Lo que nos saca de aqu¨ª
El artista canadiense Rodney Graham encontr¨® en una tienda de antig¨¹edades una vieja m¨¢quina de escribir de los a?os treinta. Le pareci¨® preciosa y pens¨® en rendirle un homenaje. As¨ª, se le ocurri¨® filmarla mientras le retiraba el estuche, la dejaba en el exterior durante una nevada y se acumulaban poco a poco los copos hasta que el teclado quedaba completamente cubierto de nieve. La pel¨ªcula, de unos diez minutos de duraci¨®n, expuesta mediante un viejo y chirriante proyector en la sala de exposiciones, se repet¨ªa una y otra vez, produciendo en no pocos espectadores un efecto hipn¨®tico.
Una vieja m¨¢quina de escribir cubri¨¦ndose de copos de nieve. Y bien, ?es arte eso? ?Es belleza (experiencia de belleza) el efecto que provoca? Me lo pregunto una vez m¨¢s al hilo de la Feria Internacional de Arte Contempor¨¢neo Arco, que hoy se inaugura en Madrid. No es que la pieza de Graham sea all¨ª visible, no, pero s¨ª otras muchas obras que nos pueden suscitar similares interrogantes. Como esa figura del general Franco, en tama?o natural, metido en un frigor¨ªfico expositor de Coca-Cola que tal vez ayer les llamara la atenci¨®n en la portada de este peri¨®dico. El artista en cuesti¨®n, Eugenio Merino, argumenta que el dictador est¨¢ de rabiosa actualidad, con la ley de Memoria Hist¨®rica, Garz¨®n y el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol, y que, en definitiva, ¡°Franco en una nevera es la imagen de su permanencia en nuestra cabeza¡±.
Es obvio que la belleza ¡ªanta?o definida por la idealizaci¨®n, la regularidad, la armon¨ªa, la fidelidad al aspecto externo del mundo¡ª ya no es cualidad fundamental de las artes. De hecho, las vanguardias ya ense?aron que el arte puede desplegar tantas posibilidades est¨¦ticas que ser¨ªa limitado reducirlo s¨®lo a una, la belleza. ?Acaso es bello ese Franco refrescadito en su nevera, o es bello el Guernica? Y sin embargo, zarandean, inquietan, incomodan. ?Y esa m¨¢quina de escribir cubri¨¦ndose poco a poco de nieve? ?Por qu¨¦ eso s¨ª se aproxima m¨¢s a la belleza? Aunque tampoco de manera intemporal, pues ser¨ªa probablemente incomprensible cien a?os atr¨¢s (presentado al menos como objeto art¨ªstico).
El psic¨®logo Howard Gardner utiliza la obra de Graham y de otros artistas contempor¨¢neos para preguntarse c¨®mo se ha metamorfoseado en la actualidad esa experiencia est¨¦tica, y apunta tres caracter¨ªsticas: que el objeto sea interesante, que su forma sea memorable, que invite a volver a verlo. Si se da todo eso, se parecer¨¢ ¡ªseg¨²n ¨¦l¡ª al ¡°cosquilleo de la belleza¡±, aunque no responda a ning¨²n canon cl¨¢sico. No s¨¦ yo si obras como el Franco congelado despertar¨¢n tanto ¡°cosquilleo¡±. Y es que, por preferir, yo prefiero la definici¨®n de Pessoa: ¡°El arte es lo que nos saca de aqu¨ª". Aquello que nos des-coloca, nos des-acostumbra, aquello que nos hace mirar la realidad con ojos asombrados, frescos, nuevos. Como descubri¨¦ndola.
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