Ni ilusi¨®n ni estabilidad
Feij¨®o solo puede repetir por incomparecencia de la oposici¨®n. Y eso est¨¢ a punto de suceder si socialistas y nacionalistas no son capaces de variar su rumbo pol¨ªtico actual
El 38? congreso del partido socialista celebrado el pasado fin de semana en Sevilla no ha generado la m¨¢s m¨ªnima ilusi¨®n, ni ha garantizado la estabilidad de la organizaci¨®n. La falta de ilusi¨®n es tan evidente que deviene en axioma, y como tal, no necesita esfuerzo argumental para su demostraci¨®n. Es la consecuencia l¨®gica de un c¨®nclave que limit¨® sus objetivos a una disputa por el control del poder interno de la organizaci¨®n, sin que fuese posible detectar las l¨ªneas b¨¢sicas de un proyecto, posible y realizable, pero radicalmente diferente al discurso conservador.
?Tampoco el resultado del congreso socialista garantiza la estabilidad futura del partido. No solo, y no tanto, por el apretado triunfo de la candidatura de Rubalcaba sobre la encabezada por Chac¨®n, sino, y sobre todo, por la falta de proyecto pol¨ªtico al que me refer¨ªa m¨¢s arriba, entendiendo por tal no una yuxtaposici¨®n de propuestas inconexas como la que se ha presentado, m¨¢s cercana a una tabla reivindicativa que a un discurso integrado capaz de sostener una alternativa de Gobierno y de enfrentarse con credibilidad a la contrarreforma iniciada por el Partido Popular. A todo ello conviene a?adir el duro calendario electoral al que habr¨¢ de enfrentarse a lo largo del pr¨®ximo a?o la nueva direcci¨®n socialista. El pr¨®ximo mes de marzo se celebran comicios en Andaluc¨ªa (decisivos para el futuro inmediato del PSOE) y en Asturias, y antes de la primavera de 2013, habr¨¢ elecciones auton¨®micas en Euskadi y en Galicia. Si el partido socialista salda con sucesivos fracasos su comparecencia en dichas elecciones, algo que de ninguna manera puede descartarse, el precario equilibrio alcanzado en el congreso de Sevilla puede saltar hecho a?icos y reabrirse la crisis con m¨¢s fuerza todav¨ªa, obligando a una verdadera refundaci¨®n del socialismo espa?ol, lo que precisamente quiso evitarse con el dise?o del reci¨¦n finalizado congreso.
En este contexto, el pr¨®ximo mes de marzo tendr¨¢ lugar el congreso de los socialistas gallegos. Pronto sabremos, porque la elecci¨®n de delegados para dicho c¨®nclave se realizar¨¢ a lo largo de la pr¨®xima semana, si habr¨¢ una sola candidatura para dirigir el partido, encabezada por Pachi V¨¢zquez, o si los crecientes y dispares descontentos con el actual secretario general ser¨¢n capaces de articular una alternativa cre¨ªble para gobernar la organizaci¨®n. En todo caso, en los proleg¨®menos de este importante congreso, los temas que ocupan el primer plano de la discusi¨®n ¡ªdirecci¨®n del partido, elecci¨®n del secretario general¡¡ª solo contribuyen a crear la sensaci¨®n de que el debate socialista responde, sobre todo, a necesidades internas, y que adolece de la necesaria conexi¨®n con un proyecto pol¨ªtico, que apenas logra hacerse un hueco en el escenario de la controversia.
En tales circunstancias, es muy dif¨ªcil que el PSdeG pueda evitar que se desvirt¨²e su congreso. Al contrario, inexorablemente el socialismo gallego proyectar¨¢ la imagen de que su debate se reduce a una mera lucha por el poder, a una confrontaci¨®n entre intereses personales y corporativos en pugna por la influencia y el control del partido. Si a la situaci¨®n que atraviesa el socialismo gallego a?adimos la inestabilidad que vive el Bloque, la combinaci¨®n puede ser devastadora para Galicia. Porque, en efecto, un gobernante como N¨²?ez Feij¨®o que ha reducido su actividad a discursos vacuos llenos de frases cosm¨¦ticas y al autobombo, que ha fracasado rotundamente, que carece de un proyecto pol¨ªtico que merezca tal nombre, incapaz de generar, como el mismo reconoce, una sola noticia econ¨®mica positiva, absolutamente desdibujado pol¨ªticamente y obligado a supeditar los intereses de Galicia a las necesidades del nuevo Gobierno solo puede revalidar su triunfo electoral por incomparecencia de la oposici¨®n. Y esto es por desgracia lo que est¨¢ a punto de suceder si socialistas y nacionalistas no son capaces de variar su rumbo pol¨ªtico actual.
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