Libros frente a una polic¨ªa en retirada

Miles de estudiantes se manifestaron el martes por la tarde por las calles de Valencia en protesta por la actuaci¨®n policial. Muchos de ellos esgrim¨ªan libros, otros apuntes, algunos simplemente folios en blanco. Eran sus armas. Las del ¡°enemigo¡± si hay que hacer caso al jefe superior de polic¨ªa de la Comunidad Valenciana. Antonio Moreno deb¨ªa saber de lo que hablaba, no en vano trabaj¨® desde finales de 1975 hasta 1977 en el grupo de estudiantes de la Brigada Pol¨ªtico-Social a las ¨®rdenes del inspector jefe Benjam¨ªn Solsona. Su afirmaci¨®n no debi¨® ser un lapsus.

La protesta hab¨ªa comenzado dos horas desde el instituto Llu¨ªs Vives al que hab¨ªan acudido centenares de estudiantes desde la Facultad de Geograf¨ªa e Historia, en el campus de Blasco Ib¨¢?ez. A diferencia de jornadas anteriores la presencia policial era pr¨¢cticamente inexistente, apenas polic¨ªa local para controlar el tr¨¢fico. Solo unos furgones aparcados ante la fachada del Ayuntamiento recordaban el despliegue de d¨ªas anteriores. Sin polic¨ªa no hubo incidentes. Pero el resultado de las jornadas pasadas ha dejado un saldo de 43 estudiantes detenidos, 12 de ellos con cargos.

Antes de desplazarse hasta la Delegaci¨®n del Gobierno, alumnos, profesores y padres se concentraron en el Llu¨ªs Vives donde se ley¨® un comunicado en el que denunciaron que todos ellos hab¨ªan sido tratados por la polic¨ªa como unos ¡°terroristas¡± y se ratificaron en su protesta unitaria contra los recortes en la educaci¨®n p¨²blica. Los concentrados denunciaron ¡°la violencia il¨®gica y desproporcionada¡± de las fuerzas del orden y reclamaron la dimisi¨®n de Antonio Morena al que consideraron responsable de ¡°criminalizar¡± a los estudiantes por el simple hecho de ¡°defender sus derechos¡±.

La multitudinaria concentraci¨®n se desplaz¨® hasta la sede de la Delegaci¨®n del Gobierno donde Albert Ord¨®?ez, presidente de la Federaci¨®n Valenciana de Estudiantes, se reuni¨® con Paula S¨¢nchez de Le¨®n. Hora y media despu¨¦s Ord¨®?ez se lamentaba de que no se fuera a producir ning¨²n tipo de ¡°depuraci¨®n pol¨ªtica¡± por los incidentes de los ¨²ltimos d¨ªas, asegurando que las Fuerzas de Seguridad del Estado son ¡°intocables para el poder pol¨ªtico. En este pa¨ªs, asegur¨®, no existe justicia y la delegada nos ha dicho que para evitar las cargas y los incidentes lo que tenemos que hacer es comunicar las protestas y manifestaciones¡±.

Apoyamos a los alumnos y pedimos la dimisi¨®n de la delegada del Gobierno

S¨¢nchez de Le¨®n, hab¨ªa explicado por la ma?ana al secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, que hab¨ªa ordenado la apertura de un expediente informativo para determinar si hubo ¡°exceso policial o extralimitaci¨®n¡±, afirmando que si se demostrara ¡°se depurar¨¢n responsabilidades¡±. ¡°El hecho de que un grupo de radicales o determinadas personas se hayan aprovechado de una situaci¨®n no justifica comportamientos individuales¡±. S¨¢nchez de Le¨®n dej¨® claro que no pensaba dimitir y que no ten¨ªa la intenci¨®n de eliminar los cargos a los estudiantes imputados.

Los manifestantes se trasladaron m¨¢s tarde hasta la sede del PP en la calle Quart donde volvieron a reclamar la dimisi¨®n de S¨¢nchez de Le¨®n y corearon lemas como ¡°Menos polic¨ªa y m¨¢s educaci¨®n¡±, ¡°El pueblo unido, jam¨¢s ser¨¢ vencido¡±, ¡°De tanta gaviota, hasta las pelotas¡±. La sede del PP se encontraba vallada por la polic¨ªa como medida de precauci¨®n.

Manifestaciones de solidaridad con los estudiantes de Valencia se celebraron en Alicante. M¨¢s de 2.000 personas partieron desde el instituto Jorge Juan y recorrieron diversas calles de la ciudad sin que se produjera ninguna intervenci¨®n policial, pese a que carec¨ªan de permiso. Universitarios de Elche, estudiantes de Benidorm tambi¨¦n mostraron su solidaridad. En Madrid fueron m¨¢s de 3.000 los que se concentraron en la Puerta del Sol. Y rector y el equipo de Gobierno de la Universidad Jaume I de Castell¨®n calificaron de ¡°desmedida¡± la actuaci¨®n policial.

