Novedades no previstas
Con las manis sucede como con las bodas. Momentos antes de que empiece el tema y todo el mundo se aplique a una convivencia feliz, puedes identificar, por su ubicaci¨®n en los rincones, los sectores de una familia que, a temperatura y presi¨®n normal, jam¨¢s se dirigir¨ªan la palabra. Hola. Paseo por la Barcelona, en su zona bodas/mani. Falta menos de una hora para que empiece a avanzar la manifestaci¨®n prevista para hoy. En la plaza de Catalunya se concentra CGT, una central que est¨¢ ganando muchos usuarios desde que el capit¨¢n Schettino declar¨® el s¨¢lvese quien pueda econ¨®mico. En paseo de Gr¨¤cia se agrupan los chicos de UGT y CC OO. Est¨¢n como los dejamos en 1977. Vestidos con tendencias pre-Inditex y agarrados a una bandera del sindicato. Un grupo de ellos posa al lado de un pirul¨ª en el que hay un cartel del grupo Mocedades, en el que aparece, en efecto, el grupo Mocedades y el eslogan 40 a?os de m¨²sica. La imagen del conjunto, tan autosuficiente como para que el lector elabore su propia met¨¢fora y as¨ª yo gane una l¨ªnea, que utilizo en describir varias pancartas de grupos de trabajadores a los que se les aplic¨® la nueva reforma laboral conforme sali¨® del horno. En sus pancartas enumeran las familias afectadas en cada pack. En un pisp¨¢s, me salen m¨¢s de 400. Zas. Me cruzo con un amigo de mi pueblo. Me explica que, en mi pueblo, est¨¢n previstos 300 desahucios para el mes que viene. Ha venido a manifestarse por eso. ¡°Aunque, por lo visto, lo haga con Josep Maria Sala al lado¡±, me dice. Y, en efecto, unos metros m¨¢s arriba est¨¢n los chicos del PSC, presididos por los mismos l¨ªderes renovadores de las ¨²ltimas d¨¦cadas, en su d¨ªa descartados para el casting de Jurasic Park porque envejec¨ªan el producto. M¨¢s atr¨¢s, los chicos de ICV. El partido que m¨¢s esfuerzo est¨¢ haciendo por acercar su discurso al 15-M, lo que permite ya interrogarse sobre los l¨ªmites de un partido para acercarse al 15-M, una cr¨ªtica absoluta a la democracia m¨¢s que una queja Calimero style. Detr¨¢s los chicos ERC, avanzando con duda met¨®dica. Como coche escoba, distante y distinto, viene el conglomerado m¨¢s quincemayo¨ªsta del conjunto, presidido por los iaioflautas y una nietaflauta. Un grupo m¨¢s relajado en la calle que los dem¨¢s pero, en este momento, no lo suficientemente grande como para aportar una lectura al conjunto de usuarios de la mani.?No ha venido el 15-M? ?Es s¨®lo esto? ?D¨®nde est¨¢?
Empieza la manifestaci¨®n. En este momento sucede algo no previsto. La manifestaci¨®n se llena de parejas, de grupos, de personas sonrientes, con ni?os o con alguien con los que hacerlos. Algunos van de carnaval, o llevan su ropa de trabajo, o pancartas divertidas ¡ªverbigracia: ¡°Dijeron a las barricadas y entendimos a las mariscadas¡±¡ª, o con quejidos razonados: ¡°Tengo miedo a perder el trabajo, a enfermar, a que los sindicatos me den por el XXXX¡±. Pancartas, en fin, que reflejan rechazo ante una ley, pero tambi¨¦n desconfianza ante unos sindicatos dibujados en su cotidianidad y trayectoria. Aportan reacciones no calculadas a esta mani ¡ªdato importante¡ª convocada por los sindicatos. Alguien se pone en la cabecera con una pancarta grandota contra los pol¨ªticos. Personas con la pegatina de CC OO o UGT llevan m¨¢scaras de Anonymous, o sacan sus propias fotos/puntos de vista de la mani con el telefonino. Cuando pasa el helic¨®ptero de los Mossos ¡ªel cuerpo mundial con m¨¢s agentes indultados por torturas¡ª, todo el mundo saluda a c¨¢mara. Nacen y crecen consignas para una huelga general.
De la lectura del p¨²blico de esta mani, se desprende que esa huelga no se podr¨¢ hacer sin sindicatos. Pero que ser¨¢ una ruina si los sindicatos no observan lo que est¨¢ pasando a su alrededor, en la calle. Una calle que tiene miedo y que se ve abandonada salvo por s¨ª misma.
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