¡°Querida familia: su instituto renuncia a ayudas para formar a sus hijos¡±

La carta comienza con este encabezado: ¡°Querida familia¡±. Va dirigida a los padres de los alumnos de una veintena de institutos (de los 340 de la red regional) que han rechazado implantar el plan de apoyo conocido como Plan Refuerza que la Comunidad de Madrid puso en marcha para este curso en los centros de secundaria. En el primer p¨¢rrafo, el texto explica que la Consejer¨ªa de Educaci¨®n ha implantado un programa ¡°especial¡± de ayudas econ¨®micas (dotado con cinco millones de euros) para que los equipos directivos de los centros organicen las actividades extraescolares ¡°que, a su juicio, mejor convengan para la formaci¨®n acad¨¦mica y cultural de los alumnos¡±.

M¨¢s abajo a?ade que el Consejo Escolar (del que forman parte profesores, padres y en el que est¨¢ representada la propia Administraci¨®n) rechaz¨® esa ayuda. ¡°Sentimos comunicarle que esta renuncia supone¡­¡±, prosigue. Y a?ade la cantidad destinada al instituto y las actividades que, previsiblemente, iban a realizarse con esos fondos con personal externo al instituto. Seg¨²n estimaciones de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, el montante asciende a 250.000 euros entre todos los centros que han renunciado. La carta -enviada tras ¡°m¨²ltiples peticiones de informaci¨®n al respecto¡±, seg¨²n un portavoz de la Consejer¨ªa¡±- ha enfadado a parte de la comunidad educativa tanto por lo que cuenta como por lo que omite.

En el caso del instituto Mirasierra, por ejemplo, la misiva enviada a los padres alude a que se han perdido actividades de organizaci¨®n de apoyo acad¨¦mico, estudio dirigido (¡°usar instalaciones y recursos del centro para realizar tareas escolares con la ayuda y vigilancia de monitores adecuados¡±, seg¨²n la carta), la ¡°ampliaci¨®n de conocimientos¡± y actividades en lenguas extranjeras, ¡°especialmente, en ingl¨¦s¡±. La firma la directora general de Educaci¨®n Secundaria, Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Patr¨®n.

¡°Esta carta es una manipulaci¨®n¡±, sentencia indignada Mar¨ªa Antonia Rebolleda, presidenta del AMPA del Mirasierra, uno de los institutos m¨¢s activos en las protestas contra los recortes en profesores interinos que aplic¨® la Comunidad de Madrid a principios de este curso tras ampliar la jornada lectiva de los docentes. ¡°Quieren enfrentar a los padres con los profesores¡±, valora. Y se explica de un tir¨®n: ¡°?Por qu¨¦ no cuenta que han quitado a 10 profesores del centro con los recortes de este a?o? ?Por qu¨¦ no explican que quieren cubrir por la tarde las carencias que han dejado en el instituto por la ma?ana y, adem¨¢s, con trabajadores de fuera?¡±.

La Federaci¨®n de Asociaciones de Padres y Madres Giner de los R¨ªos y los sindicatos CC OO y UGT plantearon quejas en la misma l¨ªnea cuando se aprob¨® la orden para la implantaci¨®n del Plan Refuerza. Lo consideraron ¡°discriminatorio¡±. Seg¨²n su apreciaci¨®n, prima ¡°la excelencia¡± de parte de los estudiantes ¡°en lugar de atender al alumnado con necesidades educativas y de aprendizaje¡±. Tambi¨¦n cuestionaron el papel de monitores externos (la Consejer¨ªa alude a que cada centro puede decidir el programa a seguir ¡°con las empresas colaboradoras¡±). Para UGT es ¡°personal cuya cualificaci¨®n profesional se desconoce¡± que ¡°puede suponer intrusismo respecto a la labor docente¡±.

¡°Dudo de que Educaci¨®n respalde a los equipos directivos de los centros como alardea con sus planes de autoridad si les echa a las familias encima con actuaciones como esta¡±, protesta Jos¨¦ Luis Pazos, presidente de la FAPA. Y apostilla: ¡°Nosotros hemos pedido explicaciones muchas veces y nunca nos han contestado¡±.

¡°La carta no nos ha gustado, es una venganza¡±, a?ade Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, presidente de Adimad, la asociaci¨®n mayoritaria de directores de instituto de Madrid. Su centro, el IES P¨ªo Baroja, s¨ª se acogi¨® al plan Refuerza, con el que ense?an castellano a alumnos chinos, dan ingl¨¦s o abren las bibliotecas por las tardes. ¡°Lo mantuvimos porque entendimos que era peor dar marcha atr¨¢s que asumir este nuevo programa, pero los centros tienen libertad para gestionar y, en este caso, no se ha respetado¡±.