Un implante pionero en el Mara?¨®n devuelve la audici¨®n a una ni?a

Reci¨¦n nacida, se le detect¨® una p¨¦rdida profunda de audici¨®n en los dos o¨ªdos. "Entr¨® en un programa de implantes cocleares", explica el jefe de secci¨®n de Otolog¨ªa del hospital Gregorio Mara?¨®n, Miguel Ar¨ªstegui. Pero enseguida descubrieron que el problema era que carec¨ªa de nervios auditivos. Hace seis meses la operaron en este hospital madrile?o para colocarle un implante auditivo de tronco cerebral. Hoy, con dos a?os, la paciente percibe sonidos. Los m¨¦dicos creen que m¨¢s adelante ser¨¢ capaz de hablar.

El implante de tronco cerebral en el o¨ªdo era la ¨²nica opci¨®n posible para que la ni?a pudiera o¨ªr, ya que ni aud¨ªfonos ni un implante coclear, la t¨¦cnica m¨¢s com¨²n para este tipo de casos, hubieran podido resolver su problema debido a la interrupci¨®n de la v¨ªa auditiva a trav¨¦s del nervio, seg¨²n ha informado hoy la Comunidad de Madrid.?

La cirug¨ªa llevada a cabo por el equipo m¨¦dico del Gregorio Mara?¨®n con la colaboraci¨®n del otorrinolaring¨®logo italiano Mario Sanna consiste "en la implantaci¨®n de una placa de electrodos en el tronco cerebral de la ni?a para dar continuidad a la v¨ªa auditiva y conseguir as¨ª que el impulso el¨¦ctrico llegue al c¨®rtex auditivo", explica en una nota. Una vez colocados los electrodos, se realizan pruebas de estimulaci¨®n para detectar su funcionalidad, a la vez que se coloca un aparato receptor-transmisor en la cabeza del paciente de forma subcut¨¢nea, por debajo de la piel, a?ade el texto.

Este receptor capta el sonido de otro dispositivo colocado en el exterior de la cabeza y descodifica la se?al que recibe, para transformarla en impulsos el¨¦ctricos que llegan a cada uno de los electrodos, posibilitando as¨ª que el paciente reciba el est¨ªmulo por la v¨ªa auditiva hasta el cerebro. Otorrinolaring¨®logos del hospital ya hab¨ªan intervenido con anterioridad con esta t¨¦cnica pero a pacientes adultos por sordera secundaria a la extracci¨®n de tumores del nervio auditivo. "Es una intervenci¨®n que en esta situaci¨®n y en ni?os era la primera vez que se realizaba en Espa?a y Europa", precisa Ar¨ªstegui.

"La ni?a se fue a las 48 horas a casa de alta", explica la coordinadora del programa de Hipoacusia del Mara?¨®n, Gracia Ar¨¢nguez. "Al cabo del primer mes hicimos una primera prueba en quir¨®fano, estimular cuidadosamente todos los electrodos para que ella perciba un primer est¨ªmulo", relata. Lo que persiguen ahora los m¨¦dicos es que en un futuro consiga hablar. "Lo primero es que se adapte a llevar el aparato puesto todo el d¨ªa. En la actualidad lo pide, signo de que algo le es ¨²til y le gusta. Empieza a reconocer primero los sonidos, que no sabe traducir porque nunca ha sido oyente", asegura. Tras esta "etapa inicial", a?ade, "pasaremos a que sepa distinguir los sonidos, primero los cotidianos, hasta que consigamos con el tiempo y esfuerzo que entienda las palabras", concluye.