Oscuridad sonora

Benet Casablancas (Sabadell 1956) es hoy uno de los compositores catalanes con mayor proyecci¨®n nacional e internacional. Adelant¨¢ndose cuatro d¨ªas al Auditori, que programa el estreno en Barcelona de la obra Alter Klang, el Palau de la M¨²sica asumi¨® el lunes por la noche el estreno absoluto, a cargo la Orquesta Filarm¨®nica de Londres, de Darkness visible.

En Darkness visible (2009), subtitulada Nocturno para orquesta, el autor se basa en el fragmento ¡°es la primera luz, que no es sino oscuridad visible¡±, de La hora del diablo, de Fernando Pessoa, quien a su vez se basa en El para¨ªso perdido, de Milton.

Se trata, pues, en Darkness visible, una obra para gran orquesta de aproximadamente un cuarto de hora de duraci¨®n, articulada en un ¨²nico movimiento, de dar visibilidad musical a la oscuridad, de dar sonido a lo oscuro. Para lograrlo, Casablancas huye de la tradici¨®n rom¨¢ntica del nocturno a la Chopin y crea una obra de escritura muy elaborada y minuciosa, y densa textura contrapunt¨ªstica.

La obra no es f¨¢cil y no entrega sus matices y sutilezas a la primera. Aun as¨ª, muy competentemente interpretada por una orquesta de alto nivel como la Filarm¨®nica de Londres, obtuvo un ¨¦xito lisonjero.

El concierto continu¨® con la Sinfon¨ªa n¨²m. 38 K. 504 ¡®Praga¡¯, de Mozart, que recibi¨® una interpretaci¨®n detall¨ªstica. Cerr¨® la sesi¨®n uno de los grandes conciertos para piano del repertorio rom¨¢ntico, el Segundo de Brahms. Ach¨²carro, muy querido por el p¨²blico del Palau, obtuvo, una vez m¨¢s, un gran ¨¦xito enfrentado a una obra de referencia y de muy alta exigencia.