Equilibrio con la historia
C¨®rdoba compagina el crecimiento urban¨ªstico con la arqueolog¨ªa
En C¨®rdoba, es una historia casi tan antigua como la ciudad misma. Aunque es solo desde hace unas d¨¦cadas ¡ªy los ¨²ltimos a?os especialmente¡ª cuando se ha tomado mayor conciencia. Hablamos del eterno debate acerca de c¨®mo preservar los restos patrimoniales que regala el subsuelo de la ciudad pr¨¢cticamente a diario, c¨®mo conservarlos, catalogarlos y, lo m¨¢s dif¨ªcil, integrarlos ¡ªo no¡ª en el paisaje urbano y arquitect¨®nico contempor¨¢neo en el que han renacido.
El ¨²ltimo ejemplo de este dif¨ªcil equilibrio en el que vive la milenaria ciudad de C¨®rdoba, y muchas de Andaluc¨ªa, se vivi¨® hace un mes, a cuento de las obras de construcci¨®n del futuro Instituto de Investigaciones Biom¨¦dicas Maim¨®nides, que se levanta junto al hospital Reina Sof¨ªa, en el l¨ªmite oeste de la capital. Las palas excavadores dieron con unos restos, ya catalogados previamente, de una almunia y un arrabal ¨¢rabes. Lo que vendr¨ªa a ser, por un lado, la traducci¨®n al mundo musulm¨¢n de Al-?ndalus de una villa romana y, por otro, vestigios de uno de los enormes barrios de aluvi¨®n que rodeaban la ciudad califal en la Edad Media.
El tratamiento que se hizo de aquellos restos despert¨® las suspicacias de alg¨²n grupo social que advirti¨® un posible expolio. Tras la investigaci¨®n de la Junta se vio que la empresa estaba adapt¨¢ndose a lo exigido: preservar¨ªa la almunia y construir¨ªa sobre el arrabal. La singularidad y especial valor del primer elemento lo hacen mucho m¨¢s valioso, a juicio de los t¨¦cnicos, que los restos de un barrio del medievo, similares a los que aparecen reiteradamente en otros puntos de la ciudad y que ya se est¨¢n integrando, como en el caso de las obras del Espacio Andaluz de Creaci¨®n Contempor¨¢nea.
¡°Los criterios que utilizamos cuando tenemos que adoptar decisiones de conservaci¨®n o integraci¨®n comienzan con la normativa legal. Tanto la ley de Patrimonio Hist¨®rico como el propio Plan General de Ordenaci¨®n Urbana. O los criterios de organismos vinculados a la Unesco como el Icomos y que desgranan qu¨¦ se debe tener en cuenta en las ciudades que poseen un importante patrimonio cultural¡±, explica Mar¨ªa Isabel Humanes Rodr¨ªguez, responsable del Servicio de Bienes Culturales de la Delegaci¨®n de Cultura en C¨®rdoba.
Mucho ha llovido desde que en una ciudad como C¨®rdoba, a mediados de los a?os ochenta del siglo pasado, se armase un enorme revuelo por el hallazgo de varias calles romanas y restos ¨¢rabes en la excavaci¨®n de un aparcamiento subterr¨¢neo, que no lleg¨® a terminarse, en la c¨¦ntrica avenida del Gran Capit¨¢n. Solo unos a?os despu¨¦s, en los trabajos de cimentaci¨®n de la nueva estaci¨®n del AVE, afloraron los espectaculares restos del palacio imperial romano de Maximiano. Un verdadero tesoro que termin¨® arrasado por el r¨¢pido avance de unas obras que iban a contrarreloj de los fastos de 1992.
Se trata de los dos ejemplos m¨¢s desafortunados de la falta de integraci¨®n del pasado urbano y arquitect¨®nico con el presente. ¡°Por desgracia hay algunos casos que en su d¨ªa no se resolvieron bien porque los criterios eran otros y quiz¨¢s faltase mayor concienciaci¨®n del valor del patrimonio. Incluso faltaba una normativa m¨¢s completa que protegiese y amparase esos restos¡±, sostiene Maudilio Moreno, arque¨®logo de la Delegaci¨®n de Cultura de C¨®rdoba. ¡°A partir de esos casos negativos creo que empez¨® a tomarse conciencia de que hab¨ªa de combinarse el desarrollo urban¨ªstico con la conservaci¨®n¡±, prosigue.
En ese ambiente, se redact¨® el PGOU de C¨®rdoba, donde se dibuj¨® todo el termino municipal, dividido en 25 zonas arqueol¨®gicas que delimitan su mayor o menor protecci¨®n arqueol¨®gica. ¡°Siempre en virtud de la carga de restos detectada por otras actividades y siempre dentro de un margen de previsibilidad. Porque la arqueolog¨ªa no es una ciencia exacta¡±, matiza Moreno.
El Plan General no hace distinciones entre lo romano o lo ¨¢rabe, sino que se aferra a las cuestiones de singularidad, el estado de conservaci¨®n de los restos y el que estos sean o no un arquetipo representativo, un modelo con valores did¨¢cticos de otros elementos semejantes. Algo as¨ª se encontr¨® en las obras de la estaci¨®n de autobuses de C¨®rdoba, que s¨ª fueron capaces de integrar una casa ¨¢rabe modelo, muy bien conservada y hoy en d¨ªa visitable.
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