El semanario local m¨¢s veterano cumple un siglo
¡°El futuro lo veo complicado, pero lo que est¨¢ claro es que ni remotamente pensamos en subir el semanario a la web¡±. Al contrario de lo que pueda parecer, Juan Carlos Neira Brochs, el director de El Heraldo de Vivero, no es enemigo de las nuevas tecnolog¨ªas. Habla maravillas del correo electr¨®nico, la v¨ªa por la que entran ahora los art¨ªculos de sus colaboradores, que hasta hace muy poco se los hac¨ªan llegar en mano y en papel, pero reniega de las publicaciones digitales porque est¨¢ seguro de que El Heraldo, que el 17 de febrero cumpli¨® 100 a?os y es el semanario local m¨¢s antiguo de Galicia, se debe a la nostalgia de sus 1.000 suscriptores, que pagan 53 euros al a?o por encontrarlo cada viernes en su buz¨®n. ¡°Les gusta recibir algo f¨ªsico del pueblo, aunque tengan tambi¨¦n internet¡±, asegura. El semanario local de Viveiro, que acaba de editar un n¨²mero especial para conmemorar la feliz efem¨¦ride de su centenario, lo leen, adem¨¢s de en A Mari?a, los emigrantes de la comarca en Suiza, Alemania, Francia, Reino Unido, Argentina, M¨¦xico, Estados Unidos o Uruguay. Los suscriptores llegan hasta Punta Arenas (Chile), en la costa del estrecho de Magallanes, en el sur del continente americano.
?La euforia del aniversario no aleja el fantasma de la ca¨ªda de ingresos publicitarios ni la p¨¦rdida de lectores, muy dif¨ªciles de recuperar porque los v¨ªnculos con el lugar de origen se debilitan en la segunda generaci¨®n de emigrantes y los locales prescinden de la suscripci¨®n al m¨ªnimo aprieto econ¨®mico. ¡°Ahora se lleva m¨¢s pegar los anuncios en las farolas que anunciarse en un peri¨®dico¡±, explica, resignado, el director. Es dif¨ªcil precisar el n¨²mero de articulistas, que no cobran. No existe una plantilla fija y cualquiera puede escribir siempre que lo haga ateni¨¦ndose ¡°a las normas corrientes que rigen en cualquier otro medio¡±. Solo se le puede equiparar La Voz de Ortigueira, cuatro a?os m¨¢s joven y, como su vecino mari?ano, ajeno a los grandes grupos de comunicaci¨®n gallegos. La comarca del Eo, el tercer semanario m¨¢s longevo, naci¨® en Ribadeo en 1919, aunque desde 1989 es propiedad de El Progreso. Otras cabeceras locales, m¨¢s recientes, como El entorno metropolitano, de Cambre, Xornal 21, de Mos, El peri¨®dico de Arteixo¡ªlos tres, gratuitos¡ª o Terra Ch¨¢. Xa, de Vilalba salen a la calle cada quince d¨ªas o una vez al mes.
El Heraldo de Vivero ¡ªnunca renunci¨® al top¨®nimo deturpado, aunque en sus p¨¢ginas conviven gallego y castellano¡ª solo dej¨® de imprimirse en dos ocasiones: el primer par¨®n, que dur¨® 26 a?os, lo anunciaron los articulistas en un editorial de 1937, en plena guerra. Muchos de los colaboradores fueron reclutados y El Heraldo se qued¨® sin firmas. El semanario sufri¨® un nuevo rev¨¦s en 1966. ¡°Una aplicaci¨®n tajante de la Ley Fraga nos oblig¨® a cerrarlo un a?o¡±, recuerda Neira Brochs, hijo de Luis Neira, impresor, redactor y director de El Heraldo durante d¨¦cadas. El domicilio social del semanario no coincid¨ªa con el de su director, que por aquel entonces era el lucense Jos¨¦ Trapero Pardo. ¡°Todo fue una represalia porque no alab¨¢bamos al alcalde de entonces¡±, justifica.
En 1966, la Ley Fraga lo forz¨® a cerrar durante
Con los regidores tuvo que lidiar El Heraldo desde sus inicios en 1912, m¨¢xime cuando naci¨® en medio del delicado juego de equilibros entre liberales y conservadores. La tensi¨®n acab¨® a tiros en la Praza Maior en noviembre de 1911 y se sald¨® con la muerte de una mujer que vend¨ªa quesos en el mercado. El incidente supuso el fin de La Voz de Vivero y El Vivariense, los ¨®rganos propagand¨ªsticos de la facci¨®n liberal. Un a?o despu¨¦s naci¨® El Heraldo de la mano del tambi¨¦n liberal Benigno L¨®pez, su primer propietario. Aquel 17 de febrero, en pleno carnaval, el alcalde ped¨ªa ¡°honradez y moralidad¡± para que los que saliesen disfrazados no perturbasen la tranquilidad de pueblo; la Guardia Civil extendi¨® sus patrullas por la aldea para capturar a una ¡°plaga de rateros¡± y en Celeiro un temporal provoc¨® el naufragio de un palangrero dedicado a la pesca del congrio y dej¨® la lonja sin sardinas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.