Claman por la sociedad civil
"Nuestras constantes vitales en punto a subsistencia material y perspectivas de futuro de su censo mayoritario invitan al llanto o a la emigraci¨®n"
Un grupo eminente de valencianos, alguno de los cuales ¡ªtodo hay que decirlo¡ª transita por la vida bajo pabell¨®n de conveniencia, ha suscrito y promovido un manifiesto en el que, dicho sumariamente, se convoca a los ciudadanos para robustecer o regenerar la sociedad civil a fin de limitar la acci¨®n del Gobierno. Tal ser¨ªa, dicen, el eje de una segunda transici¨®n pol¨ªtica (uf!) en el marco de esta Comunidad. Siendo as¨ª que la convocatoria est¨¢ concebida urbi et orbi, esto es, para que tothom pueda asumirla, adolece a nuestro entender de notables ambig¨¹edades, acaso inevitables, que amparan unas pocas puntualizaciones.
La primera de estas alude a la oportunidad de la iniciativa, que obviamente no se decanta de una preocupaci¨®n acad¨¦mica o sociol¨®gica acerca del reparto de poderes, sino que sintoniza con la grave crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que asola a esta autonom¨ªa calificada por el desprestigio en que por doquier se le tiene. Pero este asunto no se aborda porque ineludiblemente habr¨ªa que se?alar con el dedo a los culpables m¨¢s directos de este descalabro penal y moral al que han contribuido en perfecta sinergia la gesti¨®n del Partido Popular y el encogimiento ¡ªen realidad, codicia, incivismo y cobard¨ªa¡ª de los sectores sociales que lo amparan. No est¨¢ eso en el ¨¢nimo de los regeneradores.
Esta sociedad, hoy por hoy, y lo que te rondar¨¦, no es rica ni abierta
Apelan estos a la naturaleza ¡°plural, rica y abierta¡± de esta sociedad valenciana, lo que nos abocar¨ªa a un debate que eludimos en gracia a la brevedad. Lo bien cierto es que, si alguna vez merecimos tal reconocimiento, hoy es mera nostalgia, pues esta sociedad, hoy por hoy y lo que te rondar¨¦, morena, no es rica ni abierta. Nuestras constantes vitales en punto a subsistencia material y perspectivas de futuro de su censo mayoritario invitan al llanto o a la emigraci¨®n. En cuanto a la apertura, ?de qu¨¦ apertura se habla? Una sociedad que transige con una televisi¨®n p¨²blica como Canal 9 delata su gregarismo y cerraz¨®n. Por fortuna, sus parcos ¨ªndices de audiencia de ese mentidero invitan al optimismo.
Ya nos hacemos cargo de que el destinatario objetivo de esta proclama c¨ªvica es la derecha pol¨ªtica y social m¨¢s sensibilizada con las f¨®rmulas liberales que encogen las funciones estatales y de gobierno, lo que por cierto no le impide a esa derecha saquear con frenes¨ª el patrimonio p¨²blico y el erario cuando se le pone a tiro. La izquierda gen¨¦ricamente considerada, en cambio, tiene sobrados motivos para desconfiar de este fortalecimiento que se postula de la esfera privada a costa de la p¨²blica. Sin objetar la conveniencia de que la sociedad cuente con sus instancias corporativas y vertebradoras ¡ªcasinos, clubes, festejos, entes patronales, etc¨¦tera¡ª la verdad es que el ciudadano m¨¢s desarmado ha de desconfiar de propuestas como la que glosamos y que a menudo acaban abriendo o amparando el camino para que los intereses privados colonicen ¨¢reas p¨²blicas que cre¨ªmos consolidadas, como la sanidad, la ense?anza y el cada d¨ªa m¨¢s esquilmado Estado del Bienestar. En ello est¨¢n.
Lo aqu¨ª dicho no debe desalentar a estos nuevos regeneracionistas, que suponemos equipados de buena fe. Hasta es posible que su preeminencia personal sirva para fortalecer el llamado m¨²sculo social de este pa¨ªs e impida futuros estropicios, si es que a eso apuntan. De ser as¨ª habr¨¢ que agradecerles la propuesta y lamentar tan solo que no se les haya ocurrido antes de que esta Comunidad se transmutase en ladronera.
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