Oscuros a?os de aprendizaje
Los mejores temas de Simple Minds regresan a Madrid como un b¨¢lsamo rejuvenecedor
La iluminaci¨®n es contrastada y tenebrosa, como si nos encontr¨¢semos, tres d¨¦cadas atr¨¢s, en alg¨²n tugurio de Liverpool. Y en el centro de todas las sombras emerge la silueta inconfundible de Jim Kerr, sinuoso como una extra?a sirena. As¨ª arranca ¡®5x5¡¯, el nuevo espect¨¢culo con el que los escoceses Simple Minds reivindican aquellos cinco primeros ¨¢lbumes que grabaron casi compulsivamente, entre 1979 y 1982, en busca de su propia definici¨®n. La curiosidad, espoleta incontenible, provoc¨® que La Riviera se llenara anoche de un p¨²blico maduro, informado y ansioso de rebuscar en aquellos tiempos de negruras e indagaciones.
Kerr viste gab¨¢n negro y enarbola su voz m¨¢s solemne y pla?idera, como invocando el esp¨ªritu eternamente recurrente de Ian Curtis. Se le intuye c¨®modo en esa pose manierista y afectada, elegante mientras agita el micr¨®fono en el aire u ondula su cuerpo como un mimo atormentado. ¡®I travel¡¯ y ¡®Life in a day¡¯ sirven para introducir un repertorio industrial y denso, ajeno a los estribillos, amigo de los sintetizadores atribulados y machacones. La banda sonora ¡®post-punk¡¯ para aquellos tiempos de oscuridad, reconversiones industriales y desafecciones varias, aunque por entonces a¨²n no conoci¨¦ramos a ¡®Merkozy¡¯.
Hace apenas cinco a?os, Kerr y su viejo socio Charlie Burchill eran a?ejas glorias amortizadas, invitados perfectos para nost¨¢lgicos magazines televisivos. Pero ¡®Graffiti soul¡¯ (2009), el anterior trabajo de las Mentes Simples, era lo bastante s¨®lido como para que a nadie le pasara inadvertido. Y la inyecci¨®n de autoestima ha conducido a los de Glasgow a reivindicar sus a?os de aprendizaje; titubeantes e irregulares, pero maravillosamente indagatorios.
El espect¨¢culo es extenso: dos bloques de diez temas y otras cinco piezas para la propina. En el arranque destacan la melodram¨¢tica ¡®Hunter and the hunted¡¯, la inolvidable ¡®Lovesong¡¯ o la muy hipn¨®tica ¡®This fear of Gods¡¯, mientras que la segunda parte nos obsequia con un par de casi-¨¦xitos (¡®Promised you a miracle¡¯, ¡®Someone somewhere in summertime¡¯) o la teatral y espl¨¦ndida ¡®Calling your name¡¯, con un deje a lo Roxy Music. Merece la pena repasar aquellos ¨¢lbumes casi olvidados; anoche sonaron a b¨¢lsamo rejuvenecedor.
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