Desaparecen valiosas obras de arte y joyas del Ayuntamiento coru?¨¦s
Pendientes de oro y el despacho de Casares Quiroga, en paradero desconocido La lista de los objetos no hallados en el inventario municipal asciende a 196 Entre las p¨¦rdidas hay cuadros de Sucasas y Laxeiro y un reloj de 2,4 metros de altura
Fue un goteo, en algunas ¨¦pocas m¨¢s intenso que en otras, de desapariciones a lo largo de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. Casi 200 bienes, en su mayor¨ªa pinturas y joyas, del patrimonio del Ayuntamiento de A Coru?a est¨¢n en paradero desconocido. Faltan hasta los pendientes de oro y diamantes, datados de 1842, que luc¨ªa la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad. Lienzos de pintores gallegos renombrados y cotizados como Seoane, Laxeiro, Constantino Grand¨ªo, Alfonso Abelenda o Sucasas tambi¨¦n se han esfumado. ¡°Pendientes de localizaci¨®n¡±, seg¨²n la f¨®rmula del inventario municipal, tambi¨¦n est¨¢n unas 30 esculturas, algunas de tama?o considerable, y peque?as o grandes ¡°artes decorativas¡±. Incluso se desvaneci¨® el mobiliario al completo, con escritorio, sof¨¢ y hasta papelera, del despacho del que era presidente del Gobierno en la Segunda Rep¨²blica, Santiago Casares Quiroga, al dar Franco el golpe en 1936.
Se trata del segundo expolio de las pertenencias del expresidente, este ya ocurrido en plena democracia. En su residencia de la calle de Panaderas, hoy reconvertida en casa-museo, paneles recogen el inventario elaborado por los franquistas de los muebles, utensilios dom¨¦sticos, libros y obras que requisaron al apoderarse del ¡°domicilio que fue de Santiago Casares Quiroga¡±. Ante las estanter¨ªas vac¨ªas de la biblioteca, s¨®lo queda un escritorio de madera tallada y dos sillas.
No hay noticias de diversas monedas del siglo XVII ni de varias piezas de plata
En septiembre 2001, cuando el entonces alcalde Francisco V¨¢zquez ya estaba enfrascado en la compra del edificio para convertirlo en casa-museo, Elvira Porv¨¦n Civeira don¨® al Ayuntamiento el mobiliario de 1930 del despacho del expresidente. Constaba de una gran mesa de escritura, otra auxiliar y una tercera de centro, un armario bajo con estanter¨ªa ¡ªtodo de metal lacado de color granate¡ª, un sof¨¢, dos sillones, dos sillas y una papelera. El conjunto fue incorporado, con fotos y fichas detalladas, al inventario de bienes hist¨®rico-art¨ªsticos del Ayuntamiento. Al a?o siguiente, ya se ech¨® en falta.
Son en total 196 los bienes presuntamente expoliados. Desapareci¨® de todo, bienes con o sin valor, alguno incalculable. Tambi¨¦n los dif¨ªciles de pasar desapercibidos, como un reloj alem¨¢n del siglo XVII en su caja de caoba de 2,4 metros de alto, y otro ingl¨¦s de 1791, comprado e inventariado el mismo a?o. Ambos est¨¢n formalmente desaparecidos desde 1999. La ¨²ltima p¨¦rdida es el original del cartel de Vi?etas desde o Atl¨¢ntico de 2002, la feria anual del c¨®mic. Cost¨® 2.460 euros a las arcas municipales. Est¨¢ ¡°pendiente de localizar¡± desde 2004. Lo mismo ocurre con el ¨®leo que Laxeiro pint¨® para ilustrar el Carnaval coru?¨¦s de 1986. O el cartel de fiestas de la ciudad de 2001, que supuso el desembolso de 3.466 euros al ayuntamiento.
Del despacho de Casares Quiroga solo queda una estanter¨ªa vac¨ªa, dos sillas y un escritorio
El cap¨ªtulo de pinturas, grabados y dibujos desaparecidos arroja 116 faltas. La ¨²ltima constancia de la existencia de un Seoane, titulado Montes, es de 1976. No hay rastro tampoco de dos Sucasas, uno de ellos desaparecido tras ser cedido al Ayuntamiento de Trazo ese mismo a?o. Ni idea del paradero de dos ¨®leos de Tino Grand¨ªo que eran de propiedad municipal desde mediados de los a?os ochenta, ni de dos acuarelas de Abelenda de 1984 y 1989. A¨²n constaban en el inventario de 2001, pero luego se desvanecieron. Como el Cabeza de Ant¨®n Lamazares de 1974. Aparec¨ªa en el Cat¨¢logo de pintura patrimonio del Ayuntamiento coru?¨¦s que se elabor¨® en 1985. Ahora est¨¢ sin localizar. Nada se sabe tampoco de otra decena de lienzos, algunos de propiedad municipal desde la d¨¦cada de los cuarenta, que tambi¨¦n figuraban inventariados en ese libro.
En el apartado de esculturas, tambi¨¦n faltan de todo tipo. Desde los bustos de coru?eses destacados del siglo XIX como Ram¨®n de la Sagra o S¨¢nchez Bregua, las obras ganadoras de los concursos municipales de escultura y de cer¨¢mica de 1982, hasta la reproducci¨®n de la escena de lucha Mar¨ªa Pita que en 1989 compr¨® el ayuntamiento, por 11.494 euros, al Museo de cera de Madrid.
