El BNG contra el BNG
Escasas esperanzas de hallar una soluci¨®n de consenso
De hoy en una semana, los rostros que lideren la organizaci¨®n de los nacionalistas de izquierda ser¨¢n diferentes. O no tanto, dado que veteranos y reincidentes entran en combate: Guillerme V¨¢zquez opta a la reelecci¨®n como portavoz nacional y su contrincante se llama Xos¨¦ Manuel Beiras. Para optar a la Xunta, Francisco Jorquera contra Carlos Aymerich. Pero lo que casi toda la militancia del Bloque Nacionalista Galego, de una, otra, otra u otra fracci¨®n, comparte es el ¡°car¨¢cter decisivo¡± de la Asemblea Nacional del pr¨®ximo fin de semana en Santiago. Esta tarde se presentan las dos principales candidaturas. Aymerich y Beiras lo har¨¢n en la sede de la organizaci¨®n, media hora antes de que V¨¢zquez y Jorquera comparezcan en un hotel de Santiago. Adem¨¢s de estas dos listas comparecer¨¢ una tercera, la del Movemento Galego ao Socialista, la corriente m¨¢s a la izquierda del Bloque, con nulas posibilidades de vencer.
El c¨®nclave resolver¨¢, esperan, el escenario interno originado en mayo de 2009 -a los dos meses de la ca¨ªda electoral del bipartito- que dividi¨® pr¨¢cticamente a la mitad las bases del BNG e instaur¨® un clima de, por decirlo suavemente, frialdad y desconfianza entre compa?eros.
Fue entonces la primera vez que la Uni¨®n do Povo Galego (UPG), el esqueleto fundacional del frente de partidos, qued¨® al tim¨®n, apoyada por una de sus escisiones ¨Cel minoritario Movemento Galego ao Socialismo-, en solitario. Un no muy conocido Guillerme V¨¢zquez, que hab¨ªa sido diputado en el Congreso y concejal en Pontevedra, asumi¨® la tarea de manejar la nave con un programa, aprobado por mayor¨ªa, que prescrib¨ªa ¡°m¨¢s izquierda y m¨¢s nacionalismo¡±. Al otro lado, Carlos Aymerich y el conglomerado de M¨¢is Galiza, que insist¨ªan en la ¡°necesidad de abrir la organizaci¨®n a la sociedad¡±, alcanzaron un 45% de apoyos. Los irmandi?os de Beiras hab¨ªan renunciado a la batalla en la primera fase de la asamblea. Las sucesivas citas con las urnas no depararon ninguna debacle, pero tampoco una reversi¨®n del ciclo descendete que hab¨ªan iniciado los nacionalistas en 2001 y que se acentu¨® en la etapa de Anxo Quintana.
Dos a?os despu¨¦s de aquella asamblea, el mapa y las alianzas internas del Bloque han cambiado. Pero la convulsi¨®n no cesa. ¡°Parece normal que en una organizaci¨®n democr¨¢tica¡±, declar¨® ayer en entrevista a Radio Nacional de Espa?a el portavoz saliente Guillerme V¨¢zquez, ¡°haya diferentes formulaciones sobre el proyecto pol¨ªtico o incluso sobre el proyecto org¨¢nico¡±. En lo pol¨ªtico, Alternativa pola Unidade (ApU) ¨Cla plataforma de la UPG que impulsa a V¨¢zquez y a Jorquera- opta por un programa socialdem¨®crata fuerte y por un horizonte soberanista que incluye, por primera vez, el objetivo estrat¨¦gico de la construcci¨®n de una ¡°Rep¨²blica de Galiza¡±. M¨¢is Galiza, que recientemente ha perdido referentes de peso como la exconselleira Teresa T¨¢boas o el ex secretario general Xos¨¦ Ant¨®n P¨¦rez Lema, reivindica con inusual -en el marco bloqueiro- positividad la historia de la autonom¨ªa y la institucionalidad de ella emanada. En propuestas econ¨®micas, la distancia respecto de lo propugnado por ApU no es tanta y se puede resumir en que los poderes p¨²blicos deben garantizar la igualdad social y limitar f¨¦rreamente los desmanes de la l¨®gica mercantil. Los beiristas no han elaborado documento pol¨ªtico, pero su historial ideol¨®gico los sit¨²a en la ¨®rbita altermundista y cercanos a una reformulaci¨®n del ¡°socialismo democr¨¢tico¡±.
Casi toda la militancia comparte es el ¡°car¨¢cter decisivo¡± de la Asemblea
Sin embargo, la verdadera grieta que, a una semana de la Asemblea Nacional, separa a las corrientes nacionalistas tiene mucho m¨¢s que ver con el reparto ide poder y el funcionamiento org¨¢nico del Bloque que con abismos ideol¨®gicos. Frente al control de los aparatos de direcci¨®n que siempre ha mantenido la UPG, y a la que los cr¨ªticos acusan de abuso de poder, M¨¢is Galiza y Encontro Irmandi?o hablan de ¡°recuperar la fraternidad interna¡±. Para ello sellaron la semana pasada un sorprendente pacto con espacio reservado para independientes ¨Cen los que se inscriben, tambi¨¦n, los del Partido Nacionalista Galego, y los descolgados de M¨¢is Galiza o hist¨®ricos como Camilo Nogueira- y que ha propiciado el regreso, a los 75 a?os, de Xos¨¦ Manuel Beiras.
Antes, el otro referente irmandi?o -el alcalde de Teo, Marti?o Noriega- hab¨ªa rechazado optar a la portavoc¨ªa nacional. Junto a Beiras, Aymerich pugnar¨¢ por ser el candidato nacionalista a la Xunta. La voz del BNG en el Parlamento negoci¨® con los beiristas bajo la condici¨®n de ser el quien se postulase para llegar a San Caetano. El acuerdo, que apuesta sobre todo por una ¡°regeneraci¨®n y refundaci¨®n¡± del BNG, no ha acabado de contentar a la totalidad de los implicados: el exsenador Xos¨¦ Manuel P¨¦rez Bouza ha expresado en p¨²blico su disgusto con la recuperaci¨®n de Beiras. Mientras, la U ha tirado de Guillerme V¨¢zquez ¨Cque no milita en el partido de Francisco Rodr¨ªguez- y de uno de sus militantes con mayor presencia p¨²blica, Francisco Jorquera. Este, que en la campa?a a las elecciones generales hab¨ªa negado siquiera pensar en esta posibilidad, saltar¨¢ al campo de la Asemblea Nacional como aspirante a la candidatura al Gobierno gallego.? El fantasma de una ruptura significativa planea y hace m¨¢s sombra que nunca sobre la estructura que, hace ya 30 a?os, comenz¨® el largo y tortuoso camino de la unificaci¨®n del nacionalismo de izquierdas.
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