Diez lecciones de oficio
El estudio Burgos & Garrido arrebat¨® a premios Pritzker el proyecto Madrid R¨ªo, que ha sido recientemente galardonado. Esta es la ruta de un arquitecto del equipo director
1. Campos de Deporte Universitarios. Obra de Luis Lacasa, magn¨ªfico arquitecto racionalista que se exili¨® a la URSS despu¨¦s de la guerra y nunca volvi¨®. Me lo descubri¨® Navarro Baldeweg, mi primer profesor de proyectos. Es una secuencia de pistas deportivas que descansan en terrazas sobre una vaguada natural que tienen como horizonte la Casa de Campo, justo donde se pone el sol cada tarde. Este lugar, en la Ciudad Universitaria, tiene algo de anfiteatro griego
2. La Ronda Sur de Entrev¨ªas. Madrid no tiene muchos lugares desde donde observarse a s¨ª mismo. Este es uno. Est¨¢ en un cerro justo en el encuentro entre el cauce del arroyo Abro?igal y el Manzanares a su salida de Madrid. Desde el inicio de la Ronda se asoma sobre el centro de la ciudad y en su otro extremo se divisa el paisaje de la periferia sur de Madrid.
3. La Quinta de Los Molinos. Es una huerta mediterr¨¢nea escondida en el interior de la ciudad, en San Blas. Era un jard¨ªn privado del arquitecto C¨¦sar Cort, que quiz¨¢ sinti¨® nostalgia de su tierra y construy¨® aqu¨ª un trozo de huerta levantina. Ahora es p¨²blico. Es un lugar precioso, muy poco conocido, que merece ser visitado especialmente en febrero con la floraci¨®n de los almendros.
4. El cerro del aire. A pesar del deterioro se aprecian las capas sucesivas de la historia de nuestra cultura reciente a trav¨¦s de su arquitectura: la Residencia de Estudiantes de Fl¨®rez y los edificios escolares del Instituto Escuela de Arniches y Dom¨ªnguez, primero, y los edificios del CSIC de Fisac despu¨¦s.
5. La Gran V¨ªa. Cuando de ni?o acud¨ªa al cine desde mi barrio, Legazpi, ten¨ªa la impresi¨®n de viajar a una ciudad de verdad.
De r¨ªo a r¨ªo
Francisco Burgos naci¨® hace 52 a?os en Madrid. En su escuela polit¨¦cnica estudi¨® Arquitectura y hoy es ah¨ª profesor. En 2002 fund¨® junto a Gin¨¦s Garrido el estudio que dirigi¨® Madrid R¨ªo. Ahora llevan la obra de integraci¨®n de Toledo en el r¨ªo.
6. Pabell¨®n de Cristal de la Casa de Campo. De As¨ªs Cabrero. Es espl¨¦ndido y se construy¨® como espacio expositivo de maquinaria pesada para la Feria del Campo en los sesenta. Contiene un gigantesco espacio di¨¢fano del tama?o de un campo de f¨²tbol, acristalado, que se asoma al perfil oeste de Madrid, probablemente el m¨¢s hermoso de la ciudad. Hay que visitarlo cuando est¨¢ vac¨ªo. Fui de ni?o y se me qued¨® grabado.
7. El gimnasio Maravillas. Recuerdo mi primera visita a este lugar (Joaqu¨ªn Costa, 21). Llegu¨¦ con mi equipo escolar de baloncesto, entramos a un patio aparentemente com¨²n, y nos hicieron descender por unas escaleras hasta un lugar de color miel ba?ado por el sol. No acababa de comprender c¨®mo pod¨ªa un s¨®tano ser tan luminoso y tard¨¦ a?os en descubrir el secreto.
8. El BBVA. Sigue siendo el rascacielos de Madrid. Tuve la suerte de conocer a Oiza como profesor y era la obra de referencia. A pesar de la crisis, el banco apost¨® por ¨¦l y se hizo una obra extraordinariamente sofisticada desde el punto de vista t¨¦cnico, que hoy ser¨ªa muy dif¨ªcil alcanzar.
9. La Casa de las Flores. No solo es el mejor ejemplo de vivienda colectiva de Madrid. Sigue siendo el mejor modelo para un tejido urbano denso y rico. Se ide¨® para repetirse, pero lamentablemente no fue as¨ª. El ladrillo y el verde transpiran un car¨¢cter fuertemente madrile?o (Rodr¨ªguez San Pedro, 72).
10. El C¨ªrculo de Bellas Artes. Contiene una cantidad extraordinaria de espacios diferentes. La cafeter¨ªa, donde te sientes un poco arist¨®crata; el cine, donde mi generaci¨®n ha visto tanto arte y ensayo; las salas de exposiciones, el teatro, la sala de columnas, de baile, el carnaval, el peque?o estudio de radio, la incre¨ªble terraza... Es una peque?a ciudad de la cultura dentro de un edificio.
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