Las armas del enemigo

Eso era todo: un libro, un folio, unos apuntes y las manos abiertas y alzadas eran el arsenal de armas que exhibieron los miles de ciudadanos, muchos sin hijos ya en edad de estudiar, que acudieron a la manifestaci¨®n de Valencia para solidarizarse y ¡°proteger¡± a los estudiantes de las desproporcionadas cargas policiales del lunes. Entre los miles de concentrados, no hubo ¡°terroristas¡±, ni ¡°pasamonta?as¡±. Ni detenidos. Porque tampoco hubo polic¨ªa. Una ¡°indignaci¨®n¡± generalizada por la ¡°criminalizaci¨®n¡± de los estudiantes valencianos por parte de la Delegaci¨®n del Gobierno y la Jefatura Superior de Polic¨ªa de la Comunidad Valenciana se expandi¨® con fuerza desde todas las esquinas del c¨¦ntrico instituto p¨²blico Llu¨ªs Vives, epicentro de las protestas. Una concentraci¨®n que acab¨® en una marcha por todo el centro de Valencia en la que se pidi¨® la libertad sin cargos de todos los detenidos desde le mi¨¦rcoles pasado: 43 estudiantes, ya liberados, aunque 12 de ellos con cargos.

Siddharta, El Lazarillo de Tormes o Caminante y su sombra, de Nietzsche. Cualquier libro, cualquier lectura, cualquier palabra frente a los ¡°golpes¡±, afirmaban Elisa Vidal, Lucky Mart¨ªnez, y Vicente Esp¨ª, los dos ¨²ltimos m¨²sicos del barrio de Russafa, que cruzaron la ciudad con t¨ªtulos escogidos para la ocasi¨®n. ¡°No se puede aguantar que apaleen a ni?os¡±.

"No se puede aguantar que apaleen a ni?os"

¡°Apoyamos a los alumnos y pedimos la dimisi¨®n de la delegada del Gobierno¡±, remat¨® Esp¨ª. La petici¨®n de dimisi¨®n fue un clamor repetido durante la marcha, que anoche deriv¨® hacia la Gran V¨ªa, colapsada frente a la Jefatura de Polic¨ªa, para el pedir la destituci¨®n del jefe superior, Antonio Moreno.

Al inicio de la concentraci¨®n, la asamblea de profesores, padres y alumnos del IES Llu¨ªs Vives ley¨® un comunicado en el que denunciaban que se les ha tratado a todos por igual como ¡°terroristas¡±. Ratificaban la ¡°unidad¡± de los tres estamentos educativos ¡°contra los recortes¡±. Insist¨ªan en que, desde que el mi¨¦rcoles la polic¨ªa esposara y detuviera a un alumno menor del centro, ¡°la violencia ha sido il¨®gica y desproporcionada¡±, tanto contra los adolescentes como contra los trabajadores y ense?antes del centro. Por eso ped¨ªan la dimisi¨®n de la delegada del Gobierno y del jefe de la polic¨ªa, a quien consideran responsable directo de ¡°criminalizar¡± a los manifestantes por ¡°defender sus derechos¡±. Moreno acu?¨® el lunes el t¨¦rmino ¡°enemigo¡± para referirse a los estudiantes, por sus t¨¢cticas supuestamente beligerantes. En un folio escrito con rotulador, Clara Garc¨ªa, estudiante de Bachillerato en un instituto valenciano le record¨® a Moreno que protestan solo ¡°por una educaci¨®n p¨²blica y de calidad¡±.

"Desde el jueves, la violencia ha sido il¨®gica y desproporcionada"

No quieren un sistema educativo que cerr¨® el ejercicio de 2011 en n¨²meros rojos, que amaneci¨® el 5 de enero de 2012 con un decreto de recortes salariales para todos los funcionarios de la Generalitat y ha padecido cortes de luz y de calefacci¨®n por no poder pagar las facturas. ¡°Estamos aqu¨ª para proteger a los estudiantes, si hace falta¡±, dec¨ªa Pau Mart¨ªnez, joven cineasta que acudi¨® puntual desde las tres la tarde: ¡°Me parece escandaloso lo que pas¨® el lunes¡±.

Las cr¨ªticas al Consell incluyeron al presidente Alberto Fabra. Pablo La Parra, estudiante del instituto p¨²blico Mar¨ªa Enr¨ªquez de Gandia, que acababa de recibir de manos del presidente el ¡°reconocimiento acad¨¦mico de la Generalitat al mejor expediente¡±, le lanz¨® un duro dardo. Acompa?ado de sus padres, ambos catedr¨¢ticos, que compartieron su indignaci¨®n, pregunt¨®: ¡°?C¨®mo puede el presidente justificar que golpeen a estudiantes y despu¨¦s defender su pol¨ªtica educativa en la entrega de los reconocimientos?¡±. El joven consider¨® que ¡°Fabra hab¨ªa instrumentalizado el acto para presumir de su pol¨ªtica educativa, que ha creado una crisis sin precedentes en la Comunidad Valenciana¡±. ¡°Alex, con 12 a?os, ya sabe qu¨¦ es la injusticia. Nunca antes hab¨ªan cargado contra los ni?os¡±, aseguraba con impotencia Josevi Plaza, padre de este alumno del Llu¨ªs Vives.