Malasa?a vuelve a sonar
Convirtieron un barrio de Madrid en un sonido. Lo construyeron con guitarras, verdades y excesos. Diez a?os despu¨¦s de su disoluci¨®n Los Enemigos regresan a la carretera
Los actuales Enemigos no dan cr¨¦dito. Est¨¢n repasando las grabaciones de su jubilosa reaparici¨®n en Logro?o, el pasado 7 de enero, que inundan YouTube. Resulta que alg¨²n fan tambi¨¦n ha subido a su Facebook la entrada de su concierto en una sala de Santiago de Compostela, en 1991. Se especifica all¨ª que comenzar¨¢n a tocar a las ¡°cuatro de la madrugada¡±. Entre pitos y flautas, asegura su m¨¢nager, Carlos Mari?o, terminaron a las siete. Con tales horarios, no es extra?o que recurrieran a las sustancias peligrosas y que vieran amanecer en establecimientos raros. ¡°Pa¡¯ habernos matado¡±, susurra Josele Santiago.
Ahora, no alardean de estado f¨ªsico, pero llevan vidas repletas, poco margen para los excesos. Josele, cantante y guitarrista, desarrolla una seria carrera en solitario, con cuatro discos a su nombre. El ¨²nico enemigo genuinamente madrile?o, al presente reside en Castelldefels y habla emocionado de la reedici¨®n de grabaciones para Belter de El Pesca¨ªlla, el marido catal¨¢n de Lola Flores. Aborda regularmente el AVE rumbo a Madrid con la mochila cargada de libros y hoy hace proselitismo de Nosotros, los ahogados, del dan¨¦s Carsten Jensen: ¡°Tengo una atracci¨®n por el mar, he vivido tambi¨¦n en Vigo¡±.
Lo que queda del 'sonido Malasa?a'
Siroco (San Dimas, 3). "Actuamos en San Mateo, Siroco, La V¨ªa L¨¢ctea, King Creole, el Rock Club de San Bernardo y cuatro d¨ªas seguidos en El Agapo. Pero fueron m¨¢s decisivas las mil horas pasadas en el Flamingo".
El Palentino (Pez, 8). "El lugar para repostar, en l¨ªquido o en s¨®lido". Bar inmortalizado por Siniestro Total en ?Qui¨¦nes somos? ?De d¨®nde venimos? ?A d¨®nde vamos? Parada habitual de Andr¨¦s Calamaro, que viv¨ªa al lado y era lo m¨¢s rock star del barrio.
Sex Museum. "Los Pardo aparecieron como ni?os terribles, con una cultura rock enorme". Sex Museum sigue tocando y ha generado el combo instrumental Coronas, ahora parte de Corizonas.
Nasti (San Vicente Ferrer, 33). "Entonces era el Maravillas". "?bamos por los conciertos, claro, nunca hemos sido de discotecas". "Una noche entr¨¦ en el Ya'sta. ?Record¨¢is que era un local rockero? Pues parec¨ªa el infierno. El infierno tecno".
Javier Corcobado. "Lo m¨¢s fuerte de Malasa?a, ruidismo con voz a lo Nino Bravo". "No, era Nick Cave cantando boleros". "Pero luego se fue al Morocco y se hizo chochi".
La V¨ªa L¨¢ctea (Velarde, 18). A principios de los 90, Josele pinchaba un d¨ªa a la semana. Fino puso copas alguna noche, "aunque yo curraba en el King Creole". Manolo siempre recalaba all¨ª: era novio de Cristina Lorenzo, la encargada.
Mermelada. "Nunca se les menciona en las historias del rock de Madrid y all¨ª estaban, desde finales de los setenta, tocando rhythm and blues. Ahora es la J. Teixi Band".
La Vaca Austera (La Palma, 20). "El reino de Kike T¨²rmix. Con su entusiasmo, era el engrudo del movimiento". "?Aquellos marmitakos que cocinaba all¨ª los domingos!". "El problema es que siempre hab¨ªa alguien invitando a speed y se te quitaba el apetito".
