Condena de 60 a?os de c¨¢rcel para el pistolero de Olot por cuatro asesinatos
Pere Puig, de 58 a?os, pasar¨¢ 24 en prisi¨®n como m¨¢ximo El magistrado le obliga a pagar indemnizaciones por 643.000 euros
La Audiencia de Girona ha condenado a 60 a?os de c¨¢rcel a Pere Puig Punt¨ª, el alba?il que asesin¨® a tiros a cuatro personas en Olot el 15 de diciembre de 2010. La sentencia establece que el pistolero no podr¨¢ permanecer m¨¢s de 25 a?os en la c¨¢rcel, periodo al que hay que restar un a?o que Puig ha pasado en prisi¨®n provisional. Puig tiene ahora 58 a?os. La sentencia, contra la que cabe recurso, cierra un cap¨ªtulo de la cr¨®nica negra de Olot, una localidad que vivi¨® conmocionada tras el d¨ªa en que el alba?il decidi¨® matar a su jefe, al hijo de este y dos empleados de la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo con su rifle de cazador.
El pistolero de Olot fue condenado por un jurado popular el pasado 16 de diciembre. No hab¨ªa dudas sobre la autor¨ªa de los asesinatos: Puig se autoinculp¨® minutos despu¨¦s de matar a su ¨²ltima v¨ªctima y m¨²ltiples testigos y pruebas confirmaron la veracidad de la confesi¨®n. El jurado deb¨ªa dirimir si, como afirmaba la defensa, Puig sufr¨ªa varios trastornos mentales que le llevaron a cometer los cr¨ªmenes. Su abogada solicitaba tambi¨¦n que se tuviera en cuenta que el alba?il se entreg¨® a la polic¨ªa y colabor¨® en todo momento durante la instrucci¨®n del caso.
El veredicto contra ¨¦l fue muy desfavorable: el jurado consider¨® que Puig estaba ¡°en plenas facultades mentales¡±, tal como declararon los psiquiatras del Instituto de Medicina Legal, y no dejaba lugar a que el juez aplicase una atenuante por colaboraci¨®n que aligerase la pena. No solo no se entreg¨®, dec¨ªa el jurado, sino que dej¨® el motor del coche encendido mientras disparaba contra los empleados de la CAM porque ten¨ªa ¡°voluntad de huir¡±. El jurado se mostr¨® contrario a una suspensi¨®n de la condena o a la proposici¨®n de un indulto total o parcial.
El fiscal del caso pidi¨® 20 a?os de c¨¢rcel para Puig por cada uno de los asesinatos (80 en total). Aleg¨® que el pistolero es ¡°una mala persona¡± que ¡°no tiene respeto por la vida de los dem¨¢s¡± y record¨® que la intenci¨®n de Puig era matar a otras dos personas ¨Cel due?o del bar La Cuina de l'Anna y un electricista¨C pero que no lo hizo porque ese d¨ªa no les encontr¨®. La abogada de la defensa, una vez escuchado el veredicto, pidi¨® para Puig la pena m¨ªnima que le pod¨ªa aplicar el juez: 15 a?os por cada asesinato.
Esa es la pena que finalmente se le ha impuesto a Puig. La sentencia considera probado que el 15 de diciembre de 2010 el alba?il acudi¨® sobre las 7.45 horas vestido de cazador y armado con un rifle al bar La Cuina de l'Anna y all¨ª dispar¨® contra su jefe Joan Tubert y el hijo de este. Luego se subi¨® a su coche y condujo hasta la sucursal de la CAM de Olot, donde descarg¨® el arma contra Anna Pujol y Rafael Turr¨®. La sentencia cree que no est¨¢ justificado imponer la pena m¨¢xima al pistolero, puesto que ¡°no opuso resistencia¡± cuando le detuvieron, ¡°colabor¨® en el esclarecimiento¡± de los hechos y reconoci¨® sus cr¨ªmenes. Tras matar a los dos empleados de la CAM, Puig esper¨® dentro unos minutos porque pensaba ¡°liarse a tiros con la polic¨ªa¡±, como ¨¦l mismo afirm¨®, pero al ver que nadie entraba sali¨® del banco y dej¨® que un polic¨ªa local le detuviese.
Un a?o despu¨¦s de los cr¨ªmenes, los familiares de los constructores siguen sin explicarse las motivaciones del pistolero. Puig declar¨® durante la instrucci¨®n que mat¨® a los Tubert porque le deb¨ªan dinero (dos pagas extras). El alba?il cobraba 1.150 euros al mes y viv¨ªa con su padre en una casa propiedad de este. La hija de Joan Tubert y hermana de ?ngel asegur¨® en el juicio que ambos sent¨ªan cari?o por el empleado, con el que hab¨ªan compartido numerosas comidas. El alba?il tambi¨¦n dijo que mat¨® a los trabajadores de la CAM porque le informaron de que deb¨ªa el importe ¨ªntegro de un cr¨¦dito que hab¨ªa pedido y del que solo hab¨ªa pagado los intereses, cuando ¨¦l pensaba que ya lo ten¨ªa liquidado. El director de la sucursal declar¨®, sin embargo, que el d¨ªa que se lo dijeron Puig no reaccion¨® mal.
Ni la falta de un m¨®vil razonable para cometer los cr¨ªmenes ni las extravagancias del acusado ¨Ca Puig, una persona solitaria y sin amigos, le gustaba que le llamaran el sheriff¨C sirvieron a la defensa para convencer al jurado de que el alba?il sufre trastornos. Tampoco que Puig explicara que su jefe ¡°se le hab¨ªa metido dentro, como una serpiente¡± y que por eso lo mat¨®. Los psiquiatras forenses concluyeron que las rarezas de Puig son meros rasgos de la personalidad y no patolog¨ªas o trastornos.
La sentencia establece que Pere Puig deber¨¢ satisfacer las responsabilidades civiles derivadas de los cuatro asesinatos ¨Centre ellas las indemnizaciones a los familiares de las v¨ªctimas¨C, por las que deber¨¢ abonar 643.000 euros.
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