El Col¨®n echa el cierre
La Diputaci¨®n coru?esa estudia compartir la gesti¨®n del hist¨®rico teatro coru?¨¦s, clausurado tras la renuncia de la caja a mantenerlo
Al son del cantante Loquillo, se baj¨® anoche el tel¨®n del emblem¨¢tico Teatro Col¨®n de A Coru?a. Y nadie sabe cu¨¢ndo volver¨¢ a levantarse. La Diputaci¨®n Provincial, due?a de este destacado espacio cultural del coraz¨®n de la ciudad, lleva ya varias semanas ¡°trabajando en buscar la mejor opci¨®n¡± para sustituir a la Fundaci¨®n Novacaixagalicia, que tras cinco a?os de concesi¨®n, declin¨® seguir con la gesti¨®n del teatro. Varias empresas privadas estar¨ªan interesadas en optar al concurso que probablemente acabar¨¢ por convocar el organismo provincial. Su presidente, Diego Calvo (PP), tampoco descarta ¡°un modelo mixto¡± en el que tambi¨¦n participe la Diputaci¨®n. Incluso el Ayuntamiento coru?¨¦s, y pese a tener espacios similares muy pr¨®ximos como el Teatro Rosal¨ªa de Castro se ofreci¨® a hacerse cargo siempre y cuando no tenga que aportar un c¨¦ntimo, precis¨®.
¡°Probablemente la salida est¨¦ en una tercera v¨ªa en la que habr¨ªa que contar con recursos de la Diputaci¨®n pero tambi¨¦n externos¡±, indic¨® Calvo. Pero se niega a hablar de plazos, ni dar m¨¢s detalles de esas ¡°opciones¡± que dice que ha estudiado a fondo. ¡°Lo importante es garantizar una programaci¨®n de calidad y estable para los pr¨®ximos a?os¡±, repite invariablemente el presidente provincial. Pero advierte que no quiere o¨ªr hablar de renunciar a un escenario con gran arraigo en A Coru?a. ¡°La palabra cierre no se mencionar¨¢ y no se contempla en la m¨¢s remota de las posibilidades en las que estamos trabajando¡±, afirm¨® tajante Diego Calvo.
Y eso que califica de ¡°irresponsabilidad¡± pensar que en el actual contexto de crisis se pueda repetir o incluso aproximar a la f¨®rmula de gesti¨®n ideada en 2006, cuando en un concurso abierto al que solo optaron las entonces dos cajas de ahorro gallegas, se llev¨® el contrato la coru?esa Caixa Galicia con una oferta sustancialmente mayor a la de su competidora viguesa: 82,7 millones de euros en cinco a?os para encargarse del teatro y promover acciones socioculturales en los 94 municipios de la provincia. En la busca de alternativas, tambi¨¦n pesar¨¢ la liquidaci¨®n de cuentas a¨²n por hacer con la Fundaci¨®n Novacaixagalicia cuando entregue el inmueble. No s¨¦ sabe si cumpli¨® sus expectativas de gastos e ingresos, cifrados estos ¨²ltimos en 7,04 millones en cinco a?os, menos de la mitad de los 15,4 millones que la entidad calculaba de coste de gesti¨®n en ese lustro.
El emblem¨¢tico teatro, concebido a la italiana para todo tipo de espect¨¢culos esc¨¦nicos y tambi¨¦n proyecciones de cine, siempre supuso un quebradero de cabeza para la Diputaci¨®n coru?esa desde que lo adquiri¨®, por 343 millones de euros, a mediados de la d¨¦cada de los 90 cuando era presidente Augusto C¨¦sar Lendoiro. Inaugurado en 1948 en un lugar preferente del centro de la ciudad, a la entrada de los Jardines de M¨¦ndez N¨²?ez, fue promovido por Emilio Rey Romero, empresario de espect¨¢culos y presidente del consejo de administraci¨®n de La Voz de Galicia. En los a?os 80, la familia propietaria quiso deshacerse de ¨¦l y forz¨® su venta al patrimonio p¨²blico. El peri¨®dico con sede en A Coru?a incluso desat¨® una campa?a contra el primer presidente democr¨¢tico de la Diputaci¨®n, Enrique Marfany, por su reticencia a adquirir el teatro con dinero p¨²blico.
El hoy presidente del D¨¦por, que estuvo al frente del organismo provincial de 1995 a 1999, siempre se vanaglori¨® de haber ejecutado la compra del Col¨®n. Aunque no sin quejarse de que fuese el socialista Salvador Fern¨¢ndez Moreda quien finalmente, en su segundo mandato como presidente provincial (de 2003 a junio del pasado a?o) el que lo inaugurase. Casi 12 millones de euros y cuatro a?os cost¨® a las arcas de la Diputaci¨®n remozar y dotar de las ¨²ltimas tecnolog¨ªas, aun preservando su configuraci¨®n a la antigua, un teatro que carec¨ªa de proyecto cultural y contenido. Fue entonces cuando, por concurso, se entreg¨® la gesti¨®n a la caja, que tom¨® la pol¨¦mica decisi¨®n de inscribir en letras enormes en la fachada principal del inmueble el nombre de la entidad financiera. El Col¨®n sigue en busca de nuevos gestores.
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