Pierda peso ahora, pregunte c¨®mo
Puede que sea mejor que el PSC siga sin tener voz propia en el Congreso, tal vez nos sorprender¨ªamos de lo que llegan a decir.
Pensaba que cuando los dirigentes del PSC, en plena campa?a electoral del pasado noviembre, dec¨ªan: ¡°No pueden sacarnos de la crisis los mismos que nos metieron en ella¡±, hablaban de la crisis econ¨®mica. Y no, despu¨¦s del congreso de hace tan solo una semana veo que no apuntaban ni a la extinta Caixa de Catalunya ni a las calificaciones de Standard & Poors. Hablaban de s¨ª mismos y mucho me temo que les queda crisis para rato.
El congreso del PSC ha servido m¨¢s para visualizar la derrota que para construir algo nuevo. Quiz¨¢s el ritmo sea ese y despu¨¦s de un mes no se pueda pedir mucho m¨¢s, pero el batacazo es de tal magnitud y viene de tan lejos que sorprende que todav¨ªa est¨¦n tan encantados de haberse conocido. La definici¨®n de catalanismo que intent¨® desgranar Navarro fue un conjunto de t¨®picos seguido de m¨¢s t¨®picos: reequilibrio territorial, nuevas tecnolog¨ªas, ecologismo, acercamiento de la universidad a la empresa y a la sociedad¡ Por favor¡ No se esperaba la oratoria de Churchill, pero tampoco que nos sorprendiera con una endeblez argumental tan manifiesta. Si todav¨ªa andan groguis, mal; pero si no pueden ir m¨¢s all¨¢, peor.
Hasta hace nada parec¨ªa que el PSC ten¨ªa todo el poder del mundo. Desde el Estado hasta los Ayuntamientos pasando por consejos de administraci¨®n de cajas y direcciones de instituciones culturales diversas. La Generalitat, por supuesto. ¡°?Hemos perdido a nuestros intelectuales!¡±, exclamaban algunos de los nuevos l¨ªderes. Los intelectuales se ve que han ido a buscar pastos m¨¢s verdes. Son los primeros que saltan del barco cuando este se hunde, tienen una sensibilidad especial para notar las v¨ªas de agua y una habilidad asombrosa para decir que ellos nunca estuvieron all¨ª. Actores y m¨²sicos han ido desapareciendo, que hace mucho fr¨ªo al raso. Es la mejor prueba, mucho mejor que las urnas, de que la cosa tiene mala pinta y mala soluci¨®n. ¡°Tenemos un problema de credibilidad¡±, declaraba Pere Navarro, ¡°por votar una cosa aqu¨ª y otra all¨ª¡±. Pero luego, el grupo propio queda en agua de borrajas. Ver para creer.
A fuerza de sacar a Zapatero por aqu¨ª y por all¨¢ el PSC se ha convertido en su fiel reflejo. Dicen que Zapatero ten¨ªa la habilidad de decir a todo el mundo lo que quer¨ªa o¨ªr. Habilidad¡ La palabra es otra pero qu¨¦ le vamos a hacer. Al otro lado del espejo la derrota de Chac¨®n cobra sentido despu¨¦s que ni pesta?eara con el fondo de competitividad que el Gobierno huyente ha rehusado pagar. Vayan ustedes a saber si la oraci¨®n se escribe al rev¨¦s. Si lo pensamos con detenimiento y a favor de la credibilidad, puede que lo mejor sea que sigan sin tener voz propia en el Congreso, a lo mejor nos sorprender¨ªamos de lo que llegan a decir. Ahora, como m¨ªnimo, ni se les ve, ni se les nota, ni se les oye.
Uno, que tiene paciencia, se lee los documentos de la Fundaci¨®n Rafael Campalans sobre la Next Left, sobre el nuevo federalismo socialista europeo, sobre legitimidades democr¨¢ticas, sobre la era de la informaci¨®n y sobre lo terrenal y lo divino. Lo que suelen publicar las fundaciones de este tipo, vaya. El pdf lo aguanta todo, y hay mucho doctor y m¨¢ster, pero Llagostera, Torres de Segre o el Clot salen poco por ah¨ª. Lo digo por lo de recuperar la conexi¨®n con la sociedad, eso que les vota.
Cuando era peque?o jugaba en un equipo de futbol. ?ramos mal¨ªsimos. Nos faltaba visi¨®n de juego, no chut¨¢bamos bien y nos met¨ªan goles a capazos, pero el entrenador nos dec¨ªa que no jug¨¢bamos tan mal. Nunca cre¨ªmos demasiado en ¨¦l, creo que era el peor de todos nosotros y nunca nos sac¨® de crisis alguna.
Francesc Ser¨¦s es escritor.
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