Precisamente, el bajista Fino Oyonarte anda metido en aventuras literarias: planea una editorial de libros musicales, que inaugurar¨¢ con los Beach Boys y el grupo neoyorquino Luna. Andaluz de origen y criatura sociable, se mueve por el ambiente indie: fue productor de Planetas, Lagartija Nick, Meteosat, Napole¨®n Solo. Tambi¨¦n puso en marcha el proyecto Clovis, con su querida Cristina Plaza, que se ha ido agostando: ¡°Autogesti¨®n, autoedici¨®n¡ todo te quita energ¨ªa y te ofrece pocas compensaciones. Ahora mismo estoy con Los Eterno¡±. Entre Josele y Fino late un contencioso por el idioma: el primero discute la sensatez de cantar en ingl¨¦s, ¡°aunque yo lo haya hecho, mucho guachi guachi¡±.
Fino es el hombre-para-todo de Los Enemigos. Le corresponde monetizar la reaparici¨®n: ha preparado un magno recopilatorio, ¡°un triple CD con unos 60 temas. Quer¨ªamos reeditar cada ¨¢lbum con temas extra, pero nos han dicho que el mercado no est¨¢ para semejantes alegr¨ªas¡±. Tambi¨¦n pone a punto la versi¨®n audiovisual del ¡°concierto de despedida¡± de 2002 en La Riviera madrile?a. Para entonces, acumulaban una docena de ¨¢lbumes, para sellos fuertes (Gasa, RCA, Chewaka) y hasta ten¨ªan una compa?¨ªa propia, Al Kilo Discos, ¡°esencialmente para publicar nuestros vinilos¡±.
Recuerdan que no se llevaban mal, pero cada vez chocaban m¨¢s las discrepancias est¨¦ticas. En palabras de Josele: ¡°Hab¨ªamos agotado el territorio musical que compart¨ªamos. Como dec¨ªa la Jurado, se nos acab¨® el amor de tanto usarlo¡±.
Vuelven ahora a lo grande, encabezando festivales como Actual o, en mayo, el Territorios sevillano. En el comunicado de su retorno alegan jocosamente que ellos tambi¨¦n est¨¢n asfixiados por la crisis. Sin traumas, insiste Fino: ¡°Lo bueno es que, cuando nos reunimos para ensayar, todo sali¨® rodado, nadie dir¨ªa que hab¨ªan pasado 10 a?os¡±. Josele tiene su teor¨ªa para explicarlo: ¡°Terminamos antes de que las canciones murieran. ?Los asesinos de canciones? Son los grupos, cuando las interpretan sin ganas¡±.
Al baterista Chema P¨¦rez, alias Animal, le resulta inconcebible tocar por rutina. Venezolano de nacimiento, gozaba de un marco de referencias musicales m¨¢s amplio que el resto de Los Enemigos: ¡°Yo les hablaba de Earth, Wind and Fire y ellos cre¨ªan que solo era un grupo disco¡±. Abri¨® un bar en la calle Huertas pero deriv¨® hacia el teatro: forma parte de Yllana, estos d¨ªas en el Alfil con Sensormen. Retomar el grupo tiene sentido econ¨®mico, reconoce. Nada de lo que avergonzarse, a?ado: todas las reuniones que en el mundo (musical) han sido, obedecen a la ley de la oferta y la demanda.
Nos queda Manolo Ben¨ªtez, que habitualmente guitarrea con Porretas y Freedom. Un alma bendita cuya biograf¨ªa contiene episodios ins¨®litos: trabaj¨® una larga temporada con Bebe, cuando la extreme?a preparaba su millonario primer disco y necesitaba perfilar su cancionero. Nunca cobr¨®, pero tampoco parece sentir una amargura especial. Manolo dedica muchas energ¨ªas a un proyecto de educaci¨®n ecol¨®gica, que pretende transmitir mensajes sencillos mediante canciones y dibujos animados. ¡°Se est¨¢ apuntando gente muy diversa, ?hasta el marido de Pen¨¦lope Cruz! Resulta que Pilar Bardem conoci¨® a mi madre cuando viv¨ªa en Las Palmas, eran vecinas y asegura que ella le ayud¨® a salvar a Javier, cuando era un beb¨¦ que los m¨¦dicos no sab¨ªan curar¡±.