A 26 ascienden las piezas catalogadas como joyas que desaparecieron del patrimonio municipal de A Coru?a. Registrados estuvieron los ancestrales pendientes de oro y diamantes de la Virgen del Rosario, con certificado de 1841, desde que el Ayuntamiento dio acta de recepci¨®n en septiembre de 1968 hasta que, en 1975, ya se declararon como ¡°desaparecidos¡± en el inventario del Museo Arqueol¨®gico. Faltan tambi¨¦n ocho monedas de Fernando VII o Isabel II del siglo XIX y otras anteriores del siglo XVII, adem¨¢s de una romana de cobre, todas ellas donadas en 1929. El ¨²ltimo rastro de su existencia data del inventario realizado en 1979.
Las desapariciones se sucedieron, poco a poco, a lo largo de los ¨²ltimos 40 a?os
En paradero desconocido est¨¢n todo tipo de piezas de plata conmemorativas o de agradecimiento. Como el plato donado por el equipo de f¨²tbol Juventus en 1996 o la insignia de platino y brillantes sobre placa de plata envejecida que la extinta Caixa Galicia entreg¨® en el a?o de su centenario, 1998, al Ayuntamiento ¡°en agradecimiento por la colaboraci¨®n prestada a esa instituci¨®n¡±. No ha sido dada de alta en el patrimonio municipal. Tan s¨®lo ¡°se tiene noticia de la existencia de esta insignia por documento firmado por el alcalde¡±, a la saz¨®n Francisco V¨¢zquez, seg¨²n se rese?¨® hace un a?o en el informe de bienes ¡°pendientes de localizar¡±. Se buscan tambi¨¦n una insignia en plata dorada de alcalde con escudo de la ciudad y una miniatura del bast¨®n de mando en bronce.
Desaparecidas est¨¢n asimismo varias reproducciones en plata sobre base de m¨¢rmol de la Torre de H¨¦rcules, del Obelisco coru?¨¦s o de un h¨®rreo celta que entraron a principios de este siglo en el patrimonio p¨²blico de la ciudad. Una con el faro en miniatura donada al Ayuntamiento en 2002 con motivo de un simposium nacional de alumbrado tambi¨¦n falta desde diciembre de 2003. Estaba ¡°ubicada en el despacho de la concejal adscrita al ¨¢rea de Bienestar y Cultura¡±, seg¨²n consta en la ficha del inventario municipal. Incluye foto de la pieza numerada y valorada en 60 euros.
Son escasos los bienes perdidos que fueron valorados por el servicio del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico. Solo se denunciar¨¢n los de mayor precio. El Ayuntamiento lo ha hecho hasta ahora en una ¨²nica ocasi¨®n. Fue en 1993, cuando denunci¨® en un juzgado de la ciudad la sustracci¨®n de un ¨®leo de Luis Eduardo S¨¢nchez-Tembleque, donado por el autor para una exposici¨®n municipal.
Negreira presentar¨¢ una denuncia
El inventario y catalogaci¨®n de los bienes hist¨®rico-art¨ªsticos del Ayuntamiento de A Coru?a, incluidos los 196 declarados como perdidos, fue aprobado por primera vez por el pleno municipal en diciembre pasado. S¨®lo se abstuvo el PSOE, que gobern¨® la corporaci¨®n durante 28 a?os. La relaci¨®n del patrimonio ¡°pendiente de localizaci¨®n¡± desde hace m¨¢s de una d¨¦cada se cerr¨® en mayo de 2011, justo antes de asumir el bast¨®n de mando Carlos Negreira, del PP. Y es el actual alcalde el que impulsa ahora la apertura de un expediente administrativo, paso previo a la presentaci¨®n de una denuncia ante la Polic¨ªa Nacional. ¡°Se est¨¢ tratando de dar con los bienes sin localizar y se denunciar¨¢ los de m¨¢s valor que no se encuentren¡±, explic¨® una portavoz del gobierno de Negreira.
Las entidades locales est¨¢n obligadas desde 1986 a hacer ¡°inventario de todos sus bienes, cualquiera que sea su naturaleza o forma de adquisici¨®n¡±. Pero ni antes ni despu¨¦s se hizo con excesiva regularidad y rigor, como se puede apreciar en la gran mayor¨ªa de las fichas de las piezas desaparecidas. Curiosamente, muchas constan en inventarios anuales que s¨ª se realizaban durante la dictadura.
Pero en los primeros a?os de democracia, se registraba el ingreso de bienes en el patrimonio municipal con simples ¡°notas internas¡± rubricadas por ¡°un oficial de la polic¨ªa local¡± o mediante una relaci¨®n de bienes ¡°en un documento en papel timbrado del Ayuntamiento sin firmar¡±, seg¨²n consta en el inventario. En paradero desconocido hay varias obras de arte cuya existencia s¨®lo consta por una providencia de la Alcald¨ªa y el registro de su pago en Intervenci¨®n. Como el grabado en varias planchas con una composici¨®n panor¨¢mica de A Coru?a, que cost¨® en 1988 al Ayuntamiento 3.005 euros.
Apenas hay datos de la gran mayor¨ªa de las piezas desaparecidas. Ni fotograf¨ªas, ni medidas o breve descripci¨®n, ni constancia de si se convirtieron en propiedad municipal mediante pago o donaci¨®n. Su valoraci¨®n es casi imposible en muchos casos. Aunque durante los tiempos de la dictadura, los responsables municipales eran mucho m¨¢s rigurosos al dar de alta en el patrimonio y catalogar la adquisici¨®n de pinturas. Medio centenar est¨¢n hoy ¡°sin localizar¡±.
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