenta Mar¨ªa Bustamante.
?Visitas culturales emocionantes? S¨ª, hay una manera
Suele ser complicado hacer que los ni?os se emocionen con visitas tur¨ªsticas o culturales, pero lo es mucho menos cuando se sabe c¨®mo lograrlo. Una estrategia muy efectiva para aumentar el inter¨¦s y la motivaci¨®n es implicar a los ni?os en la preparaci¨®n del viaje o la visita cultural: ver juntos pel¨ªculas ambientadas en el lugar de destino, buscar documentales (preferiblemente infantiles) que hablen de los monumentos que se van a visitar... ¡°Se puede pedir a los m¨¢s mayores que investiguen sobre datos curiosos o las cosas m¨¢s interesantes para hacer en el lugar de destino, e incluso animarles a preparar una peque?a presentaci¨®n los d¨ªas previos. Tambi¨¦n es muy importante priorizar y aprovechar aquellas instalaciones que ofrezcan exposiciones y salas interactivas, adaptadas a los m¨¢s peque?os de la familia¡±, apunta ?lava.