El supuesto asesino de Yasm¨ªn declara que no recuerda que la matase
El acusado asiste impasible a los llantos de dos testigos durante el juicio
¡°Ha habido un accidente. La va a matar, la va a matar¡±. Alicia In¨¦s Osorio, la amiga de Yasm¨ªn Zamira Rodr¨ªguez, la mujer asesinada a manos de su marido el 9 de mayo de 2009 en Ir¨²n, no pudo dar m¨¢s explicaciones al operario de los servicios de emergencia que respondi¨® a su llamada. El testimonio de Osorio junto al de Juan Pablo Urtizberea, el vecino de Ir¨²n que intercedi¨® en la agresi¨®n, reconstruyeron ayer el relato de los hechos, en la segunda sesi¨®n del juicio contra Edward Enrique San Clemente. El agresor, por su parte, aleg¨® que no recordaba nada de lo sucedido.
El presunto asesino, impasible, permaneci¨® recostado y con las manos cruzadas en el regazo durante toda la sesi¨®n. A pesar de haber asegurado sentirse ¡°arrepentido¡±, el testimonio y los llantos de la amiga e hija de la v¨ªctima, que tambi¨¦n declar¨® ayer, no provocaron ning¨²n cambio en su actitud. Tampoco cuando Urtizberea mostr¨® a los miembros del jurado la cicatriz que le dej¨® una de las pu?aladas que le asest¨® San Clemente.
Con su testimonio, Osorio, confirm¨® el estado de persecuci¨®n al que se ve¨ªa sometida la v¨ªctima por parte de su marido y las amenazas que le profiri¨® a escasos metros del bar de Ir¨²n al que se dispon¨ªan a entrar para tomar unas copas. ¡°Tranquila guapetona, que a m¨ª no me hace nada¡±, respondi¨® Yasm¨ªn a Osorio, cuando est¨¢ le advirti¨® de las amenazas.
El vecino de Ir¨²n que intermedi¨®: ¡°Vi que se me sal¨ªan las v¨ªsceras¡±
Una vez que las dos amigas abandonaron el establecimiento el presunto asesino les persigui¨® en coche, les embisti¨® en dos ocasiones, y al segundo golpe, cuando Osorio y Rodr¨ªguez abandonaron el veh¨ªculo, asest¨® una pu?alada en el cuello a su v¨ªctima.
Urtizberea se top¨® con los dos coches y medi¨® en lo que al principio consider¨® un accidente de coche. ¡°Hab¨ªa una persona en el suelo y otra encima. Le agarr¨¦ de la cabeza. ?Est¨¢s tonto? Le dije. Y entonces se puso a golpearme¡±, cont¨® Urtizberea. ¡°Se fue tranquilamente, hacia el otro lado de la carretera. Cuando pas¨® por la mediana vi que ten¨ªa un cuchillo en la mano¡±, explic¨® el vecino de Ir¨²n. Urtizberea comenz¨® a notar entonces un calor en el abdomen y comprob¨® que lo que hab¨ªa cre¨ªdo golpes, eran en realidad dos pu?aladas, una en el abdomen y otra en la espalda. ¡°Vi como se me sal¨ªan las v¨ªsceras. Pensaba que me mor¨ªa¡±, relat¨®.
El testimonio de Angie Lorena S¨¢nchez, la hija de la v¨ªctima, constituy¨® el momento m¨¢s emotivo de la sesi¨®n. S¨¢nchez, que descarg¨® su rabia contra el agresor profiri¨¦ndole un insulto, enumer¨® los diversos empleos de su madre, todo para que su hija pudiera estudiar. ¡°Yo quer¨ªa ser odont¨®loga, pero el sue?o de mi madre es que fuera m¨¦dico. La doctora S¨¢nchez¡±.
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