Respeto a las personas que hacen oposiciones y luego se dedican por las tardes a su vocaci¨®n¡±, dice Chema Animal
Los Enemigos de 2012 lucen amables y sensatos, lejos de los ce?udos kamikazes de anta?o. Chema Animal sospecha que hoy la profesi¨®n musical tiene poco futuro: ¡°Respeto a las personas que hacen oposiciones y luego se dedican por las tardes a su vocaci¨®n¡±. Otro asunto es encuadrarles hist¨®ricamente. ¡°Result¨¢bamos extra?os¡±, reflexiona Josele. ¡°Demasiado primitivos para la movida y demasiado cazurros para el noise pop. Claro que no lo vivimos como un h¨¢ndicap. Como bichos raros, pod¨ªamos ser teloneros de grupos antag¨®nicos, tipo Rebeldes con Elegantes, y ver las hostias entre mods y rockers a nuestros pies¡±.
Josele rechaza teorizar sobre una hipot¨¦tica escuela madrile?a del rock urbano, que comenz¨® en los setenta (Le?o, Cucharada, Burning) y pasa por ellos hasta desembocar en sus seguidores. ¡°No lo veo y espero que no sea falsa modestia. Me ocurre cuando toco con Rosendo y ¨¦l se desvive en agradec¨¦rmelo. No, joder: yo soy quien deber¨ªa postrarse¡±. Puede que esa escasa conciencia de tradici¨®n derive de la falta de reconocimiento, sugiero. ¡°No podemos quejarnos, ganamos el concurso Villa de Madrid y luego nos ignoraron, que era una forma de dejarnos en paz. Alg¨²n episodio tonto de censura, por un videoclip y ya est¨¢¡±.
Estos madrile?os no ejercen de tales. Hay un sector perif¨¦rico del p¨²blico que les considera gallegos, lo cual les divierte: ¡°siempre hemos metido mucha gente en nuestros conciertos de Galicia. Y nos nombraron hijos adoptivos de Arz¨²a, el pueblo del famoso queixo¡±.
En Madrid, Enemigos est¨¢n identificados con el rudo rock de Malasa?a, con base en el Agapo. Josele odia los t¨®picos y, naturalmente, echa balones fuera. ¡°?Si os lo inventasteis vosotros, los for¨¢neos! El m¨¢ximo propagandista de Malasa?a era Kike Turmix, un vasco. Si sal¨ªas de noche por el barrio, te encontrabas seguro con Siniestro Total. Y muchos garajeros yanquis o australianos de gira se perd¨ªan por esas calles¡±. Algo tendr¨ªa Malasa?a, digo. ¡°S¨ª, pod¨ªamos tocar en muchos bares. Tanto que nos invent¨¢bamos nombres alternativos, para no dar tanto el cante. Para hacer versiones, nos llam¨¢bamos Boinica Doble, Objetivo T¨²hermana, Bal¨®n Flojo¡±.
Fino no reniega de nada: ¡°Enemigos ha sido un fant¨¢stico m¨¢ster en la profesi¨®n del rock¡±. ?Pueden compartir alguna ense?anza de tantos a?os? Josele saca el estoque: ¡°Que debes reclamar a la SGAE. Llegaban las liquidaciones, yo reclamaba autom¨¢ticamente y siempre me pagaban m¨¢s. Como soy un ca¨®tico, nunca me plante¨¦ que quiz¨¢s ellos nos hac¨ªan valoraciones bajas sistem¨¢ticamente¡±. Fino muestra remordimiento: ¡°Nos cabreamos si te dejan un bolo sin pagar y luego permitimos que nuestros representantes nos roben a?o tras a?o¡±. Prop¨®sito de enmienda: votar¨¢n en las pr¨®ximas elecciones de la sociedad. Compungido, el canario Manolo rompe una lanza por Teddy Bautista: ¡°?l ten¨ªa buenas intenciones. Solo que estaba rodeado por malas compa?¨ªas¡±. La carcajada general resuena en todo el bloque.
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