Los partidos exhiben en el Parlamento sus fisuras para gestionar el fin de ETA
La C¨¢mara pide la disoluci¨®n de la banda con el voto nacionalista en contra
La cosa no est¨¢ todav¨ªa madura. La articulaci¨®n de un discurso com¨²n de las fuerzas parlamentarias vascas ante el nuevo tiempo abierto por la renuncia de ETA a las armas el pasado mes de octubre no parece a¨²n posible. La duda reside en si no lo es por ahora o si no lo ser¨¢ nunca.
El debate que ayer vivi¨® el Parlamento aut¨®nomo con motivo de una proposici¨®n de UPyD sobre la defensa de la democracia y sus instituciones tras el comunicado etarra volvi¨® a dividir la C¨¢mara por la tradicional l¨ªnea divisoria que separa a nacionalistas (PNV, Aralar y EA, que votaron en contra de la iniciativa) y no nacionalistas (PSE, PP y UPyD, que lo sacaron adelante). El ¨²nico parlamentario de Ezker Anitza, Mikel Arana, se abstuvo.
El texto exige a ETA ¡°su disoluci¨®n incondicional¡±, acompa?ada de la entrega de las armas, el reconocimiento del da?o causado y la colaboraci¨®n con la justicia para el esclarecimiento de decenas de cr¨ªmenes. Adem¨¢s, defiende el derecho de las v¨ªctimas a un final con memoria, con dignidad y justicia, y reafirma el Estado de derecho y el ordenamiento constitucional y estatutario como bases de garant¨ªa de convivencia, libertad, pluralismo y respeto a los derechos. El acuerdo incluye una referencia a la vigencia de otro acuerdo de la C¨¢mara, de marzo del a?o pasado, aspecto en el que los grupos nacionalistas vieron un anclaje en el pasado, por no tener en cuenta el cambio fundamental del abandono de ETA. Pero en aquella ocasi¨®n tambi¨¦n se opusieron a lo que el Parlamento fij¨® como ¡°principios rectores para un modelo de fin de ETA sin impunidad¡±.
UPyD renunci¨® a la adhesi¨®n que pretend¨ªa al documento que la mayor¨ªa de asociaciones de v¨ªctimas suscribi¨® en noviembre de 2010 y en el que, entre otras cosas, reclamaban el cumplimiento ¨ªntegro de las penas por parte de los terroristas.
El discurso m¨¢s duro lo hizo el representante de EA, Juanjo Agirrezabala, quien dijo que la disoluci¨®n de ETA no es ¡°ni realista ni necesaria¡±, y afirm¨® que la banda existir¨¢ mientras tenga militantes presos. Neg¨® que los beneficios penitenciarios supongan impunidad y afirm¨® que esta la tienen ¡°polic¨ªas y guardias civiles que han cometido cr¨ªmenes¡±.
Aralar se centr¨® en la negativa a que las v¨ªctimas marquen ¡°la hoja de ruta¡± de la gesti¨®n del fin de ETA. Eso debe hacerlo, dijo, el lehendakari, a cuyo liderazgo apel¨® su portavoz, Aintzane Ezenarro. Tambi¨¦n critic¨® la contradicci¨®n, a su juicio, entre la posici¨®n m¨¢s avanzada del PSE sobre pol¨ªtica penitenciaria y lo que vot¨® ayer.
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, justific¨® su rechazo en que el de ayer era ¡°un paso atr¨¢s¡± y dijo que se est¨¢ cayendo en ¡°una competici¨®n de relatos¡±. ETA y el Estado defienden a ultraza cada cual el suyo y ese no es el camino, afirm¨®. Egibar ve dos prioridades: las v¨ªctimas y la pol¨ªtica penitenciaria. Ambas son ¡°consecuencias de la lucha armada, no del conflicto pol¨ªtico¡± y para las dos dijo que habr¨¢ que ¡°encontrar un t¨¦rmino medio compartido¡±.
Socialistas, populares y UPyD coincidieron en que ETA ha acabado por la acci¨®n del Estado de derecho y nada se le debe.
Cierre matizado a las pensiones de privilegio
Los representantes y gestores p¨²blicos deben ser en todo momento un referente ejemplar para la ciudadan¨ªa en su integridad y dedicaci¨®n a las necesidades de la sociedad en el ejerccio de las funciones que esta les encomienda con su voto.
Esta afirmaci¨®n, que consta en la modificaci¨®n del Estatuto del Pol¨ªtico aprobada ayer por el Parlamento, es el resumen de los motivos que est¨¢n en la base de la supresi¨®n de la mayor parte de los privilegios que hasta la fecha han correspondido a los consejeros y viceconsejeros que han pasado por los distintos Gobiernos. A los del actual ya no les corresponder¨¢n.
A partir de la publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Pa¨ªs Vasco de este cambio legal, dejar¨¢n de percibir los complementos que recib¨ªan para alcanzar la mitad del sueldo actualizado del cargo que ocuparon en su d¨ªa. S¨ª conservar¨¢n finalmente la pensi¨®n m¨¢xima, aunque no hubieran realizado las cotizaciones precisas para ello.
Tambi¨¦n ha permanecido una excepci¨®n, que ayer volvieron a criticar el PP y los grupos minoritarios, para los consejeros que tengan cumplidos 60 a?os en el momento en que entre en vigor la normativa aprobada ayer. Pero PNV y PSE, los dos partidos que han gobernado y tienen algunas personas con ese perfil ¡ªnunca han querido precisar cu¨¢ntas ni qui¨¦nes¡ª acordaron mantenerles las mismas condiciones que a sus predecesores debido a que ya no tendr¨¢n margen de maniobra para completar sus cotizaciones.
Salvo en este extremo, la modificaciones se aprobaron por unanimidad.
Adem¨¢s de lo referido a las pensiones de los cargos del Gobierno, que solo se mantienen intactas en el caso de los ex lehendakaris, los cambios afectan tambi¨¦n a los parlamentarios: quienes lo hayan sido al menos un a?o recibir¨¢n una indemnizaci¨®n de una mensualidad al dejar su esca?o, salvo que en el mes siguiente se incorporen a alg¨²n cargo p¨²blico. Queda pendiente una reforma que afecta a la Seguridad Social, para que, en el momento en que eso ocurra y si no se recolocan de inmediato, puedan cobrar las prestaciones por desempleo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.